Grano de Arena on Wed, 7 Aug 2002 15:46:02 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] [ATTAC] INFORMATIVO 151 - NORTE-SUR ¿QUIÉN DEBE A QUIÉN?


EL GRANO DE ARENA
Correo de información ATTAC n°151
Miercoles, 07/08/2002
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PDF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo151.pdf
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En este número

1.La enfermedad moral del capitalismo: La economía del engaño se
transmite con la velocidad de la luz. Todos los días cae algún
gigante. Y no hemos llegado al final.

2. Carta de los Provinciales de la Compañía de Jesús a los Ministros
de Economía del G7 sobre la anulación de la Deuda Externa: La carta
presta atención especial a los aspectos éticos del tema de la
anulación de la deuda. Setenta Provinciales de la Compañía de Jesús y
el Secretariado del Apostolado Social de los jesuitas, en Roma, apoyan
esta iniciativa.

3. Privatizar las jubilaciones: el trabajo de los empleados como
garantía de la especulación financiera: En otras palabras, estamos
frente  a otro ejemplo de aquélla  v vieja costumbre de los patrones
de socializar las pérdidas y de privatizar las ganancias.

4. El accionar del FMI en la Argentina:  La Argentina ha pasado de ser
la alumna ejemplar, el ejemplo de la aplicación incondicional de las
directrices del FMI, a constituirse en la "peor de todas".

5. México: El escándalo silencioso de la deuda externa y del modelo
neoliberal: Mientras el pueblo se empobrece obligado a sacrificarse
para pagar la deuda externa, los capitalistas mexicanos se enriquecen
de manera inédita.

6. La privatización: ¿una medida Made in Perú? No se puede tomar la
decisión de privatizar las empresas eléctricas y del agua, sin la
opinión favorable de la población involucrada, más aun cuando el
gobierno que ha sido elegido, descartó la privatización como una
fuente de ingresos para cubrir el déficit fiscal.

7. Derechos económicos, sociales y culturales: Foro Social Nacional:
otra Venezuela es posible: La primera semana de julio se realizó en
Caracas, el 2° Foro Social Nacional bajo el lema tomado prestado del
Porto Alegre: "Otro mundo es posible".




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1. La enfermedad moral del capitalismo
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Joaquín Estefanía

Primera parte (dada su extensión este artículo será publicado en dos
números consecutivos).

1 Un fantasma recorre el mundo. El de la enfermedad moral del
capitalismo, que arrasa su legitimidad. El sistema se halla afectado
por una serie de escándalos, crisis recurrentes y financiarización que
minan su presente y su futuro. El problema es tanto mayor por cuanto
el capitalismo carece de alternativas. Muchas de las instituciones
fundamentales para su funcionamiento no dan la talla. Una de las
burbujas especulativas más importantes de la historia ha estallado y
caído el telón sobre el suelo del escenario. Los ciudadanos han visto
desnudas la codicia, la avaricia, la desigualdad, la exclusión, sin
velos de ningún tipo. Las bolsas de valores, los mercados donde cada
vez más ciudadanos depositaban sus ahorros, están deprimidos y llenos
de tristeza. Millones de personas están perdiendo su dinero o
sencillamente se han arruinado. Pero lo más dramático está por llegar:
el momento en que el contagio se traslade de los pequeños accionistas
a la solvencia de los bancos. Sólo entonces se encenderán las luces
rojas y los Estados intervendrán, olvidándose de los principios de la
economía de mercado.

La burbuja bursátil ha magnificado los cambios en las costumbres
empresariales y ha llevado las tendencias que se habían ido forjando
durante más de una década -coincidiendo con la caída del muro de
Berlín- al paroxismo. Hubo un tiempo en el que se creyó que en las
bolsas sólo se podía ganar dinero, y en el que se olvidó la ley de
Newton de que todo lo que sube, baja (y no al revés). La historia dice
que el furor que acompaña a una burbuja especulativa, en este caso la
de la nueva economía, provoca la desaparición repentina de la
desconfianza en casi todos los sectores. Cuando la burbuja se pincha,
se pierde la confianza. La de ahora es, sobre todo, una crisis de
confianza.

No puede decirse que no hubiera señales de que este crash bursátil
podía llegar. Desde principios de los años noventa, casi en paralelo a
la unipolaridad del mundo motivada por el fin del socialismo real, el
sistema se ve afectado, con una cadencia regular, por una serie de
crisis de distinto aspecto, pero con una característica común:
comienzan por lo financiero y se contagian al resto del sistema
productivo.

Sucede cuando la globalización se ha constituido en el marco de
referencia de nuestra época. Primero fue en Europa; en 1992, el
debilitamiento de las monedas se llevó por delante el Sistema
Monetario Europeo. En 1994 fue México, donde la salida de capitales
terminó con el paradigma del país emergente que ha abierto sus
fronteras y camina de modo lineal hacia la modernidad. En el verano de
1997 quedó triturado otro mito: el de los tigres y los dragones, el
modelo asiático tan ensalzado y tan falsificado hasta entonces por los
neoliberales.

Poco después saltó Rusia, que suspendió el pago de su deuda,
demostrando que no puede haber democracia sin Estado. Desde 1998 y
1999, la volatilidad se instala injustamente en América Latina, una
región que había hecho con nota los deberes que los ortodoxos del
Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial le habían
impuesto; un año después, Argentina vuelve a caer en la postración y
repudia su gigantesca deuda externa de más de 150.000 millones de
dólares.

En diciembre de 2001, la crisis llega al corazón del sistema, y Enron,
una empresa de energía hasta ese momento adulada por todos, entra en
bancarrota. Ha comenzado la ronda de la contabilidad creativa. La
economía del engaño se transmite con la velocidad de la luz. Todos los
días cae algún gigante. Y no hemos llegado al final.

En este circuito, las finanzas son lo hegemónico. Lo productivo, lo
industrial, es subsidiario de lo financiero. Las bolsas de valores
adquieren el protagonismo. Los medios de comunicación instantáneos
abren sus programaciones en cada momento con la evolución de los
índices Nikkei, Dow Jones o Nasdaq. De su comportamiento depende la
salud mental y económica de muchos inversores.

