Grano de Arena on Tue, 18 Sep 2001 15:16:22 +0200 (CEST) |
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[nettime-lat] [ATTAC] INFORMATIVO 106 - SALAM ALEIKUM |
EL GRANO DE ARENA Correo de informaci�n ATTAC n�106 Miercoles, 19/09/2001 ______________________________ Suscriptores: 6 569 Gracias por hacer circular y difundir esta informaci�n. Para suscribirse o desuscribirse http://attac.org/listes.htm Este correo informativo ha sido elaborado por el equipo de colaboradores espont�neos de "El Grano de Arena". [email protected] RTF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo106.zip PDF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo106.pdf ____________________________________________________________ En este n�mero. S�ntesis 1.- Salam Aleikum: A modo de editorial, unas palabras introductorias que intentan explicar la intenci�n del t�tulo de este Grano de Arena. 2.- Siga llorando, Sr. Bush: Con su estilo a la vez mordaz y profundo, Michael Moore (escritor y cineasta norteamericano) nos cuenta en tres cartas su experiencia relacionada con el atentado. 3.- El bombardeo de Irak: Puesto que la memoria es un deber, es importante recordar en estos d�as un acto de terrorismo llevado a cabo por un Estado que se pretende el guardi�n de la llama de la libertad y las oportunidades. Este horroroso atentado terrorista fue llevado a cabo en la m�s absoluta impunidad, sus responsables no escondieron la mano e inclusive reconocieron frente a la CNN su despreciable acto. 4.- Tras los sucesos tr�gicos de Nueva York y Washington: Un comunicado de ATTAC Francia sobre los hechos del martes 11 de setiembre. 5.- �El Imperio contraataca? �Contra qui�n?: La opini�n del soci�logo brasile�o Emir Sader, quien sit�a los atentados en un contexto amplio y analiza las posibles consecuencias de los mismos. 6.- Los hooligans est�n sueltos: Otro an�lisis desde el Brasil, esta vez de Marcelo Coelho, de la Folha de Sao Paulo y a quien le deseamos sinceramente no ser pariente de Paulo. ______________________________ 1.- Salam Aelikum ____________________________________________________________ En estos d�as se escucharon muchas cosas. Desde algunos medios se atac� a quienes recordaron los coqueteos de Washington con el terrorismo y el empleo del mismo en situaciones concretas como si hubiesen sido los autores del atentado. Incluso algunos de los heraldos del neoliberalismo aprovecharon para reclamar la profundizaci�n de las pol�ticas que ellos defienden puesto que la recesi�n ser�a ahora inminente y que, por supuesto, la �nica manera de evitarla es desregulando, privatizando y liberalizando. Pero quiz� lo m�s inmediatamente preocupante sea el llamado de resonancias fundamentalistas para lanzar una cruzada contra la caricatura que algunos han creado del islamismo. Resulta curioso que la �nica potencia indiscutida tenga un enemigo invisible y terrible, pero que adem�s, vive en una carpa en el desierto. Es francamente orwelliano el hecho de que los EEUU siempre tengan un enemigo a mano y que sus alianzas se hagan y deshagan, pero la guerra siempre contin�e. El t�tulo de este n�mero del Grano de Arena pretende ser un llamado a la sensatez. La respuesta a tantas muertes no puede, no debe implicar m�s muertes. Los bombardeos, por precisos que sean, siempre ocasionan lo que la OTAN se complace en denominar eufem�sticamente "da�os colaterales". Detr�s de estos da�os colaterales hay hombres y mujeres que r�en, lloran y hacen el amor. De ning�n modo debe satisfacerse el capricho de venganza de un presidente que ni siquiera fue electo por su pueblo. Recordemos adem�s que Bush fue apoyado por la industria militar, que seguramente descorch� m�s de una botella de champagne al conocer el atentado del martes. Por horroroso que parezca, dentro de la l�gica neoliberal el beneficio econ�mico nunca es malo y el dinero no huele. Las industrias que abastecen al Pent�gono no tendr�n ning�n reparo en ver sus ventas y sus acciones subir ante la eventualidad de un conflicto de largo aliento. Y las 5.000 v�ctimas del martes se convertir�n entonces en meros sacrificios humanos en el altar de la ganancia de estas empresas. Los otros, los que no se ven en CNN y no tienen rostro ni nombres ser�n, claro, da�os colaterales. Salam Aleikum, la paz sea con vosotros. Rodrigo Lema ATTAC Mendoza - Argentina. ______________________________ 2.