| inventivasocial on Fri, 12 Mar 2004 19:38:20 +0100 (CET) |
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| [nettime-lat] HUMANIDAD. |
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Bombas que matan inocentes,
voy a escribir el poema m�s bello y solidario.
Vosotros no ten�is madre,
me voy a donar sangre,
espero que t� que lees hagas lo mismo.
*de Bartolom� Adrover Guerrero. [email protected]
http://perso.wanadoo.es/tomeu_adrover/index.html
1. Humanidad*
Humanidad
a veces no entiendo porqu�,
dos mil a�os de historia
no alcanzaron, para que el hombre entienda
que no debe matar.
A veces no entiendo porqu�,
la bandera del planeta no es el cielo
que no necesita, ni m�stiles ni vientos.
A veces no entiendo porqu�,
no le declaramos la paz
a los odios y venganzas heredadas.
Y como hay tantas cosas que no entiendo.
Quisiera morir, y volver a nacer un d�a
en un lugar,
donde no exista el odio y la violencia,
donde la miseria, no sea moneda corriente,
donde baste con extender mis manos,
y decirte, no temas, no te har� da�o.
* Sergio Andr�s Schiavini.
( Poeta de Lomas de Zamora, v�ctima de la violencia policial.)
2. Tel�fonos m�viles*
* Por Washington Uranga
Un testigo del escenario sangriento construido en Madrid tras el atentado relataba que, en medio del desastre, de los hierros retorcidos y de los s�ntomas evidentes de la muerte, los tel�fonos m�viles sonaban de manera insistente, impertinente, desesperada, buscando del otro lado una voz que hablara de vida, un aliento de esperanza. Muchos de esos tel�fonos no ten�an
ya quien respondiera. Muchos y muchas de los que quisieron encontrar una respuesta de vida nunca la hallaron y no la encontrar�n jam�s. Seguramente por la televisi�n, desde alg�n lugar, los autores de la masacre habr�n observado con satisfacci�n y cinismo el escenario de muerte que ellos construyeron. Y muy probablemente hayan celebrado su haza�a basados en supuestos argumentos ideol�gicos que ya nadie puede sostener, como no pudo sostener Bush su mentira de las armas letales de los iraqu�es para arrasar con un pueblo pobre y pr�cticamente indefenso. Frente a la muerte, real, concreta, terriblemente pragm�tica, no hay argumentos ni caben reflexiones.
Nada ni nadie puede sostener que sobre la muerte se puede construir nada que tenga que ver con la vida. Ning�n sembrador de muerte puede arrogarse para s� una causa en favor de la democracia y los derechos humanos porque �stos se basan en el bien inapreciable de la vida. Los sembradores de la muerte no pueden esperar de la sociedad otra reacci�n que no sea la condena un�nime.
Pero no nos equivoquemos. Que no se suban al carro de los justos aquellos que, desde el poder hegem�nico, desde el poder militar y econ�mico, matan y generan condiciones para m�s y m�s muerte. Y entonces, aunque parezcan iguales, aunque usen las mismas palabras, no todas las condenas al atentado de Madrid tienen el mismo valor, no todas se hacen con el mismo sentido. La
humanidad est� de luto. Todos los que luchan por la vida lo est�n. Y ahora entraremos en el debate acerca de los autores. Por supuesto, el enanismo pol�tico y humano de varios qued� en evidencia de inmediato al precipitar las interpretaciones y las acusaciones para sacar r�dito e, incluso, para cubrir con esta barbarie las propias atrocidades y complicidades con
horrendos cr�menes. Pero lo cierto, lo �nico cierto y dolorosamente tangible es la muerte. Eso es lo que nos interpela como humanidad, como personas, como hombres y mujeres que habitan este mundo, la mayor�a de los cuales luchan y luchamos por lograr una vida mejor. No hay lugar para la duda: el �nico camino posible es la condena terminante a la violencia y a la muerte.
Pero en medio del dolor no perdamos de vista a todos esos fabricantes de muerte, lobos disfrazados de corderos, que hoy se visten de pacifistas y dem�cratas para sumarse al coro del dolor.
*fuente: diario P�gina/12. edici�n del 12 de marzo de 2004. www.pagina12.com.ar
ARREIT
TIERRA*
Escala el viento la impotencia
nuevamente sobre los ojos de Arreit,
se hunde el cielo entre l�grimas
que a�llan el encuentro con Lucifer.
Se hipnotiza el aire en el gris
de la historia que no cambia
que sigue la marcha absurda
de la muerte acusadora sin nombre.