2.La ética del capitalismo. ¿Qué tiene que ver este capitalismo de la
mentira y el fraude con el capitalismo de sus filósofos fundadores,
Adam Smith, Benjamin Franklin, Max Weber, Sombart, incluso Marx o
Veblen y Schumpeter? En La ética protestante y el espíritu del
capitalismo, Weber define el espíritu del capitalismo como el conjunto
de elementos éticos que deben inspirar a los empresarios en sus
acciones a favor de la acumulación del capital; el capitalismo supone
una nueva relación moral de las personas con su trabajo, determinada
en forma de vocación. El protestantismo de la Reforma, con una
conducta ascética y puritana, tuvo una influencia en el desarrollo del
capitalismo. ¿Qué puntos en común encontrar entre los calvinistas de
la honestidad, la frugalidad y la preparación y los tíos Gilito que
han emergido a la luz pública en los últimos años?

Rafael Termes, banquero y miembro de la Real Academia Española de
Ciencias Morales y Políticas, ha defendido que no hay contradicción
entre el capitalismo y la ética, sino 'que la propia naturaleza del
modelo capitalista, bien entendido y bien vivido, fomenta el
desarrollo de las virtudes morales, la primera de ellas las
generosidad'.

¿O sí, y el abuso forma parte de la esencia del sistema? Es lo que
piensan los profesores franceses Luc Boltanski y Éve Chiapello, que
han escrito un monumental tomo, titulado precisamente El nuevo
espíritu capitalista, en el que sostienen que mientras el capitalismo
prospera, la sociedad se degrada, y que el crecimiento de los
beneficios es paralelo a la exclusión. ¿Hay una larga y única época de
evolución del capitalismo que empieza con el nacimiento del poder
mercantil en el siglo XVII y que continúa hasta nuestros días, o, como
interpreta el profesor Robert Heilbroner, el capitalismo tiene sus
propias discontinuidades, que completan una fase tras otra, asumiendo
en nuestro tiempo otras formas, como lo que llamamos nueva economía?

Lo que estamos viviendo tiene más que ver con la destrucción creativa
que Schumpeter describió proféticamente a principios de los años
cuarenta que de la versión ñoña e ingenua de Hayek y los neoliberales.
En esta última, el empresario, bajo su responsabilidad, decide qué
produce, qué servicios ofrece y cómo lo hace; en la actividad
empresarial, es totalmente libre. El consumidor, por su parte, es
libre de elegir, de acuerdo con su renta, entre los valores y
servicios que le ofrece el empresario. Éste último trabaja en un
contexto de libre competencia, inversiones y precios adecuados al
beneficio esperado. El mercado proporciona al empresario información
sobre la oferta y la demanda, y las coordina. Los productores,
independientes entre sí, reciben indicadores de los consumidores
acerca de los bienes que deben producir y a qué precios. Aspiran a
vender bienes y prestar servicios de la mejor manera posible,
vendiéndolos al precio más barato para atraer clientes. Es la
smithiana mano invisible del mercado. El contenido del Estado es sólo
garantizar al mercado la posibilidad de ejercer su función sin
obstaculizar su trabajo y protegerlo de injerencias ajenas.

¡Y los pajaritos cantan y las nubes se levantan!

Parece un cuento navideño o una película bienintencionada de Frank
Capra. Sin monopolios, sin carteles ni trusts, sin información
privilegiada u oculta. Sin mentira. El escritor ruso Alexandr
Zinoviev -doblemente disidente, de lo soviético y de lo posterior-
dice que esta descripción angélica le recuerda un chiste soviético: la
maestra de una guardería de Moscú cuenta a los niños lo maravillosa
que es la sociedad soviética; un niño se echa a llorar y la maestra
emocionada le pregunta por qué; el niño le contesta que, oyéndola, le
han entrado muchas ganas de ir a la URSS.

Durante muchas décadas los neoliberales criticaron a los comunistas
que decían que el socialismo real no tenía nada que ver con lo que
ellos defendían. Ahora es al revés: son los neoliberales los que creen
que este capitalismo de amiguetes y fraudes que sufrimos (el
capitalismo real) no tiene nada que ver con el verdadero capitalismo.

(continuará)
Fuente: El País, España


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2. Carta de los Provinciales de la Compañía de Jesús a los Ministros
de Economía del grupo (G7) sobre la anulación de la Deuda Externa
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A los Señores Ministros de Economía del Grupo G7:

Como Superiores Provinciales de la Compañía de Jesús, queremos agregar
nuestras voces a las expresiones de preocupación con respecto al
problema de la deuda que aflige a tantos países pobres. La mayoría de
estos países se encuentran en África Subsahariana, pero otras regiones
del mundo, notablemente América Latina y el Caribe, se encuentran
igualmente afectadas. Nuestros colegas jesuitas en los países del
Tercer Mundo dan testimonio del impacto devastador de la crisis de la
deuda, sobre todo en los sectores más empobrecidos.
La Montaña de la Deuda

En muchos países en vías de desarrollo, la deuda externa es inmensa.
Por ejemplo, la deuda de los países de África Subsahariana alcanza los
$220 billones.  Esto representa $365 por persona, mientras que el PNB
por persona es tan solo $308.  En muchos países africanos, se gasta
más en el servicio de la deuda que en salud y demás servicios
sociales.  La falta de fondos suficientes para los servicios
sanitarios y el control de las epidemias se traduce en numerosas
muertes, así como la incapacitación permanente de muchas personas,
como consecuencia de enfermedades curables.

La falta de inversión en la educación resulta en una elevada tasa de
analfabetismo.  El dinero que debería gastarse en infraestructura
básica, salud, la protección del medio ambiente y el desarrollo local
se exporta a los países ricos.  A veces, los programas de
reestructuración, impuestos por agencias financieras con sede en el
Norte, han llevado a la desestabilización social y política.

El peso de la deuda perjudica gravemente el desarrollo de los países
del Tercer Mundo.  En África, casi la mitad de cada dólar que se gana
en concepto de exportaciones, se gasta en la financiación de la deuda.
Aproximadamente la tercera parte de esta suma vuelve a los países
acreedores.  No debe sorprendernos que los gobiernos africanos se
pregunten hasta qué punto les ayuda el aumento de sus exportaciones.
Además, de cada dólar recibido en forma de ayuda, el 20% pasa a los
acreedores privados. Esta situación frena la reforma de las finanzas
públicas, pues los beneficios se pierden en la financiación de la
deuda, en lugar de invertirse en los servicios básicos.

