Grano de Arena on Wed, 21 Aug 2002 15:02:08 +0200 (CEST) |
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[nettime-lat] [ATTAC] INFORMATIVO 153 - FORO SOCIAL MUNDIAL EN ARGENTINA |
EL GRANO DE ARENA Correo de informaci�n ATTAC n�153 Miercoles, 21/08/2002 ______________________________ Suscriptores: 9 596 Gracias por hacer circular y difundir esta informaci�n. Para suscribirse o desuscribirse http://attac.org/indexes/ Este correo informativo ha sido elaborado por el equipo de colaboradores espont�neos de "El Grano de Arena". [email protected] RTF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo153.zip PDF : http://attac.org/attacinfoes/attacinfo153.pdf ____________________________________________________________ En este n�mero 1.�D�nde est�n los manifestantes?: "En la misma medida que ten�amos una din�mica efectiva antes del 11 de septiembre, la hemos seguido teniendo. Esto no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que somos menos visibles en los medios y ello nos ha llevado a que reflexionemos sobre nuestras t�cticas y nuestra estrategia" 2.Una crisis inducida para que el FMI pudiera resolverla: En los d�as pasados Uruguay vivi� un golpe de Estado preventivo, en el que el FMI ocup� el lugar que otrora - por estas latitudes - desempe�� la CIA como brazo operativo. 3.El modelo "fondomonetarista �colapso o contagio?: Es, lamentablemente, muy conocido que la Argentina se encuentra inmersa en la m�s prolongada crisis de su historia. Que abarca desde la econom�a, a la grave problem�tica econ�mica, social y financiera a la que ha sido deliberada y premeditadamente conducida. 4. Se inicia el Foro Social Mundial en Argentina: En un contexto de agravamiento de las secuelas de miseria y hambre resultante de la globalizaci�n neoliberal, comenzar� el pr�ximo 22 de Agosto -con una gran movilizaci�n por las calles de Buenos Aires-el Foro Social Mundial (FSM) en Argentina. 5. El riesgo Lula y la Colombina: "Si no hay un cambio, en breve seremos una Colombina, mezcla de Colombia con Argentina." Escribe Frei Beto 6. Vendiendo el futuro: el ALCA y los obispos canadienses: El Episcopado canadiense sostiene una larga tradici�n de vigilancia y de opini�n cr�tica sobre problemas sociales y econ�micos. Con energ�a puso en tela de juicio desde 1987 el Acuerdo de Libre Comercio entre su pa�s y Estados Unidos; cuestionaron duramente el Acuerdo Multilateral de Inversiones, abortado en 1998 y apoyaron la reuni�n de la sociedad civil celebrada paralelamente a la Cumbre de las Am�ricas en Qu�bec. 7. Mensaje desde Par�s: Algunas palabras a los organizadores del Foro Social argentino para compartir y apoyar el evento. ______________________________ 1. �D�nde est�n los manifestantes? ____________________________________________________________ Mike Bygrave Hace alrededor de un a�o, durante el Sitio de G�nova, 250.000 manifestantes rodearon la reuni�n anual de los l�deres pol�ticos del G8 y muchos se enfrentaron sin cesar con la polic�a italiana. Fue la cima del movimiento antiglobalizaci�n. Parec�a imparable, como la agenda definidora del nuevo siglo y "la m�s amplia rebeli�n desde los 60" �D�nde est� ahora?�Qu� cambi� desde el 11 de septiembre? Hoy el movimiento casi ha desaparecido de las cr�nicas y de los titulares �Ha sido arrojado al basurero de la historia? La globalizaci�n todav�a est� entre nosotros despu�s de todo. Desde la situaci�n de �frica al abastecimiento de alimentos en el mundo, de los conflictos comerciales a los refugiados, de la privatizaci�n al medio ambiente, la globalizaci�n avanza imparable. Pero �qu� ha ocurrido con los antiglobalizadores? El escritor y activista George Monbiot se muestra sorprendentemente encantado con el estado del movimiento: "En la misma medida que ten�amos una din�mica efectiva antes del 11 de septiembre, la hemos seguido teniendo. Esto no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que somos menos visibles en los medios y ello nos ha llevado a que reflexionemos sobre nuestras t�cticas y nuestra estrategia. La escenificaci�n de grandes protestas fue muy eficaz para atraer la atenci�n sobre las cuestiones pero no es una buena forma de precipitar el cambio" Hubo un momento en nuestra conversaci�n en que titubeamos sobre las palabras y ca�mos en un embarazoso silencio. El mismo momento se reproduc�a con cada entrevistado y se refer�a al nombre que se deb�a utilizar al hablar de los antiglobalizadores. "Movimiento antigloba-lizaci�n" resultaba