Hoy Arreit llora las l�grimas
de la pen�nsula Ib�rica atentada
por mentes destructoras,
por manos que son letales.
La angustia y desolaci�n
resuena en los corazones que nacieron
en la bonanza del vivir, del ser
humano en todas las direcciones.
Ideales il�gicos que arrasan sin piedad,
el horror, la sangre injusta
derramada en la esquina del poder,
�hasta cu�ndo!
Hoy Arreit llora y se retuerce en dolor,
otro d�a once que el mundo no olvidar�.
11/03/04
*de Geo. [email protected]
Mi solidaridad y dolor hacia todo Madrid.
HOY EL DOLOR SABE A AND�N*
Hoy el dolor sabe a and�n,
a v�a muerta, a tren sin carril,
a coraz�n hueco de asesino
y bomba desahuciada.
Hoy la vida huele a nudos,
a nudos de sangre coagulada
y mar batido de angustia,
a estampida de miedo.
La muerte camina en espiral,
es soledad espesa atrapada
en un lento amasijo de hierros,
es una p�cima fatal, un largo oto�o
que revienta el aire
y gira en remolinos ciegos.
�En qu� estaci�n
se baj� la conciencia?
�De qu� almanaque
rob� su tiempo el asesino?
�Qu� tren ser� capaz
de atropellar a la muerte?
Duele, el dolor, duele,
saca punta a la m�dula
y reba�a la cal del hueso.
Duele, el dolor, duele
a laberinto de c�rculos
y profunda tiniebla.
*Marzo 2004�Fernando Luis P�rez Poza
Pontevedra. Espa�a
www.tallerdelpoeta.com
Correo:
A mis queridos hermanos espa�oles:
Hago llegar mi solidaridad ante tan tremendo dolor, a la vez que mi repudio ante b�rbaro y cruel atentado a la paz y a la vida.
Con todo afecto
*Dr. Miguel Angel de Boer [email protected]
Comodoro Rivadavia, Chubut - Argentina.
PALABRAS EXPRESADAS EN EL ACTO DE REPUDIO_AL ATENTADO A LA AMIA
Nuevamente los argentinos de buena voluntad vivimos con dolor e indignaci�n la terrible tragedia que enluta a nuestros hermanos jud�os.
Nuevamente el mundo todo es testigo de la violencia terrorista que no sabe de fronteras, puesto que su enemigo es el hombre mismo, la sociedad en su conjunto.
Nuevamente vivimos con consternaci�n y estupor la presencia de la destrucci�n y la muerte, pretendiendo legitimarse por encima de la vida, de la libertad, del derecho a la existencia.
Porque � No es acaso la existencia de cada uno de nosotros la que se ve amenazada? �Es que tanto nos sorprende que se agreda a la comunidad jud�a de nuestro pa�s cuando nuestra historia est� jalonada por episodios similares?
Comprende a la naturaleza del terrorismo el asedio y el ataque arteros, buscando sembrar el horror, la inseguridad, el desamparo, la desintegraci�n. Mas no es un acto irracional y azaroso producto de mentes afiebradas. Y en esto debemos ganar en claridad y lucidez: cualquier justificaci�n no obra sino en el sentido de la complicidad. No existe fundamento pol�tico, ideol�gico, racial, religioso o cient�fico que justifique tan deleznable acci�n. Si cre�amos que el ataque a la Embajada de Israel afectaba �nicamente a la comunidad jud�a, si caemos en la trampa de pensar o sentir que ahora el salvajismo es mayor porque hay v�ctimas no jud�as, estamos errando el camino; y los art�fices intelectuales y materiales de este crimen habr�n logrado su objetivo.
Son a las esquirlas de la discriminaci�n, de la intolerancia a las diferencias, del odio a lo distinto, a las que debemos hacer frente. Es en el respeto a nuestros semejantes cualquiera sea su origen, su color o sus creencias en donde se fundamenta la sobrevivencia de la humanidad, de la cultura, de la vida.
El terrorismo odia a la democracia. Porque la democracia se basa en la pluralidad, se fortalece en la no segregaci�n, se nutre en la diversidad, se sustenta en una �tica que contempla y ampara las singularidades, promovi�ndolas. Y es a la destrucci�n, a la puesta en crisis de estos valores a los que apunta la agresi�n terrorista.
Estamos nuevamente de luto. El da�o producido es irreparable.
Hay un �nico modo en que podemos impedir que esta perversa transgresi�n a la condici�n humana intente reiterarse, esto es: QUE SE HAGA JUSTICIA; que se sancione y castigue a los culpables; que la IMPUNIDAD no sea el corolario de este cruel y triste episodio y se transforme en la fuente de inducci�n de nuevos hechos que nos lleven a tener que seguir revolviendo escombros en busca de desaparecidos.