Aspectos éticos

En la situación de necesidad extrema que existe ahora en África
Subsahariana, América Latina, el Caribe y otras regiones, no podemos
seguir insistiendo en la obligación ética de pagar la totalidad de la
deuda internacional.

Aunque resulte difícil identificar con precisión a los responsables de
la crisis de la deuda sí podemos afirmar que las personas humildes no
lo son, y ellas son las más afectadas.  Entre los factores más
importantes, se puede señalar el persistente déficit presupuestario en
los Estados Unidos, que sostuvo una tasa de interés elevada en la
década de los ochenta.  Al mismo tiempo, hubo un colapso en el precio
de las materias primas, y un aumento en el precio del petróleo.

Todo esto llevó a la desvalorización de las monedas locales, agravando
más todavía el problema de la financiación de la deuda, que se
calculaba en dólares.

En algunos países, el dinero prestado fue malgastado en proyectos
grandiosos, favoreciendo a élites corruptas.  Con frecuencia, estas
mismas élites se mantenían en el poder debido sus vínculos con una u
otra de las superpotencias.  A partir del colapso del bloque
comunista, estos países han perdido su importancia estratégica, y han
quedado abandonados a su suerte.  A pesar de que los sectores más
pobres de estos países no se vieron beneficiados con el dinero
prestado, ahora sienten todo el peso de la deuda acumulada.

No habría que olvidar la obligación moral de los países del Norte de
ayudar a los del Sur, debido al pasado colonial.  No ha habido
recompensa alguna por el gran saqueo de recursos materiales y humanos
del que fueron objetos éstos.  Además las fronteras políticas
impuestas por las potencias coloniales, sin tener en cuenta el factor
étnico, han sido una causa importante de inestabilidad interna e
internacional.  La explotación comercial del Sur por parte del Norte
es un gran crimen, no solamente histórico, sino actual.  Los países
del Norte aprovecharon el Sur como fuente de materias primas baratas,
pero debido a las tarifas elevadas, resulta muy difícil que los países
del Tercer Mundo desarrollen su propia industria.  Muchas entidades
comerciales radicadas en el Primer Mundo logran controlar los precios
en el mercado mundial, perjudicando a los productores y agricultores
del Tercer Mundo.  En realidad, son los países del Norte que tienen
una gran deuda con los del Sur, y no vice versa.

Nadie está obligado a ser condenado a la miseria para devolver el
dinero a acreedores ricos, y menos todavía cuando la deuda ha sido
contratada en circunstancias tan cuestionables.

Al contrario, en una situación de tan extrema necesidad, la obligación
moral de ayudar al prójimo exige que los a países del Norte apoyen a
sus vecinos del Sur.  La anulación de la deuda impagable del Tercer
Mundo puede significar algunos inconvenientes para los países del
Norte, pero estos tampoco serán tan grandes.

Conclusión

Como jesuitas, entendemos nuestra misión en términos del servicio de
la fe, pero la promoción de la justicia forma una parte ineludible de
esta misión.

No podemos sentirnos en paz con Dios mientras seguimos divididos entre
nosotros mismos por la desigualdad, la pobreza extrema y las
relaciones injustas.  Por lo tanto, queremos apoyar sin reservas la
campaña "Jubileo 2000", y otras similares, que piden la anulación
inmediata de la deuda impagable del Tercer Mundo.  Pedimos que los
países del Norte no se contenten con tal medida mínima, sino que se
animen a lanzar una campaña concertada de apoyo a los países de Tercer
Mundo en su búsqueda de un desarrollo sostenible.  Además, pedimos a
los países del Norte que se encarguen de ordenar su propia casa,
buscando nuevos modelos de desarrollo que no dependan de políticas
proteccionistas ni la explotación de materias primas baratas
provenientes del Tercer Mundo.

Junio 1999

Esta carta fue preparada por el JDRAD (Jesuits for Debt Relief and
Development/Jesuitas por el Saneamiento de la Deuda y el Desarrollo
http://www.jesuit.ie/drad,) ubicado en Dublín.


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3. Privatizar las jubilaciones: el trabajo de los empleados como
garantía de la especulación financiera
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Alessandro Santoro

La campaña por una gradual reducción del papel que cumple el sistema
público de jubilaciones a favor del aumento de las jubilaciones
privadas se basa en dos axiomas:

- el sistema público de jubilaciones se halla en crisis.

- la mejor solución a dicha crisis es la apertura del sistema de
jubilaciones bajo la  forma de previsión de capitalización privada

Es necesario analizar atentamente los fundamentos de estas
afirmaciones para descubrir el engaño y los peligros que nos acechan.

La crisis del sistema previsional público (de reparto) se explica
diciendo que las contribuciones procedentes de los trabajadores en
actividad no alcanzan para pagar a los jubilados.

Se trata de un razonamiento puramente numérico que esconde un análisis
incompleto de lo elementos que determinan el equilibrio de un sistema
de reparto ( en el cual los actuales trabajadores pagan las
jubilaciones de los trabajadores de ayer). Es cierto que dicho
equilibrio depende de la relación entre la cantidad de trabajadores
activos y la cantidad de jubilados, y de las reglas de cálculo que se
apliquen, pero también depende del nivel salarial de los trabajadores
activos debido a que las contribuciones previsionales son
proporcionales a los ingresos de los asalariados.

Los autores de la previsión por capitalización (en primer término los
gobernadores de la banca de Italia) tienden a olvidar esta simple
consideración, afirmando que el desequilibrio numérico entre
trabajadores activos y jubilados impulsa a encaminarse a la previsión
por capitalización. ¿Y porqué razón la olvidan? Debido talvez a que si
se reflexionara sobre la situación de los salarios se llegaría a la
conclusión de que en los últimos veinte años (en Italia como en el
resto de Europa) las ganancias en términos relativos han crecido y en
cambio los salarios han disminuido, o dicho de otro modo los
trabajadores no han podido disfrutar de los incrementos de
productividad obtenidos  a través de la intensificación de los ritmos
de trabajo y la precarización de las condiciones.