- Siga llorando, Sr. Bush ____________________________________________________________ (11/09/01) Muerte, Downtown. Queridos amigos, Yo deb�a tomar hoy el vuelo de las 4.30pm de American Airlines de Los �ngeles a JFK (Nueva York). Pero ahora me encuentro varado en Los �ngeles, lleno de emociones muy diversas sobre lo que ocurri� en la isla en la que trabajo y vivo en Nueva York. Mi esposa y yo pasamos las primeras horas del d�a -despu�s de haber sido despertados por llamados de nuestros padres a las 6.40am (hora del Pac�fico)- tratando de localizar a nuestra hija en su escuela en Nueva York y a nuestra amiga JoAnn que trabaja cerca del World Trade Center. Llam� a JoAnn a su oficina. Alguien respondi� en el momento en que la primera torre colaps�, y la persona que hab�a levantado el tubo grit� y corri�, sin dejarme saber si JoAnn estaba o no viva. Fue un d�a enfermizo, horrible, aterrador. El 27 de diciembre de 1985 presenci� un incidente terrorista en el aeropuerto de Viena - que dej� 30 muertos, all� y en el aeropuerto de Roma (las ejecuciones de pasajeros deb�an ocurrir en cada ciudad simult�neamente). No tengo ganas de discutir ese evento hoy porque todav�a me desespera y confunde el hecho de que yo haya sobrevivido. Un hecho fortuito, un error, unos pocos pies en el asfalto y todav�a estoy aqu�, all�,... A salvo. Seguro. Soy un estadounidense, viviendo en los EEUU. Me gustan mis ilusiones. Paso por el detector de metales, pongo mis pertenencias en la m�quina de rayos X, y s� que todos estaremos bien. He aqu� una peque�a lista de mis m�s recientes experiencias con la seguridad en los aeropuertos: * En el aeropuerto de Newark, el abordaje se ha retrasado. El auxiliar no encuentra mi asiento. Por lo tanto, me dice "vaya y suba" - �sin un pase de abordaje! * En el aeropuerto de Detroit Metro, no quiero poner la comida que acabo de comprar en la m�quina de rayos X por lo que le doy la bolsa al guardia mientras atravieso el detector de metales. Le digo que es solamente un s�ndwich, �l me cree y no se molesta en verificarlo. La bolsa no ha pasado por ning�n control. * En el aeropuerto de La Guardia, en Nueva York, hago subir una maleta, pero luego decido tomar un vuelo posterior. El primer avi�n se va sin m� pero con mi equipaje - sin que nadie sepa qu� hay adentro. * En Detroit, tardo un poco en bajar del avi�n y el transporte que lleva a los pasajeros hasta la terminal se ha ido sin m�. Estoy solo en la pista, libre para ir adonde yo quiera. Y lo hago. Eventualmente le hago se�as a un cami�n de mantenimiento y un mec�nico me lleva hasta la terminal. * He llevado cuchillos, navajas e incluso una vez mi compa�ero de viaje llev� un martillo y un cincel. Nadie nos detuvo. Por supuesto, he podido hacer todo esto porque las aerol�neas consideran mi seguridad TAN importante que le pagan a sus polic�as de alquiler $5.75 por hora para asegurarse de que los chicos malos no suban en mi avi�n. Eso es lo que cuesta mi vida, menos que un cambio de aceite. �Demasiado duro? Bueno, sepan que un piloto de American Eagle (la compa��a de cabotaje de American Airlines) gana alrededor de $15.000 por a�o durante su primer a�o. Correcto. $15.000 para la persona que tiene sus vidas en sus manos. Hasta no hace mucho, Continental Express pagaba poco m�s de $13.000 por a�o. Hubo incluso un piloto de American Eagle que tiene cuatro hijos y pudo ser seleccionado para recibir bonos de comida de la oficina de Seguridad Social. �Alguien que gana tan poco que puede ser candidato a ayuda de la seguridad social maneja mi avi�n? �Es real? S�, s� lo es. Por lo tanto, ah�rrenme toda la ch�chara sobre las precauciones que las aerol�neas y la FAA toman. A ellos, como en todo negocio, les importa una sola cosa - el servicio m�nimo y el margen de beneficio. �Cuatro equipos de 3 a 5 personas fueron capaces de violar la seguridad del aeropuerto el mismo d�a en tres aeropuertos diferentes y llevar a cabo este acto atroz? Mi �nica respuesta es - �eso fue todo? Claro, los expertos est�n en plena diarrea verbal, divagando sobre la "amenaza terrorista" y el tipo m�s temible del planeta, Osama bin Laden. Qui�n sabe, quiz� �l lo hizo. Pero hay algo que no cierra. �Se me pide creer que este tipo que duerme en una carpa en el desierto ha estado entrenando pilotos para que vuelen nuestros aviones m�s modernos y sofisticados con precisi�n suficiente para destruir tres blancos sin que nadie se pregunte por qu� estos aviones se fueron tan lejos de su ruta? �O se me pide creer que hab�an cuatro extremistas religiosos/pol�ticos que CASUALMENTE eran h�biles pilotos que JUSTO quer�an suicidarse hoy? Quiz� Uds. puedan encontrar un piloto suicida que quiera morir por la causa, �pero cuatro? Bueno, quiz� puedan, no s�. Lo que s� s� es que durante todo el d�a he escuchado de todo sobre este bin Laden excepto una cosa: �NOSOTROS creamos a este monstruo conocido como Osama bin Laden! �A qu� escuela de terroristas fue? �A la CIA! No me crean porque soy yo: vi una nota en MSNBC el a�o pasado en la que todo sali� a la luz. Cuando la Uni�n Sovi�tica ocup� Afganist�n, la CIA lo entren� junto a sus amigos para cometer actos de terrorismo contra las fuerzas sovi�ticas. �Funcion�! Los sovi�ticos pegaron la vuelta y se fueron. Bin Laden estaba agradecido por lo que le hab�amos ense�ado y pens� que