ser un nombre inventado por los periodistas que ha calado. Todos los activistas lo rechazan, como m�nimo porque da argumentos a los oponentes. Pero nadie se pone de acuerdo en un sustituto. Reflejo de la confusi�n sobre el nombre es la que muchos sienten sobre la misma protesta. �Cu�l es el n�cleo que vincula al surtido de causas de moda? La activista radicada en �msterdam, Susan George le llama el Movimiento por una Justicia Global (decido mojarme y adoptar un nombre mejor que el de antiglobalizaci�n) "un movimiento de educaci�n popular dirigido hacia la acci�n" �Educaci�n sobre qu�?. Bueno, pues sobre la globalizaci�n para empezar. En su sentido cl�sico significa el proceso hist�rico mediante el cual el mundo se hace cada vez m�s pr�ximo. Comenz� en el siglo XVI con los viajes de descubrimiento y se ha ido acelerando desde entonces. Algunos estudiosos entienden que en su fase m�s reciente, digamos desde principios de los a�os 70, la globalizaci�n ha avanzado a tal velocidad y a tal escala que semejante salto cuantitativo ha producido un mundo cualitativamente diferente, bien sea una aldea global o un imperio global. No tiene sentido oponerse a la globalizaci�n en este sentido como no lo ten�a oponerse a grandes tendencias hist�ricas como el desarrollo del estado naci�n o el crecimiento de la ciencia. Los activistas no rechazan el proceso subyacente: atacan la forma actual que tal proceso adopta. Como manifiesta el American Center for Economic and Policy Research, esta forma "no es un resultado inevitable del cambio tecnol�gico en las comunicaciones, el transporte y otras industrias" sino que se debe a "decisiones deliberadas de los actores pol�ticos" que "han conformado el proceso de globalizaci�n de un determinado modo". Este modo es la globalizaci�n econ�mica dirigida por las empresas multinacionales, coreando su mantra de libre comercio, libertad de inversi�n y libre movimiento de capital. Todas estas "libertades" deber�an hacernos sospechar, dicen los manifestantes. Alguien tendr� que pagar. Mientras las empresas se presentan como heraldos de un futuro resplandeciente para todos, con una camiseta Nike en cada cuerpo, un capuchino Starbucks en cada mano y un Nissan Sentra en cada garaje, para el movimiento son una moderna horda mongola. Gengis Khans en trajes Armani asolando el mundo en general y el tercer mundo en particular en b�squeda de poder y beneficios. "Creo que la gran mayor�a de la gente que se ha unido a este movimiento comenz� con una vaga sensaci�n de que algo iba mal, sin ser necesariamente capaces de se�alar con el dedo qu�" dice Monbiot. "Teniendo la sensaci�n de que el poder se les quitaba de las manos, gradualmente se volvieron mejor informados, a menudo en �reas muy especializadas porque lo que encuentra en nuestra comunidad de activismo es alguna gente muy preocupada por la agricultura, los que est�n muy interesados en el medio ambiente o las regulaciones laborales, o la privatizaci�n de los servicios p�blicos o la deuda del tercer mundo. Estos intereses convergen y el punto en que todos se encuentran es la cuesti�n del poder empresarial" Para Susan George, el objetivo del capitalismo contempor�neo es "todo el poder a los grandes negocios", una "agenda t�picamente decimon�nica, un intento de atrasar el reloj cien a�os"�. "Cuando me preguntan porque la gente se une a nuestro grupo" dijo en un reciente foro en la London School of Economics "digo que es por el sentimiento de que los hijos de perra han ido demasiado lejos". Las estad�sticas sobre la globalizaci�n son incre�bles. El comercio mundial creci� el 50 % durante los �ltimos seis a�os y ahora supone m�s de 17.000 millones de d�lares diarios. De las 100 entidades econ�micas m�s grandes del mundo, 51 son empresas. Mientras tanto, el precio de productos primarios distintos del petr�leo (alimentos b�sicos y materias primas producidos por el tercer mundo) cay� en m�s del 50 % en t�rminos reales durante los �ltimos 20 a�os. La deuda externa total de los pa�ses en desarrollo creci� de 90.000 millones de d�lares en 1970 hasta casi dos billones de d�lares en 1998, de los 6.000 millones de habitantes del mundo, 2.800 millones viven con menos de dos d�lares al d�a y 1.200 millones con menos de un d�lar. Hasta 35.000 ni�os de menos de cinco a�os mueren cada d�a por enfermedades evitables. La distancia del 20 % m�s rico del mundo respecto al 20 % m�s pobre se ha duplicado en los �ltimos cuarenta