Es decir que en la práctica la mencionada crisis del sistema público
de jubilaciones está determinado  no solo por el desarrrollo
demográfico natural sino también por le injusta distribución de la
riqueza característica  de Italia y de otros países capitalistas, en
los últimas dos décadas.

Sin embargo, aún suponiendo que fuera necesario reequilibrar las
cuentas del sistema de previsión público, ¿porqué tendría que buscarse
la solución en el sistema de capitalización privado?

Este sistema prevé fundamentalmente que el monto de las jubilaciones
se vincule a los vaivenes  de los mercados financieros para quiénes
las jubilaciones se convierten en una forma de inversión bursátil de
largo plazo. Esta posibilidad ya existe en Italia bajo la forma de
fondos cerrados ( es decir reservados a cierta categoría de
trabajadores) o abiertos. Y bien si   un trabajador contrata  una
póliza de capitalización previsional, ningún banco ni compañía de
seguros está en condiciones de garantizarla ni siquiera un mínimo
nivel de jubilación futura.

Es decir que lo que se le está pidiendo al trabajador es que asuma el
riesgo de los vaivenes de los mercados financieros; los bancos no
quieren correr con los riesgos de las inversiones bursátiles, los
derivan simplemente a los trabajadores.

El caso Enron es , desde este punto de vista, ejemplificador: la
quiebra de esta compañía produjo   la quiebra del fondo de
jubilaciones que contra toda regla había sido colocado en su mayor
parte en acciones de la misma Enron.

De modo que los trabajadores, al quebrar la empresa, debido a las
oscuras maniobras de sus millonarios dirigentes, no perdieron su
trabajo pero vieron evaporarse sus jubilaciones!
En otras palabras, estamos frente  a otro ejemplo de aquélla  v vieja
costumbre de los patrones de socializar las pérdidas y de privatizar
las ganancias.

El desvío de las jubilaciones hacia el mercado financiero tiene otro
objetivo evidente: tratar de disimular  las razones del conflicto.
Desde el momento en que la suerte de las jubilaciones pasa a depender
del mercado financiero, el mismo trbajador se sentir cerrar el
círculo: luego de haber contribuido a la crisis del sistema público de
previsión social, erosionando los salarios y en consecuencia los
aportes que financian el sistema, puede utilizar las jubilaciones
privadas no solo para intensificar el procesp de financiarización de
la economía sino también para poner límites al conflicto salarial.

Es necesario oponerse a esta tendencia, acudiendo rápidamente al
establecimiento de  una estrategia basada en el fortalecimiento del
sistema público de jubilaciones a través de una serie de medidas que
trastoquen esta lógica. Por ejemplo se podría pensar en:á inhibido de
pedir mayor salario porque, se sabe, las Bolsas temen a los aumentos
salariales (son inflacionarios dicen) como a la peste. Esto constituye
un elemento fundamental del sistema capitalista de los EEUU y tiene
importancia no secundaria en la explicación de porqué la Cofindustria
(N. de T. Confederación industrial italiana)y los Mercados piden a
gritos el fortalecimiento de los fondos jubilatorios.

En síntesis con la privatización de las jubilaciones el sistema
capitalista intenta

1) Establecer una nueva relación entre salarios y beneficios
restituyéndoles a los trabajadores (por vía contractual o fiscal) los
beneficios de la productividad.
2) Revisar algunos regímenes previsionales de privilegio
3) Establecer una contribución solidaria (como en Francia) destinada a
financiar el sistema público de jubilaciones y pensiones sobre la base
de las rentas financieras o a través de la aplicación de
4)
5) un impuesto mínimo a las grandes empresas.

ATTAC- Il Granello di Sabbia, nº 62
Traducción S. Merino


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3. El accionar del FMI en la Argentina
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Naúm Minsburg*

Las últimas encuestas realizadas por varias consultoras, difundidas
ampliamente por los medios, han demostrado lo que se sabía
empíricamente: la mayoría de la gente rechaza los acuerdos que se
están tratando de materializar con el F.M.I.

Por estas circunstancias es conveniente analizar, aunque sea muy
brevemente, la historia de las relaciones de nuestro país con el FMI
(creado en 1944), que comienza con el gobierno de la llamada
"revolución libertadora" y el primer crédito obtenido fue en 1958,
bajo el gobierno del Dr. Arturo Frondizi.

Desde ese entonces la influencia del Fondo y de su "brazo derecho" el
Banco Mundial, sobre la evolución económico social de nuestro país ha
sido de fundamental importancia. Condicionando y supeditando nuestro
desarrollo a las conveniencias e intereses de las grandes potencias
mundiales, fundamentalmente de los Estados Unidos.

Pero pecaríamos de unilateralidad si no viéramos detrás de las
condicionalidades del Fondo una clara connivencia con los intereses de
los grandes capitales locales y de las filiales de las corporaciones
transnacionales, a los que posteriormente se añadirían el accionar del
capital financiero internacional.

No es el propósito de un artículo periodístico realizar un análisis
histórico y pormenorizado. Detengámonos simplemente en los últimos
meses.

La Argentina ha pasado de ser la alumna ejemplar, el ejemplo de la
aplicación incondicional de las directrices del FMI, a constituirse en
la "peor de todas". A la que hay que poner de rodillas por haberse
atrevido a proclamar públicamente el default , situación en la que se
encontraba de hecho.

¿Acaso el FMI no sabía que el modelo basado en una convertibilidad
ficticia e impuesta forzadamente y que se basaba en la apertura
irrestricta de importaciones de bienes y capitales, que aumentaban
exageradamente el endeudamiento externo y en privatizaciones a precios
viles y con fuertes indicios de corrupción, no iba necesariamente a un
callejón sin salida y podía explotar en cualquier momento?

Para poder mantener el modelo "menemista - cavallista - delarruísta"
que se caía a pedazos, cuyos resultados están a la vista, y poder
facilitar la colosal fuga de capitales que posteriormente se
efectuaría, Cavallo contrató para presidir al Banco Central a un
alumno educado escrupulosamente por el Fondo, el señor Mario Blejer.

El FMI para conceder su "ayuda", comenzó exigiendo un "plan económico
sustentable" y que hasta que dicho plan no estuviera efectivizado, la
comunidad financiera internacional no brindaría su apoyo a nuestro
país. Una suerte de bloqueo increíble en los tiempos actuales.