ser�a divertido usar las mismas t�cnicas contra nosotros. Aborrecemos el terrorismo, a menos que seamos nosotros los terroristas. Entrenamos y financiamos un grupo armado de terroristas en Nicaragua en los a�os 80 que mat� m�s de 30.000 civiles. Ese fue NUESTRO trabajo. Uds. y yo. �Treinta mil civiles y qui�n carajos se acuerda de ellos? Financiamos a muchos reg�menes opresivos que mataron a un mont�n de gente inocente y nunca dejamos que el sufrimiento humano que ESO causa interrumpa nuestra jornada en lo m�s m�nimo. Hemos dejado hu�rfanos a tantos ni�os, decenas de miles alrededor del mundo, mediante nuestro terrorismo financiado por los contribuyentes (Chile, Vietnam, Gaza, El Salvador), que no deber�a sorprendernos que estos hu�rfanos crezcan y est�n un poco trastornados por el horror que nosotros les causamos. Aun as�, nuestro m�s reciente terrorismo dom�stico no fue llevado a cabo por un tipo del desierto sino por uno de nuestros ciudadanos: un par de ex militares que detestan al gobierno federal. Hoy no escuch� en ning�n momento que se sugiera esta posibilidad. �Por qu�? Quiz� porque los �rabes son mejores chivos expiatorios. Un ingrediente clave para poner a los estadounidenses en frenes� contra un nuevo enemigo es el elemento racial. Es mucho m�s f�cil odiar cuando el objeto de nuestro odia no se parece mucho a nosotros. Los Congresistas y Senadores se pasaron el d�a pidiendo m�s dinero para los militares; un Senador incluso dijo en CNN que no quer�a escuchar que nadie pidiese dinero para educaci�n ni salud, que nuestra �nica prioridad debe ser la defensa. �En alg�n momento nos daremos cuenta de que estaremos m�s seguros el d�a que el resto del mundo no tenga que vivir en la pobreza para que podamos utilizar lindas zapatillas? En s�lo 8 meses, Bush consigui� que todo el mundo vuelva a odiarnos. Se retira del Acuerdo de Kyoto, nos dej� afuera de la Conferencia de Durban sobre el racismo, insiste en recomenzar la carrera armamentista. Cualquier cosa que se te ocurra, Beb� Bush lo rompi� todo en pedazos. Muchas familias han sido devastadas. Esto no es justo. Nadie merec�a morir. Si alguien hizo esto para tomar represalias contra Bush, lo hicieron matando miles de personas que NO VOTARON POR �L. Boston, Nueva York, DC, y el destino de los aviones - California - fueron lugares en los que se vot� CONTRA Bush. �Por qu� matarlos? �Por qu� matar a nadie? Una locura. Suframos, hagamos nuestro luto, y cuando sea apropiado, examinemos nuestra contribuci�n a este mundo tan poco seguro en el que vivimos. No tiene por qu� ser as�. Sinceramente, Michael Moore [email protected] (13/09/01) A trav�s de Estados Unidos, esta noche... Queridos amigos, (...) El hombre que ocupa la Casa Blanca llor� hoy. Bien. Siga llorando, Sr. Bush. Mientras m�s llores, menos probable ser� que vaya al lado oscuro que todos tenemos en el que la rabia nos ciega y nos hace desear matar. Los amigotes de su padre y de Reagan - Eagleberger, Baker, Schultz - est�n pidi�ndole que bombardee primero y pregunte despu�s. NO debe hacer esto. Aunque sea para no rebajarse a este nivel de asesino serial. S�, averig�e qui�n lo hizo. S�, vele para que NUNCA vuelvan a hacerlo. Pero CONTR�LESE, hombre. �"Declarar la guerra"? �Guerra contra qui�n? �Un tipo en el desierto al que no podemos encontrar? �Nos dicen nuestros l�deres que el pa�s m�s poderoso de la tierra no puede hacerse cargo de un �nico malvado? Porque si eso es lo que nos est�n diciendo, estamos fritos. Si no es capaz de deshacerse de este falso ZZ Top, �qu� har�amos si fu�semos atacados por una naci�n de millones? �Por dios, llame a los israelitas y que hagan eso que hacen cuando quieren capturar a alguien! Les pagamos suficientes miles de millones cada a�o, estoy SEGURO de que se har�n un tiempo para satisfacer a sus demandas. Pero le ruego, Sr. Bush, qu�dese en las l�grimas. Vaya hoy a consolar a los neoyorquinos. D�gale al alcalde, alguien que la mayor�a de nosotros desprecia, que est� haciendo un gran trabajo, manteniendo la moral tan alta como se puede en un momento como �ste. Al estar en una ciudad que creo que ama, aun con su c�ncer acompa��ndolo, va m�s all� de lo que el deber le pide. Pero no declare la guerra ni masacre m�s inocentes. Despu�s del previo acto de terror de bin Laden, nuestro �ltimo presidente electo bombarde� lo que �l llam� "el campamento de bin Laden" en Afganist�n - pero en vez de eso s�lo mat� civiles. Luego bombarde� una f�brica en Sudan, diciendo que era "una f�brica de armas qu�micas". Result� ser una f�brica de aspirinas. Gente inocente asesinada por nuestras fuerzas armadas. En Mayo, Ud. le dio a los Talibanes 48 millones de d�lares de nuestros impuestos. Ning�n pa�s de la tierra le dar�a un centavo a los Talibanes, pero Ud. les regal� 48 millones de d�lares porque ellos dijeron que hab�an prohibido todas