A los hermanos de la comunidad jud�a, a todas las v�ctimas de este ignominioso ultraje les extiendo, en nombre de la Comisi�n de Comunidades Extranjeras, un abrazo fraterno y solidario, alentando las esperanzas de que juntos y pese a todo, podamos construir un mundo mejor.
Dr. Miguel Angel de Boer
Comodoro Rivadavia, 21/7/94
Presidente Comisi�n Comunidades Extranjeras
*
Solidaridad Espa�a
Buenos Aires, 11 de Marzo de 2004
Al Pueblo Espa�ol, le decimos presente:
Nosotros, las madres y familiares de esta organizaci�n, sabemos muy bien, cu�l es el sufrimiento que Uds. est�n padeciendo, en estos momentos, es por eso que queremos hacerles llegar nuestra solidaridad, y el repudio incondicional a todo acto de terrorismo, venga de donde venga, no importa quienes fueron los que pusieron las bombas, que han engendrado tanta violencia y bestialidad, la verdad es que cualquiera que haya sido, no merece ninguna justificaci�n: La sangre derramada de los nuestros y de los suyos, no podr� parar el trabajo que en todo el mundo realizamos, los que creemos que el asesinato brutal de hijos y familiares, nos debe conducir hacia la verdad , hacia la verdadera justicia de los hombres, sin temor, dici�ndole,
� NO A LA VIOLENCIA � el miedo no nos callar�, y a pesar de que un oc�ano nos separa , estamos juntos en el dolor. Las manos asesinas , han causado un da�o irreparable, y muchos de nosotros hubi�ramos querido morir en lugar de ellos, pero estamos aqu�, y no permitiremos que nada nos detenga, s� que el dolor invade nuestras vidas, y es por eso que queremos estar con todos Uds. en este momento tan terrible, a trav�s de la palabra y desde el m�s lejano sur, les enviamos nuestro abrazo fraternal , y el compromiso de estar presentes con nuestro esp�ritu.
Nuestras Mariposas Azules, s�mbolo de nuestra asociaci�n ( ver significado en p�gina web de Cofavi ), est�n a salvo y nos esperan, all� donde nada podr� da�arlas. Les envio el poema de mi querido hijo, Sergio Schiavini, poeta asesinado en el a�o 91, que escribi� algo que merece ser tenido en cuenta , en este momento y siempre.
Atentamente, nos despedimos, con nuestra mayor consideraci�n.
Mar�a Teresa Schnack---Presidente y madre de Sergio Schiavini
Ana Mar�a Lombardi- Secretaria---
Mar�a Teresa Schnack Trujillo---Alem 282 3� "C" Lomas de Zamora--CP 1832--Buenos Aires
Argentina--Telefax (54-011) 4292-6107---M�vil 1553361128
[email protected] [email protected]
http://members.fortunecity.com/cofavi/
http://members.fortunecity.com/sergioschiavini/
www.cofavi.cjb.net
*
HUMANIDAD
A VECES NO ENTIENDO PORQUE,
DOS MIL A�OS DE HISTORIA
NO ALCANZARON, PARA QUE EL HOMBRE ENTIENDA
QUE NO DEBE MATAR.
A VECES NO ENTIENDO PORQUE,
LA BANDERA DEL PLANETA NO ES EL CIELO
QUE NO NECESITA , NI M�STILES NI VIENTOS.
A VECES NO ENTIENDO PORQUE,
NO LE DECLARAMOS LA PAZ
A LOS ODIOS Y VENGANZAS HEREDADAS.
Y COMO HAY TANTAS COSAS QUE NO ENTIENDO.
QUISIERA MORIR, Y VOLVER A NACER UN D�A
EN UN LUGAR,
DONDE NO EXISTA EL ODIO Y LA VIOLENCIA,
DONDE LA MISERIA, NO SEA MONEDA CORRIENTE,
DONDE BASTE CON EXTENDER MIS MANOS,
Y DECIRTE, NO TEMAS, NO TE HARE DA�O.
* Sergio Andr�s Schiavini
Esta carta ha sido enviada al Presidente Aznar, por ser el representante del estado en este momento, sin embargo como no compartimos sus ideas, es que le estamos diciendo, que estas palabras son s�lo para el pueblo espa�ol, para todos los medios conocidos, para los queridos amigos de siempre, y muy especialmente, para todos aquellos que hoy nos abandonaron. Por mis venas, las de mis hijos, y la de muchos argentinos, corre tambi�n , la sangre espa�ola.
*
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