Luego de innúmeras misiones, la última dirigida por el indio Anoop
Singh (el mismo que junto a Mario Blejer fueron los autores del
desastre de Indonesia) que impuso a los gobernadores la firma del
documento de "los 14 puntos" cuya esencia está constituida por el
ajuste extremo y eterno.

Es sabido que en una crisis económica, el ajuste o la reducción del
gasto no sólo empeora la coyuntura puesto que cae la recaudación
impositiva, el desempleo adquiere características gravísimas, más de
la mitad de la población en pobreza crítica, se produce la destrucción
de gran parte del aparato productivo etcétera, la crisis se convierte
en un círculo vicioso infernal. Así estamos.

El 5 de enero, a muy pocos días de haber asumido Eduardo Duhalde, el
fiel discípulo del "cavallismo" Jorge Remes Lenicov y el ministro de
la "producción"(¿?) Ignacio de Mendiguren, producen la devaluación de
nuestra moneda que en muy breve tiempo se transforma en una
megadevaluación, de tal magnitud que no se produjo ni en Rusia,
Turquía ni en los países asiáticos.

El pretexto esgrimido para tamaño dislate -producido no solamente por
la inepcia y los intereses de los que lo impulsaron - era "tornar más
competitiva la economía nacional para incrementar verticalmente las
exportaciones". Como si la competitividad consistiera únicamente en un
tipo de cambio desproporcionado y no mediaran otros elementos como la
calidad, la incorporación de tecnología, la seriedad en el
cumplimiento de lo convenido, en el respeto de los compromisos,
etcétera.

Omitieron dichos funcionarios que una buena porción de la producción
nacional por culpa del "cavallismo" tiene una gran proporción de
insumos importados lo cual influye negativamente en el costo final.

Pero la megadevaluación ha pulverizado los sueldos y salarios, la
inflación se ha instalado y comienza a perfilarse el peligro de la
hiperinflación. ¡ Y el FMI exige que la flotación del dólar sea libre!

En las últimas semanas el FMI impone como condición suprema la
derogación de dos leyes de trascendental importancia: la ley de
quiebras y la de subversión económica.

La modificación de la ley de quiebras posibilitará que muchas empresas
nacionales puedan ser adquiridas por acreedores externos por valores
insignificantes, profundizando el grave proceso de extranjerización de
nuestra economía.

La derogación de la ley de subversión económica, tiene el propósito
exclusivo de proteger de eventuales juicios condenatorios a los
directorios de los bancos que actuaron y actúan en lo que hemos
denominado como "la mayor estafa de la historia". Esto es el despojo
de millones de ahorristas que han sido atrapados en el "corralón
infernal". Y que al mismo tiempo han vaciado al país financieramente,
tornando sumamente difícil el restablecimiento de un sistema bancario
serio y confiable, indispensable para la reactivación de nuestra
economía.

En definitiva consideramos que las negociaciones con el FMI deberían
efectuarse con posiciones de defensa irrestricta de los intereses
nacionales, tratando por todos los medios de reestructurar seriamente
la deuda externa, realizar un verdadero y efectivo plan para reactivar
la economía, superar gradualmente la pobreza, eliminar definitivamente
el cáncer de la corrupción y movilizar cabalmente el ahorro argentino,
hoy volcado exclusivamente a la especulación cambiaria.

(*) Economista. Miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina. E
mail: [email protected]


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4. México: El escándalo silencioso de la deuda externa y del modelo
neoliberal
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Eric Toussaint*

Venceremos

En 1914, en plena revolución, cuando Emiliano Zapata y Pancho Villa
estaban a la ofensiva, México suspendió por completo el pago de su
deuda externa. El país entonces el más endeudado del continente, sólo
devolvió, entre 1914 y 1942, sumas puramente simbólicas con el único
fin de calmar la situación. Entre 1922 y 1942 (¡20 años!) hubo largas
negociaciones con un consorcio de acreedores dirigido por uno de los
directores de la Banca J.P. Morgan, de Estados Unidos. Entre 1934 y
1940, el presidente Lázaro Cárdenas nacionalizó sin indemnización la
industria petrolera y los ferrocarriles que estaban en manos de
empresas estadounidenses y británicas, expropió y repartió en forma de
ejidos mas de dieciocho millones de hectáreas de grandes latifundios
de propiedad nacional y extranjera, reformó profundamente la educación
pública.

Esta política radical antiimperialista y popular provocó naturalmente
la protesta de los acreedores. Pero la tenacidad de México dio
resultado: en 1942, los acreedores renunciaron aproximadamente al 80%
del valor de sus créditos (tal como estaban en 1914, es decir sin
tomar en cuenta multas por los atrasos) y aceptaron unas leves
indemnizaciones por las empresas que les habían sido expropiadas (2).
Otros países, como Brasil, Bolivia y Ecuador, también suspendieron
total o parcialmente los pagos a partir de 1931. En el caso de Brasil,
la pausa selectiva en los reembolsos duró hasta 1943, año en el que un
acuerdo permitió reducir la deuda en un 30%. Ecuador, por su parte,
interrumpió los pagos desde 1931 hasta los años 50.

En los años '30, en total 14 países suspendieron los pagos en forma
prolongada. Entre los grandes deudores, sólo Argentina reembolsó sin
interrupción, después de haber hecho lo mismo durante la crisis
precedente, a finales del siglo XIX. Si se comparan los resultados
económicos de Argentina en el decenio de 1930 con los de los otros
grandes deudores (México y Brasil), éstos fueron por supuesto mucho
peores.

Con la crisis de la deuda iniciada en 1982 y todavía en curso veinte
años mas tarde, la situación cambió profundamente. Los gobiernos
latinoamericanos -con la excepción de Cuba- adoptaron en general una
actitud de capitulación ante los acreedores. Desde agosto de 1982 y
ante la suspensión provisional del reembolso de la deuda mexicana, los
acreedores, con la complicidad o la cobardía de los gobiernos
latinoamericanos, en general supieron sacar provecho de la situación.

Todas las interrupciones en los pagos duraron menos de un año y nunca
fueron decididas de manera concertada por varios países. En
consecuencia, los acreedores privados pudieron realizar jugosos
negocios y el FMI logró recuperar con intereses las sumas puestas en
cada caso a disposición de los deudores para que pudieran honrar los
compromisos internacionales y continuaran o retomaran los reembolsos.