las drogas. Puesto que su guerra contra las drogas es m�s importante que la guerra que los Talibanes llevan contra su propia gente, Ud. financi� el r�gimen que le dio refugio al hombre que Ud. dice ahora que es responsable de matar a mi amigo en el avi�n y de matar a los amigos y familiares de miles y miles de personas. �C�mo se atreve a hablar de seguir matando! �Averg��ncese! �Explique su apoyo al r�gimen talib�n! �D�ganos por qu� su padre y su amigo Reagan entrenaron a bin Laden para que se convirtiera en terrorista! �Estoy enojado? Claro que s�. Soy un ciudadano estadounidense, y mis l�deres han usado mi dinero para financiar asesinatos en masa. Y ahora mis amigos han pagado el precio con sus vidas. Siga llorando, Sr. Bush. Vaya a Omaha, o adonde sea que Ud. va mientras otros mueren, como lo hizo durante la guerra de Vietnam y diciendo estar "cumpliendo su deber" en la Air National Guard. Nueve compa�eros de secundaria murieron en esa guerra miserable. �Y ahora Ud. pide "unidad" para empezar otra guerra? �No me insulte ni a m� ni a mi pa�s de este modo! (...) Sinceramente, Michael Moore [email protected] www.michaelmoore.com (15/09/01) En la Tierra del Encanto. Queridos amigos, (...) Al pasar por las reservas indias de Arizona y Nuevo M�xico uno es golpeado por la abyecta pobreza de estos lugares y recuerda los 500 a�os de terrorismo apoyado por el estado contra esta gente, virtualmente un genocidio. �Cu�ntos millones fueron asesinados por los colonos y los soldados? No puedo recordarlo. Pero el resultado viviente es brutalmente evidente en las casas rodantes y casillas en la vieja Ruta 66. Me sorprende el gran n�mero de gente -tanto en la radio como aquellos con quienes nos encontramos- que est�n completamente en contra de cualquier respuesta militar a lo ocurrido. No importa lo que los medios digan o les muestren, estoy convencido de que la mayor�a de los estadounidenses, aunque quieren justicia y ser protegidos de futuros ataques, no desean que George W. Bush empiece a parecerse al Dr. Strangelove. Hablando de Strangelove, la semana pasada comenz� con uno de los mejores reportajes de "60 minutos" en mucho tiempo. Lo dijeron todo: De c�mo los EEUU - y espec�ficamente Henry Kissinger- complotaron para hacer caer el gobierno democr�ticamente electo del presidente chileno a principios de los a�os 70. El complot fue exitoso, el presidente Allende fue asesinado y miles de chilenos fueron brutalmente torturados y asesinados. Hoy, muchos en el nuevo gobierno de Chile desear�an juzgar a Kissinger por estos actos de terrorismo. �Piensan que los EEUU lo van a entregar? Bueno, la historia fue olvidada 48 horas despu�s, tan r�pidamente como lo fue hace 30 a�os. Algunos de Uds. me han escrito diciendo, por favor, Mike, no hables de esto ahora, por lo menos no justo ahora, debemos enterrar a los muertos. Estoy de acuerdo. Y pido disculpas a los que se hayan sentido ofendidos. Nadie quiere hablar de pol�tica ahora, excepto nuestros l�deres en Washington. Cr�anme, est�n hablando de pol�tica d�a y noche, y estas discusiones tienen que ver con enviar a nuestros hijos a pelear contra un enemigo invisibles y con bombardear indiscriminadamente a los afganos o a cualquiera que piensen que har� que los estadounidenses nos sintamos mejor. Creo que tengo una responsabilidad como uno de los estadounidenses que no se siente bien para decir justo ahora lo que tiene que ser dicho: que nosotros, los Estados Unidos de Am�rica, somos culpables de cometer tantos actos de terror y de derramar tanta sangre que era hora de que nos hici�semos una idea de la cultura de violencia en la que hemos sido participantes activos. S� que es algo muy duro, pero si nadie lo dice, temo que pronto estaremos metidos en una guerra que no har� NADA para protegernos del pr�ximo ataque terrorista. Mientras pasamos por el Continental Divide, Rush Limbaugh (conductor radial, ndt) especula sobre a qui�nes debemos bombardear. Al terminar su programa estoy seguro de que est� en camino al cuartel m�s cercano para alistarse, puesto que no esperar� que su hijo o hija arriesguen su vida por la libertad mientras �l simplemente se relaja y disfruta su nuevo contrato de 500 millones de d�lares. Al llegar a Albuquerque, Kathleen hojea la gu�a de viaje Frommer en busca de un lugar para pasar la noche. Encuentra lo que parece ser un buen lugar cerca del Parque Nacional White Sands, pero luego lee que "ocasionalmente el camino al hotel est� cerrado por pruebas de misiles en una base cercana". S�, bienvenidos a Nuevo M�xico, la "tierra del encanto", s�lo un gran terreno de prueba auspiciado por los creadores de toda gran arma de destrucci�n masiva conocida por el hombre. Optamos por el Hyatt. Sinceramente, Michael Moore [email protected] www.michaelmoore.com PS. Hace tres d�as, me enter� por alguien de ABC News que ABC