a�os, mientras que el patrimonio de las tres personas m�s ricas del mundo excede al PIB de los 48 pa�ses m�s pobres (que suman una poblaci�n de 600 millones). La interacci�n entre la globalizaci�n empresarial y la mayor�a de la poblaci�n del mundo (la del tercer mundo) esta mediatizada por tres instituciones internaciones: el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organizaci�n Mundial de Comercio (OMC). El FMI y el Banco Mundial est�n dominados por los Estados Unidos, la OMC por los Estados Unidos y el resto de los pa�ses del G8, principalmente europeos m�s Jap�n. En los 80 estas organizaciones comenzaron a perseguir las tres "libertades" (de comercio, de inversi�n y de movimiento de capitales) aunque no la cuarta, libre circulaci�n de trabajadores o de migraci�n. Este programa se conoce como el "consenso de Washington" o neoliberalismo en su forma internacional. Como consecuencia de ello, dicen los cr�ticos, cuando las desventajas de la globalizaci�n comenzaron a hacerse visibles en los 90, el primer lugar en que aparecieron fue en los pa�ses pobres del tercer mundo, obligados a seguir las pol�ticas del FMI, el Banco Mundial y la OMC. En 1994, la OMC ampli� enormemente su influencia a trav�s de la Ronda Uruguay de negociaciones comerciales, transformando la organizaci�n, en palabras de Naomi Klein, "de una c�mara de comercio internacional en un gobierno cuasimundial". En 1999, los ministros de comercio se re unieron en Seattle para intentar lanzar una nueva ronda negociadora. En su lugar, se encontraron con las masivas protestas que lanzaron el Movimiento por la Justicia Global a la escena mundial. La coalici�n incluye un importante componente del tercer mundo o del "Sur" El drama del Sur es el coraz�n moral del movimiento y el centro de mucha de su energ�a en las campa�as. Tony Juniper es el director de la rama brit�nica de Amigos de la Tierra. Antes de la aparici�n del Movimiento por la Justicia Global, los ecologistas eran el mejor conocido y m�s ampliamente popular de sus componentes. Juniper explica la evoluci�n de sus planteamientos: "durante los �ltimos diez a�os nos hemos colocado m�s en el gran debate econ�mico y menos en el del tipo "salvad las ballenas". Hablar de la selva tropical nos llev� a hablar de la deuda del tercer mundo. Hablar del cambio clim�tico nos llevo a hablar de las empresas multinacionales. Cuanto m�s hablas sobre estas cuestiones, m�s te das cuenta que la cuesti�n ya no es el medio ambiente sino la econom�a y las presiones sobre los pa�ses para que hagan cosas que socavan cualquier esfuerzo para afrontar las cuestiones medioambientales. En la �poca en que llegamos a Seattle, est�bamos todos en una campa�a sobre la misma tendencia b�sica que estaba minando los esfuerzos de todos para alcanzar cualquier objetivo progresista. Esta tendencia es el libre mercado y los privilegios de los ricos y las grandes empresas a expensas de todo lo dem�s". La presencia de los grandes grupos ecologistas y otras reputadas ONGs, como Oxfam o Christian Aid, en las filas de los activistas hace imposible a los gobiernos occidentales y a los l�deres de negocios despreciar el movimiento como un pu�ado de j�venes desafectos y anarquistas rompedores de cristales. Para la �lite occidental, la globalizaci�n es buena para usted. Para los antiglobalizadores es el malo de la pel�cula. �Hay alguna posibilidad de juzgar entre estas dos posiciones? Una v�a es fijarse en una cuesti�n ligeramente diferente: �crece la desigualdad global? o �el avance de la globalizaci�n ha reducido la desigualdad global en los �ltimos veinte a�os, tal y como propugnan sus defensores? Peque�os ej�rcitos de economistas estudian estas cuestiones. En b�squeda de respuestas, acud� a una conferencia del profesor Robert Wade en la London School of Economics. Comenz� con las habituales cifras deprimentes: el 80 % de los ingresos mundiales va al 20% de los m�s ricos mientras el 60 % de la poblaci�n mundial tiene que arregl�rselas con el 6 % de los ingresos. Entonces se centro en "el meollo de la cuesti�n": si la situaci�n ha mejorado o empeorado en los �ltimos veinte a�os. Su respuesta fue doble: no lo sabemos con seguridad pero un an�lisis equilibrado de las pruebas indica que se va a peor y que la desigualdad est� creciendo. Resulta que las estad�sticas en que conf�an los proglobalizaci�n, encabezados por el Banco Mundial son sospechosas. Hay diferentes m�todos para determinar la pobreza