Más importante, los gobernantes y las clases dominantes de América
Latina, aceptaron las exigencias de los gobiernos imperialistas
acreedores, en primera instancia de la administración estadounidense,
y aplicaron medidas económicas neoliberales, que desembocaron en una
recolonización de sus países. Las políticas llevadas a cabo en México,
en Argentina o en Brasil están determinadas hasta en los más mínimos
detalles en Washington sede del Banco Mundial, del FMI y de la
administración estadounidense. Lo declara claramente Joseph Stiglitz,
el ex primer vice presidente y economista en jefe del Banco mundial,
premio Nobel de economía 2001 : « Hoy, el país se enfrenta a una
crisis y el FMI le dice que, si quiere más dinero, tiene que hacer tal
cosa (.) Hay incluso una farsa permanente, que consiste en que el país
redacta una carta de intención, en la que detalla lo que piensa hacer,
y la envía al FMI; pero es el FMI el que le ha dicho previamente lo
que tiene que escribir. Se lo han dictado.(...) En el FMI no hay más
que un país que tenga el derecho de veto: el Departamento del Tesoro
de Estados Unidos » (El País Semanal, 23 de junio del 2002)

Entre 1982 y 2000, la deuda externa de México casi triplicó (pasando
de 57 mil millones de dólares a 157 mil millones) mientras el país
pagó a sus acreedores 8 veces lo que debía (según el Banco Mundial,
México reembolsó 478 mil millones de dólares). El país reembolsa
endeudándose. La deuda externa se vuelve eterna. El pago de la deuda
externa mexicana representa, como para los otros países del Tercer
Mundo, una enorme transferencia de ingresos de los trabajadores y de
los pequeños y medianos productores hacia los capitalistas poseedores
de títulos de la deuda externa. Entre los acreedores se encuentran
capitalistas mexicanos que poseen una parte de los créditos gracias a
los capitales que han colocado en los mercados financieros
extranjeros. Mientras el pueblo se empobrece obligado a sacrificarse
para pagar la deuda externa, los capitalistas mexicanos se enriquecen
de manera inédita.

Después de la crisis de 1994-1995, a pesar de discursos
propagandísticos de los presidentes Ernesto Zedillo y Vicente Fox, las
transferencias de México hacia el exterior han sido enormes, peores
que en los años de 1982-1986. Según los datos comunicados por el Banco
Mundial, entre 1986 y 2000, México recibió 140 mil millones de dólares
en préstamos y reembolsó 210 mil millones. Significa que México
transfirió hacia sus acreedores 70 mil millones de dólares más de lo
que recibió.

El reembolso de la deuda pública externa se hace en detrimento de los
gastos sociales (educación, salud, vivienda) y de la inversión
publica: el gobierno dedica el 30% del presupuesto público al pago de
la deuda externa. En el 2001, el gobierno pagó 29 mil millones de
dólares a los acreedores de la deuda pública externa (Fuente:
Gobierno, Primer informe de ejecución 2001, página 208
http://pnd.presidencia.gob.mx/pnd/pdf/2001_ie-pnd_203-210.pdf).

Si añadimos el costo de la deuda pública interna, llegamos a sumas
astronómicas. En 2001, el costo financiero de la deuda pública interna
y del Fobaproa-Ipab representó 131 mil millones de pesos mexicanos
(unos 14 mil millones de dólares). El total de la deuda pública
interna y externa alcanza alrededor de 150 mil millones de dólares
(mitad interna, mitad externa). En dólares, el costo de esa deuda
representó en 2001 alrededor de 43 mil millones de dólares: una
hemorragia tremenda de recursos hacia los capitalistas nacionales y
extranjeros acreedores. El tesoro público dedica 2,5 mas dinero al
pago de la deuda que a la educación pública en un país en el que,
según el presidente de la Confederación Patronal de la Republica
Mexicana (Coparmex), Jorge Espina, hay « 32,5 millones de mexicanos
analfabetos » (El País, 23 de junio del 2002). Un país en el cual,
según el mismo Jorge Espina más de la mitad de la población vive bajo
la línea de pobreza.

El modelo entreguista aplicado después del 1982 por Miguel De La
Madrid hasta Vicente Fox implica entregar progresivamente los ejes
fundamentales del desarrollo económico, social y cultural de la nación
al gran capital extranjero (sea norteamericano u europeo) en
complicidad con los capitalistas mexicanos, manteniendo ellos un
cierto control sobre una parte del aparato productivo. Este modelo
implica también una degradación profunda de las condiciones de vida de
los asalariados, campesinos y demás pequeños productores, del pueblo
en general. La venta de empresas públicas implica una pérdida de
soberanía nacional y el dinero de las privatizaciones sirve para
asegurar el pago de la deuda pública interna y externa. En el 2001, el
banco estadounidense Citigroup se apodero de Banamex y en el 2002
Banco Bilbao Vizcaya ganó el control completo sobre Bancomer.

La situación económica en México se vuelve nuevamente muy tensa :
pérdida de 500.000 empleos desde que empezó la nueva crisis económica
en el vecino del norte a inicios del 2001 (90 % de las exportaciones
mexicanas salen para EEUU). El Producto Interno Bruto bajó en 2001. El
precio del petróleo, como el de otras materias primas, está deprimido,
lo que reduce los ingresos fiscales del gobierno con los que se paga
la deuda externa. Las presiones contra el peso aumentaron nuevamente a
mitad del 2002; las salidas de capitales se aceleraron. Un aumento de
la tasa de interés (premio de riesgo país) que paga México sobre su
deuda no se puede descartar. En breve, no es improbable una nueva
crisis económica y financiera con problemas de pago de la deuda. Sin
embargo, la presidencia de Vicente Fox profundiza la política
neoliberal de sus predecesores. Con la política de apertura económica
total que favorece a las empresas transnacionales, los obreros y
obreras, los campesinos y campesinas de México están obligados a
competir con los trabajadores de los demás países, cercanos y lejanos.
El diario español, El País, lo expresa de manera cruda : « las
maquilas, las cadenas de montaje de capital extranjero, que crearon
más de un millón de empleos, y constituyen el segundo generador de
divisas después del petróleo, pierden competitividad. La razón es
simple : los obreros mexicanos ganan tres dólares y medio a la hora, y
los chinos o indios, cuarenta centavos » (El País, 23 de junio del
2002).