ten�a un video - una toma del segundo avi�n chocando contra la torre - que mostraba a un caza F-16 sigui�ndolo a distancia. No lo compart� con Uds. puesto que no he visto personalmente este video y no quiero contribuir a difundir rumores sin fundamente. Pero reci�n se supo que el gobierno admiti� haber enviado cazas tan pronto supieron que los aviones estaban fuera de su ruta normal. A partir de ahora, har� saber todo lo que los que trabajan en los grandes medios no pueden informar debido a la censura. Cada vez es m�s claro que el avi�n que cay� en Pennsylvania fue bombardeado para evitar su destino. La verdad es horrorosa e insoportable, pero debe ser dicha. Un pueblo libre no puede tomar decisiones si no est� informado y es mantenido en la oscuridad. Sepamos TODA la verdad AHORA. ______________________________ 3.- El bombardeo de Irak ____________________________________________________________ Un cap�tulo vergonzoso en la historia de EE.UU. Por Martin McLaughlin y David North 19 Diciembre 1998 Los responsables del bombardeo de Irak han escrito un cap�tulo vergonzoso en la historia de los EE.UU. Cientos de hombres, mujeres y ni�os han muerto o han sido mutilados por las bombas y misiles norteamericanos. Se espera que el n�mero de muertos sea a�n mayor. El propio Pent�gono hab�a estimado que m�s de 10,000 morir�an en un ataque de mediana intensidad, y una cifra mucho mayor en un ataque total como el de mediados de diciembre. Poniendo de lado, por el momento, los objetivos reaccionarios que el gobierno de Clinton persigue, la enorme disparidad de fuerzas entre los EE.UU. e Irak le da un car�cter siniestro y criminal a las acciones del Pent�gono. El ataque se asemeja m�s a una ejecuci�n organizada por una naci�n contra otra que a una guerra. Una ejecuci�n donde la v�ctima no es un individuo atado a una silla sino la poblaci�n desarmada de un pa�s indefenso. Tanto la Casa Blanca, el Pent�gono, el Congreso y, por supuesto, los medios de difusi�n se llenan la boca de alabanzas para "nuestros heroicos hombres y mujeres en el Golfo Persa." Pero en realidad, todo ciudadano norteamericano deber�a sentirse avergonzado de los que estos "h�roes" est�n haciendo en nombre de los EE.UU. El t�rmino "hero�smo" involucra, como m�nimo, un cierto elemento de riesgo y peligro. "H�roes" no son aquello que est�n dispuestos a matar, sino aquellos que est�n dispuestos a morir. En base a esta definici�n, la gente de Bagdad merece mucho m�s respeto y admiraci�n que aquellos que los agreden desde la posici�n relativamente salva de sus m�quinas asesinas de alta tecnolog�a. No hay nada particularmente heroico en apretar el gatillo que lanza un misil mientras se navega en un barco en el Golfo Persa o se vuela en un bombardero B52 a m�s de 1,000 kil�metros de Bagdad. En la Guerra del Golfo en 1991 los soldados norteamericanos tuvieron un �ndice de mortalidad menor al de sus conciudadanos que se quedaron en casa. M�s murieron en accidentes de tr�nsito que de las armas iraqu�es. Y en los �ltimos siete a�os se ha reducido a�n m�s el riesgo que enfrenta el personal militar norteamericano. Mientras que las armas norteamericanas se han sofisticado a�n m�s, la capacidad defensiva de Irak ha sido virtualmente destruida. M�s a�n, los pilotos norteamericanos cuentan con la ayuda proporcionada por los inspectores de armas de las Naciones Unidas y por sat�lites esp�as que continuamente vienen fotografiando el territorio iraqu� durante los �ltimos ocho a�os. En tanto a los comandantes responsables por esta s�rdida operaci�n, la historia los juzgar� de una manera similar a los criminales que supervisaron el genocidio de los indios norteamericanos en las d�cadas de 1870 y 1880. En 50 a�os a nadie se le ocurrir� hacer un film de �stos comandantes como El D�a m�s largo del Siglo, Patton o Salvando al Soldado Ryan. Uno no tiene que estar de acuerdo con la pol�tica de los personajes de la Segunda Guerra Mundial como Eisenhower, Bradley, Patton y Nimitz para reconocer que ellos, por lo menos, dirigieron ej�rcitos contra un enemigo que era capaz de defenderse y atacarlos. Los generales de hoy no son m�s que bur�cratas de masacres, que ascienden en el Pent�gono emitiendo �rdenes para destruir a gente indefensa, y luego se retiran a puestos muy bien pagados en el directorio de alguna empresa o como "consultores" de una cadena de TV comentando sobre el pr�ximo crimen de Washington. Los horrores de la Segunda Guerra Mundial produjeron im�genes que influenciaron profundamente la conciencia pol�tica de varias generaciones. Junto a las im�genes de los campos de concentraci�n nazis, est�n las de la aviaci�n alemana, la Luftwaffe, bombardeando poblaciones indefensas en Varsovia, Rotterdam, y, el ataque m�s infame de todos, contra la villa vasca de Guernica. Esta �ltima atrocidad fue transformada en el lienzo de Picasso en una expresi�n universalmente reconocida de repudio contra la inhumanidad del fascismo. A pesar de que los EE.UU. no sufrieron mucho los horrores de la lucha durante la Segunda Guerra Mundial, el evento que los llev� a la guerra -el bombardeo de Pearl Harbor-tuvo un profundo impacto sobre la opini�n p�blica. Desde el punto de vista del an�lisis hist�rico hay motivo para sospechar que el gobierno de Roosevelt manipul� la situaci�n de manera que el gobierno japon�s no tuvo otra alternativa que irse a la guerra contra los EE.UU. Pero la manera como Jap�n inici� las hostilidades -bombardeando Pearl Harbor sin aviso previo- enfureci� a millones de norteamericanos. Durante d�cadas, la frase "ataque imprevisto" fue sin�nimo de la peor forma de traici�n. 20 a�os despu�s, en 1962, durante la crisis cubana, una de las razones de Robert Kennedy para oponerse a la invasi�n de Cuba fue que tal acci�n requer�a de un "ataque imprevisto" que ensuciar�a la historia de los EE.UU. Y hoy, en 1998, el gobierno -sin temor a la opini�n p�blica- abiertamente ha declarado que bombarde� Irak sin aviso previo, menos a�n con una declaraci�n de guerra. En ning�n otro pa�s supuestamente democr�tico est� tan restringida la expresi�n pol�tica. La Casa de Representantes pas� una resoluci�n apoyando el ataque con tan s�lo cinco votos disidentes. Los medios de comunicaci�n -la televisi�n, la radio y la prensa escrita- se encuentran totalmente integrados a la maquinaria de guerra norteamericana. No ha habido ning�n intento serio de evaluar el impacto del ataque a�reo ni de comunicarle al pueblo norteamericano la aterradora realidad de la guerra moderna. Los medios de comunicaci�n se limitan a difundir la propaganda del Pent�gono, dando la apariencia de una guerra antis�ptica y libre de riesgo, en la cual miles de bombas y misiles pueden caer sobre Bagdad y provocar la muerte de s�lo un pu�ado de gente. La verdadera dimensi�n del ataque contra un pa�s que ha sido reducido al hambre puede estimarse en relaci�n a la bomba que destruy� la embajada norteamericana en Kenya. Si una bomba primitiva, que pesaba tanto como un solo misil norteamericano, pudo matar a 300 personas, �qu� se puede esperar del impacto de miles de bombas que cayeron sobre una ciudad tan grande como Chicago? El ataque traidor del gobierno de Clinton contra Irak se llev� a cabo aprovechando la confusi�n pol�tica que existe dentro de la clase obrera, explotando sentimientos patri�ticos y la preocupaci�n por hijos que se unieron a las fuerzas armadas, en gran medida porque no ten�an otra oportunidad econ�mica. Pero tanto la Casa Blanca como el Pent�gono est�n conscientes de la enorme hostilidad potencial contra una nueva guerra en el Golfo. En febrero pasado, durante el ensayo final para el ataque de diciembre, los funcionarios del gobierno fueron denunciados en un foro sobre la crisis de Irak en la Universidad Estatal de Ohio. Luego, la decisi�n de lanzar un ataque a�reo sin prevenci�n alguna se hizo, no tanto como una medida t�ctica para sorprender a Irak, sino para presentarle al pueblo norteamericano un acto ya consumado. Para los medios de difusi�n norteamericanos ninguna mentira es muy grande como para no ser contada. Todos los d�as se publican historias en primera plana que est�n llenas de contradicciones. Cuando Clinton anunci� el ataque, dijo que el objetivo principal eran las "armas de destrucci�n masiva" -armas nucleares, qu�micas y biol�gicas. Luego dijeron que ninguna de esas localidades fueron destruidas por los misiles. La raz�n dada por el Pent�gono -una gran mentira- fue la preocupaci�n por los civiles iraqu�es, que podr�an morir de los agentes qu�micos y biol�gicos. La verdadera raz�n es que no existen tales f�bricas de armas de destrucci�n masiva, y los Fuerzas Armadas norteamericanas no van a desperdiciar bombas en localidades que no existen. El verdadero objetivo del bombardeo de Irak fueron armas convencionales -tropas, tanques, ca�ones antia�reos- y su infraestructura industrial. Lo que el Pent�gono llama "capacidad" de producir armas qu�micas o biol�gicas son plantas qu�micas para pesticidas, procesamiento de alimentos y manufactura que son comunes en cualquier sociedad industrial. Una ola de repugnancia se sentir� en los EE.UU. cuando se reconozca la verdadera naturaleza del ataque contra Irak. ______________________________ 4.