Hace falta romper totalmente con el modelo neoliberal y quebrar el
círculo infernal de la deuda. No hay nada ineluctable.

Las certidumbres teóricas neoliberales manifestadas hoy en día no
valen apenas más que las de los liberales o conservadores al poder en
los años 1920 antes del crack financiero. El fracaso económico y el
desastre social provocados por los neoliberales de hoy podrían
desembocar en nuevos grandes cambios políticos y sociales. La
mundialización no es un bulldozer que aplasta todo a su paso: las
fuerzas de resistencia son reales y vivas. La mundialización está
lejos de haber logrado un sistema económico coherente: las
contradicciones en el seno de la Tríada son múltiples (contradicciones
entre potencias imperialistas, contradicción entre empresas,
descontento social, crisis de legitimidad de los regímenes en el
poder, criminalización del comportamiento de los grandes actores
económicos). Es más, las contradicciones entre el Centro y la
Periferia se refuerzan ya que la dinámica actual de la mundialización
es excluyente. Los pueblos de la Periferia constituyen más del 85% de
la población mundial: los que creen que van a dejarse marginar sin
reaccionar cometen una gran equivocación. Finalmente en el interior de
la Periferia, las autoridades que aceptan la vía neoliberal pierden
progresivamente elementos de legitimidad (v.g. Fernando de la Rúa en
Argentina derrocado por el pueblo en diciembre 2001, Alejandro Toledo
obligado en Perú a renunciar a ciertas privatizaciones en junio de
2002). En general, las clases dominantes en estos países no tienen
muchas perspectivas de progreso que ofrecer a la gran masa de la
población.

Frente a esta falta de perspectiva de mejoramiento del desarrollo
humano, es hora para los millones de personas y decenas de miles de
organizaciones que luchan, de aprender a vivir juntos reconociendo la
real complementariedad e interdependencia entre sus proyectos, de
organizar y de afirmar la mundialización de las fuerzas de
(re)construcción de nuestro porvenir unidos, de difundir la narración
solidaria de este mundo.

Ya es hora.

*Presidente del CADTM (Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer
Mundo con sede en Bélgica)
        Julio 11 de 2002                Fuente: Rebelión


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6. La privatización: ¿una medida Made in Perú?
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Raúl Luna Rodríguez

Una tercera parte de la población peruana, se ha expresado de manera
activa en contra de las privatizaciones. Las expresiones de protesta y
rechazo han abarcado la macro región sur, y en días recientes Junín y
Huancavelica, Piura, Talara. En las encuestas el rechazo de la
población es del 70 %. Los funcionarios del gobierno han señalado que
existe poca información, respecto a las bondades de este novedoso
proceso.

Sin embargo, esta medida no es muy original, que ahora es propuesta
por el actual gobierno. Esta medida es parte de los Programas de
Ajuste Estructural que el FMI y el Banco Mundial impusieron a Perú y a
América Latina, desde el período de Morales Bermúdez. Un caso reciente
es el fracaso de Argentina, que privatizó al 100 %: Argentina aprobó
los exámenes del FMI con la mas alta calificación y felicitación, y
entró en crisis en los últimos meses.

Hoy, es un país en bancarrota.

El mito del estado malo y de la empresa privada buena.

La evidencia empírica mundial no muestra evidencias que demuestren que
el monopolio de la eficacia sea de la empresa privada,
contraponiéndola al monopolio de la burocracia, lentitud y poca
competitividad de la iniciativa estatal. Frases ideológicas, que se
repite hasta el cansancio, y que - sin ningún lugar a dudas - ha
calado hondo en el imaginario popular. Pero, ¿es real? ¿O es otro de
los tantos mitos a los que han promovido los hacedores de opinión
pública?.

Los peruanos y peruanas hemos contemplado el desmantelamiento del
Seguro Social y hemos visto nacer los seguros de salud y las clínicas.
Quienes hacen uso de estos servicios privados hemos podido comprobar
que estas Empresas Privadas tienen defectos: largas esperas, mala
atención médica, escasez de medicinas, cobros excesivos, no cubren
muchas enfermedades, tienen pésimo equipamiento, y han causado muchas
muertes por negligencia médica e institucional. Los usuarios tenemos
críticas, no vemos una mejora en el servicio.

En el mundo, existen experiencias exitosas de empresas estatales: en
educación en Francia, Inglaterra, la educación es principalmente
estatal, la televisión inglesa es de primera calidad, los sistemas de
salud nórdicos ¿no son eficaces? O el sistema de educación japonés -
público - ¿no es eficiente? La NASA, seguramente una de las
organizaciones de vanguardia en la investigación científico-técnica a
escala planetaria, es un ente federal, público, de los Estados Unidos.
Son muy eficientes. La educación en Francia e Inglaterra siendo
estatal es de calidad. Lamentablemente esto no sucede en Perú.

La población peruana no cree, en las privatizaciones

Es cierto que hay muchas ineficiencias e ineficacias en el actual
desenvolvimiento de las empresas eléctricas y del agua. Es mas cierto
que no sólo es consecuencia del mal manejo intrínseco del estado, sino
de este estado que hoy día esta tratando de vender sus empresas. De
este estado que ha sido corrompido por muchas empresas privadas.
También es cierto que muchas empresas privadas hacen lobbie para el
desmantelamiento de las empresas estatales, e incrementan la
ineficiencia y de esta manera sean vendidas a un precio mucho menor
que su valor de mercado.

En varios países de América Latina, los estados han jugado un papel
"sucio", subsidiando el proceso de privatización, por ejemplo,
realizar grandes inversiones previas al momento de venta, despido de
trabajadores para entregarle a los nuevos dueños una planilla muy
reducida, incrementar las ineficiencias para justificar que el estado
es muy mal gerente, en otros casos brindando información que subvalúa
los activos. Algunas empresas postoras a la compra han promovido la
corrupción de los funcionarios estatales.

Privatización o Remate.