- Tras los sucesos tr�gicos de Nueva York y Washington ____________________________________________________________ Por ATTAC Francia Al d�a siguiente de los terribles eventos que sacuden a los EEUU, ATTAC se asocia al duelo del pueblo americano. Los ataques suicidas a�reos que golpearon Nueva York y Washington constituyen un acto terrorista que no es justificable bajo ning�n concepto. Este crimen, que se transforma en una prueba hist�rica para la naci�n estadounidense, y m�s all� de la emoci�n que provoca, nos recuerda procesos en marcha desde hace d�cadas: el estado del mundo, las desigualdades crecientes y sus crisis no resueltas, y por lo tanto la desesperaci�n y al sufrimiento que resultan de esto. Nos recuerda tambi�n el rol particular que ocup� Estados Unidos en la escena internacional. Pero lo hace de la peor de las maneras, asimilando un pueblo a un Estado, y asesinando a miles de inocentes. Porque somos de los que, en lucha contra los desastrosos efectos sociales de las pol�ticas neoliberales ejecutadas desde hace d�cadas, aspiramos a un mundo mejor, democr�tico, respetuoso del Otro, que asegure un futuro sostenible a los pueblos y naciones del planeta; porque pensamos que la paz est� �ntimamente ligada a un reparto justo de la riqueza en el mundo, condenamos firmemente los actos terroristas y particularmente los que han sido recientemente llevados a cabo en Nueva York y Washington. Y lo hacemos porque el terrorismo ha sido siempre utilizado para suspender y suprimir las libertades democr�ticas. Par�s, 12 de setiembre de 2001 ATTAC France [email protected] ______________________________ 5.- �El Imperio contra ataca? �Contra qui�n? ____________________________________________________________ Por Emir Sader Jornal do Brasil, 12-09-01 Sesenta a�os despu�s de la transmisi�n radial con la que Orson Wells asust� a los norteamericanos al darles la impresi�n de que estaban siendo invadidos por un enemigo externo que estaba destruyendo el pa�s, los norteamericanos viven la pesadilla en carne y hueso, cuando menos lo esperaban y de la forma que menos lo esperaban. Desde el fin de la Guerra Fr�a, los Estados Unidos reciclaron sus arsenales para la lucha contra el terrorismo, situado en los por ellos denominados "estados ilegales" (rogue states), contra el narcotr�fico y contra los enemigos pol�ticos remanentes de la Guerra Fr�a - China, Cuba. De repente, un ataque en el centro de poder del pa�s, probablemente con aviones desviados de sus propios aeropuertos - totalmente inmunes a cualquier proyecto de escudo de defensa de misiles bal�sticos, causa los mayores da�os producidos en los EEUU, ante el desconcierto general. La primera pregunta es �qui�n?. Los antecedentes apuntan al fundamentalismo isl�mico, lo que supone una red de infiltraci�n en los EEUU, al requerir la participaci�n interna de c�rculos bien situados estrat�gicamente. La segunda hip�tesis apuntar�a a los grupos de ultra derecha del pa�s, responsables de algunas acciones anteriores, aunque el tipo de armamento utilizado no posibilitar�a acusarlos. En tercer lugar, la paranoia de los radicales cubanos en el exilio, que recientemente acusaran a Cuba de algunos accidentes naturales en las costas estadounidenses. Esta �ltima hip�tesis no puede ser tomada en serio. Quienquiera sea el responsable, �c�mo reaccionar�n los EEUU? �El Imperio contraataca? Y, en este caso, como la respuesta es positiva dados los antecedentes, la principal cuesti�n es �c�mo? �contra qui�n? Las situaciones similares sirven apenas como referencia. La m�s importante es sin duda Pearl Harbor, el �ltimo momento en que el gobierno norteamericano consigui� cohesi�n interna absoluta para una acci�n externa de envergadura, a tal punto que tuvo como respuesta las bombas at�micas de Hiroshima y Nagasaki. Durante la Guerra Fr�a, el empate nuclear que la caracteriz� no permiti� situaciones como la actual. La URSS nunca atac� a los EEUU y �stos nunca atacaron a aqu�lla, circunstancia por la que los EEUU ahora deben sentir nostalgia. Terminada la Guerra Fr�a, la circunstancia m�s pr�xima fue el ataque de los EEUU a Sud�n y a Afganist�n, acus�ndolos de connivencia con los ataques a las embajadas norteamericanas. Aun as�, el ataque de los EEUU no fue contra locales del gobierno, porque no se caracteriz� como una guerra contra esos gobiernos, a pesar de su fundamentalismo isl�mico. El ataque fue contra supuestos laboratorios que producir�an productos qu�micos utilizados para artefactos explosivos. �Y ahora? �Declararle la guerra a qui�n? �A qui�n atacar? �Qu� hacer luego de la escalada verbal belicista? Un enorme blindaje interno es previsible, tal vez en detrimento del sistema antimisiles nucleares, al darse cuenta de d�nde puede existir el peligro. Pero esto no basta. La derrota de Vietnam encontr� al pa�s dividido; no todos se sintieron atacados en su autoestima por la derrota ante un peque�o pa�s asi�tico productor de arroz. Este puede ser el momento en que esa autoestima necesite de una respuesta del gobierno que la recomponga. Precisamente en este momento, la imaginaci�n de los dirigentes del Pent�gono debe estar funcionando a todo vapor, buscando algo que tenga efecto -aun un efecto pobre militarmente- que pueda recomponer el �nimo de los norteamericanos. �Qu� ocurrir� ahora en el plano