El gobierno a través de la COPRI ha señalado que las empresas EGASA y
EGESUR serían vendidas a 156 millones de dólares, el precio ha sido
determinado en base al mismo método de evaluación empleado por el
gobierno fujimorista. El presidente de la Comisión de Energía y Minas
del Congreso señala que ambas empresas tienen un valor no menor a 260
millones. En la zona sur del Perú, señalan que el valor es de 450
millones de dólares. Ambas son empresas en pleno funcionamiento, no se
producirá un período de discontinuidad ni el riesgo de una disminución
de la demanda. Debemos recordar que el precio de venta de telefónica,
propuesta por el gobierno fue de 500 millones y fue comprada a 2,500
millones. Hoy vemos que este precio, aun fue muy bajo. Otro caso fue
el de Electro Andes que la COPRI puso un precio de venta 120 millones
y fue comprado a 227millones. La oferta y la demanda no explica esta
variación de precios. El problema es el método para valuar las
empresas públicas, que siempre las subvalúa, por lo tanto existen
responsables de esta subvaluación. La corrupción aun esta presente.

Consulta sobre el Modelo Económico

No se puede tomar la decisión de privatizar las empresas eléctricas y
del agua, sin la opinión favorable de la población involucrada, más
aun cuando el gobierno que ha sido elegido, descartó la privatización
como una fuente de ingresos para cubrir el déficit fiscal.

Para que esta consulta sea un espacio de educación y de decisión se
requiere que el estado, las empresas privadas y los usuarios y
consumidores tengan espacios y medios, por igual, para hacer conocer
sus propuestas y no solo se difunda las propuestas de la Empresa
Privada. Los usuarios y consumidores y las diversas propuestas del
estado deben ser puestas en la mesa de debates.

El principal obstáculo para continuar expandiendo la frontera
eléctrica es el reducido nivel de ingresos de la población más pobre
del país, que aún no tiene acceso al servicio y esto no se resuelve
mediante la privatización. El estado en todos los países del mundo
tiene la responsabilidad de brindar servicios básicos a poblaciones
pobres, esto no se garantiza con la privatización de los servicios
públicos.

Cuando en 1991 se inició la privatización en el Perú, las encuestas
señalaban que más de las tres cuartas partes de la población apoyaban
estas y al respecto existía gran expectativa. Hoy, el resultado es
justamente a la inversa: el desencanto de una mayoría de la población
ante la privatización es evidente. La suba de precios, el deterioro en
la calidad en algunos sectores y la exclusión a los sectores más
pobres, explican este cambio de opinión de los usuarios y
consumidores.

González de Olarte, señala que se ha privatizado la gran mayoría de
los activos del Estado en los sectores de finanzas, pesquería y
telecomunicaciones, se ha privatizado en otros sectores económicos:
por ejemplo, se ha privatizado el 90% de los activos en minería, el
85.5% en manufactura, el 68% en hidrocarburos, el 68% en electricidad
y el 35% en agricultura. En conjunto, se ha completado 225 procesos de
privatización y/o de concesión, que han generado US $ 6,500 millones
de dólares de ingresos para el Tesoro, además de US $ 11,400 millones
de inversión prometida, la mayor parte de la cual ha sido realizada.
Sin embargo la situación del país y de los consumidores y usuarios no
ha mejorado. No todo se explica por la corrupción. El obstáculo es el
modelo económico que no permite salir de la pobreza ni satisfacer los
intereses y expectativas de los consumidores y usuarios.

Artículo enviado por Lino Cerna de ATTAC-ECHLA


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7. Derechos económicos, sociales y culturales-Foro Social Nacional:
otra Venezuela es posible
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La primera semana de julio se realizó en Caracas, el 2° Foro Social
Nacional bajo el lema tomado prestado del Porto Alegre: "Otro mundo es
posible".

Durante cuatro días, activistas y representantes de una diversidad de
organizaciones sociales de base e intermedias, debatieron libremente
en 9 mesas de trabajo sobre otros tantos temas que las convocaban.

Las organizaciones sociales y de derechos humanos que conforman el
Capítulo Venezolano de la Plataforma Interamericana de Derechos
Humanos, Democracia y Desarrollo y la Red Venezolana de Educación en y
para los Derechos Humanos, participaron activamente en la Mesa N° 2,
donde se debatió sobre el tema: "Derechos Humanos para una política
social y participativa".

En esta mesa participó un promedio de 40 personas durante toda la
jornada, lográndose un acuerdo sobre la necesidad de organizar y
movilizar una amplia coordinadora que agrupe a todos los sectores
sociales interesados en defender el derecho humano a la seguridad
social. A tal efecto, se acordó reunirse todos los lunes, a partir de
las 5 de la tarde, en la sede de la Radio Alternativa de Caracas, a
fin de coordinar actividades y compartir información sobre la marcha
del proceso de aprobación de la Ley Orgánica del sistema de Seguridad
Social Integral. Asimismo, se suscribió y apoyó el documento titulado
"Nosotros los pueblos creemos que otro mundo es posible", que busca
recoger un millón de firmas para entregar a los gobiernos en la Cumbre
Mundial de Desarrollo Sostenible a realizarse en Sudáfrica en
septiembre próximo.

Por otra parte, la Mesa aprobó apoyar y dar difusión a la "Agenda para
la Vida y la Democracia" elaborada por el Foro por la Vida y la Red
Venezolana de Educación en y para los Derechos Humanos, como material
de apoyo para la elaboración por parte del gobierno nacional de un
Plan Nacional de Derechos Humanos. En materia de formación, se acordó
realizar esfuerzos para apoyar a organizaciones populares del interior
del país interesadas en formar multiplicadores de derechos humanos.
Finalmente, se apoyó la propuesta de la Juventud Bolivariana de
organizar una caminata por los derechos de la juventud y la
incorporación de este sector en el sistema de seguridad social.

A casi un mes de realizarse el evento, los acuerdos están en plena
etapa de elaboración y comienzo de la aplicación, con la participación
activa de algunas organizaciones, pero a la que es necesario sumar a
muchas otras para solo así hacer posible el desafío de movilizar a la
población por la defensa de una Ley de seguridad social que respete
los principios constitucionales contemplados en el Artículo 86 de la
Constitución. Es evidente, que no bastan las buenas intenciones y las
declaraciones, sino que es necesario comprometerse y participar
activamente en cada una de las actividades que se planifican. Sólo así
será posible una Venezuela distinta, donde el pueblo sea el sujeto
principal de los cambios.

(Provea, 02.08.02)


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