internacional? El �ltimo ciclo duro de la guerra fr�a se dio en los a�os 80, con conflictos regionales - en Nicaragua, en Ir�n, en Angola - , cuando hab�a todav�a empate nuclear. Por primera vez, los EEUU reinan solos como superpotencia y tienen dificultades para hacer uso de su fuerza. Puede hacerse todo con misiles nucleares, excepto sentarse encima. Ese desastre que los EEUU sufrieran puede llevar al endurecimiento de una situaci�n internacional, fortaleciendo la tendencia ya existente en los EEUU de militarizar los conflictos. O puede llevar a una profunda reflexi�n que demuestre que ninguna paz es el resultado de la superioridad militar por grande que �sta sea. Emir Sader es soci�logo. ______________________________ 6.- Los hooligans est�n sueltos. ____________________________________________________________ Fin del mundo, invasi�n marciana, Godzilla, King Kong: el ataque al WTC imita a un film de cat�strofe, de esto no hay dudas. El cine norteamericano ha ciertamente inspirado a los autores de esta barbaridad, inclusive por el mismo sentido del espect�culo, por el ritmo estudiado y preciso con que las escenas de horror se sucedieron. No voy a decir que dios es grande, sino que Spielberg es su profeta. La cuesti�n quiz� sea otra. Se trata de saber si las profec�as de Hollywood - la tan mentada "f�brica de sue�os" - corresponden a alg�n deseo secreto de la sociedad norteamericana. No pretende hacer sicoan�lisis barato, y es claro que ninguno quiere ver millares de inocentes sacrificados en nombre de no s� qu� principio religioso o doctrina pol�tica. Pero un ataque brutal, simult�neo, imprevisto, cobarde, sin declaraci�n de guerra, fruto de la m�s elemental estupidez, funciona perfectamente para que el inmenso potencial b�lico americano ahora pueda ser empleado sin los supuestos buenos modales de pa�s civilizado. Somos buenos, justos, liberales, OK, pero Uds. se pasaron de la raya y ahora van a tener lo que se merecen: �ste es b�sicamente el argumento de todo film norteamericano. El problema es que, hasta ahora, los incontables bombardeos y actos de terror protagonizados por los EEUU ten�an adversarios remotos, distancias justificativas. �Cu�ntos millares de ni�os murieron en los bombardeos a Irak? �Cu�ntos civiles fueron asesinados por "fallas t�cnicas" en los ataques a Serbia? �C�mo puede condenarse el terrorismo despu�s de haber utilizado el napalm en Vietnam? Para no hablar de Hiroshima y Nagasaki. Con el ataque al WTC y al Pent�gono, las cosas se hacen menos complicadas. El foco narrativo gana nitidez: es el momento de que John Wayne entre en escena, y �l no necesita dar muchas explicaciones sobre geopol�tica, no tiene que perder el tiempo exponiendo los intrincados problemas de los Balcanes o de Oriente Medio. �Ataque terrorista? No s� si es bueno este t�rmino. Una cosa es la acci�n de un grupo extremista contra un Estado constituido - las bombas de la ETA, por ejemplo. Otra cosa es un enfrentamiento internacional que, en vez del tradicional choque entre ej�rcitos, se expresa por una alternancia de atentados b�rbaros sobre la poblaci�n civil. La autor�a del �ltimo atentado es desconocida, pero no hay duda sobre las fuerzas que est�n en guerra. Una guerra discontinua, an�nima, de tipo viral, pero guerra al fin. Si me preguntaran, es claro que prefiero Bush a bin Laden, los republicanos a los talibanes. Pero no es obligatorio pensar si es mejor bombardear Manhattan o destruir Kabul. Leo el discurso de Bush. "Los EEUU fueron el blanco de los ataques porque somos la m�s resplandeciente llama de la libertad y de las oportunidades en el mundo. Nadie impedir� que esa luz siga brillando." Es un poco fundamentalista para mi gusto, y esa llama de la libertad ya mat� demasiada gente. Un ensayista que respeto mucho, el portugu�s Eduardo Louren�o, declara que las dos torres destruidas "eran un s�mbolo de la fuerza econ�mica y de la potencia pol�tica de los EEUU, pero tambi�n un patrimonio de la cultura occidental del siglo 20, un marco de la cultura moderna". �Patrimonio de la cultura moderna? No lo sab�a. Como todos, vi con estupefacci�n la escena de ni�os y adultos palestinos conmemorando el asesinato con banderas y bocinazos, como si fuera una victoria de f�tbol. Actitud detestable la de estos palestinos, pero no es suficiente para que sean bombardeados. Lamento las v�ctimas norteamericanas, no que el Pent�gono haya sido alcanzado por un avi�n. Uno de los ni�os aparece en el video con la camiseta de la selecci�n brasile�a. Esto no viene mucho al caso, s�lo observar� que no hay por qu� adoptar un clima de torcida, mucho menos cuando los hooligans est�n sueltos. Marcelo Coelho Columnista de la Folha de Sao Paulo. _______________________________________________ nettime-lat mailing list [email protected] http://www.nettime.org/cgi-bin/mailman/listinfo/nettime-lat