y la desigualdad globales y las respuestas que se obtienen dependen de las t�cnicas que se usen. El Banco Mundial, sugiri� Wade, puede haber elegido las que apoyan su propia agenda neoliberal. "El Banco es una instituci�n muy pol�tica" declar�. Wade trat� de un modo igualmente en�rgico con la otra parte del problema, yendo de la pobreza y la desigualdad a si la globalizaci�n econ�mica es la mejor v�a para afrontarlas. La cuesti�n, aqu� es cu�ndo y en qu� t�rminos, los pa�ses pobres deber�an abrir sus mercados. Las actuales estrellas del Banco Mundial son India y China, lo que supone que los pa�ses globalizantes, es decir, con reg�menes liberalizados de comercio, se ha hecho m�s ricos mientras que los no globalizantes han quedado atr�s. Pero "la secuencia causal en India y China ha sido la contraria"dice Wade "estos pa�ses comenzaron su fuerte crecimiento antes de liberalizarse. Y todav�a tiene reg�menes comerciales muy proteccionistas igual que Taiwan y Corea del Sur hicieron antes que ellos. La liberalizaci�n comercial no es el motor del crecimiento". La mayor�a de los activistas ir�an m�s all� que Wade. Aducen que el "libre comercio" y la deuda del tercer mundo son una estafa. Presentada como el producto de benignas leyes econ�micas naturales que finalmente sacaran a todos de la pobreza, en realidad son herramientas de un sistema dise�ado por el Norte para mantener a los pa�ses del Sur en su lugar, como fuentes en las que adquirir materias primas y mano de obra poco cualificada y barata y a las que pueden vender bienes manufacturados, productos agr�colas subsidiados, cr�ditos a alto inter�s y muy rentables paquetes privatizadores. Los acuerdos comerciales obligan al Sur a abrir sus mercados, eliminar sus aranceles y suprimir los subsidios internos. Pero los pa�ses ricos subsidian a gran escala su propia agricultura y mantienen barreras arancelarias contra productos como los textiles. Cualquier pa�s que amenace con resistirse recibe un tir�n en la correa. La correa es la deuda del tercer mundo y el rechazo del Norte a "perdonarla". La deuda es el mecanismo para mantener a los pobres en vereda. Un pa�s en desarrollo tras otro se ha desplomado bajo el impacto de la especulaci�n creciente y/o las "pol�ticas de ajuste estructural" del FMI (acabar con el gasto p�blico, recortar y privatizar servicios p�blicos, atender el servicio de la deuda): M�xico en 1994-1995, el sudeste asi�tico en 1997-1998, Rusia en 1998-1999. Argentina, receptora de no menos de nueve "estabilizaciones" del FMI, es la �ltima. Mientras el abismo entre pobres y ricos se ensancha, el espacio entre las crisis se acorta. Lejos de ser un modelo permanente de eficiencia econ�mica, el orden econ�mico mundial se ve por los activistas como una forma de chantaje pol�tico. Oyendo a Wade escuchaba a un moderado, una voz aceptada, lejos de las m�s salvajes fronteras de la antiglobalizaci�n. El mismo FMI ha confesado que "en d�cadas recientes casi un quinto de la poblaci�n mundial ha retrocedido, sin duda uno de los m�s grandes fracasos econ�micos del siglo XX". Un economista del Banco Mundial, Branco Milanovic, recientemente reflexion� sobre "durante cu�nto tiempo tales desigualdades (de ingresos) pueden persistir ante contactos cada vez m�s pr�ximos... finalmente puede que los ricos tengan que vivir en enclaves cerrados mientras los pobres merodean en el mundo exterior". Este tema fue parte de la respuesta liberal al 11 de septiembre, la conexi�n entre pobreza y terrorismo y la necesidad de afrontarlos juntos. Pero hab�a tambi�n una respuesta conservadora, encabezada por los Estados Unidos, cuyo representante de comercio Robert Zoellick habl� de "arrancar la mancha de Seattle" y del libre comercio como "promotor de los valores que son el coraz�n de esta inesperadamente larga lucha", refiri�ndose a la guerra contra el terror. La agenda conservadora era: m�s neoliberalismo, m�s globalizaci�n empresarial, m�s "ajuste estructural". El Movimiento por la Justicia Global sufri� ataques de los dos lados. De hecho, el Movimiento tiene demasiadas pol�ticas, a menudo desarrolladas por los diversos grupos de presi�n y ONGs. En lo que estaban de acuerdo todos con los que habl� era que la �poca de las grandes protestas en la calle se hab�a terminada. Hasta unos 250.000 manifestantes se congregaron en marzo en Barcelona para la cumbre de la Uni�n Europea. Tantos como se hab�an concentrado en G�nova el a�o anterior s�lo que esta vez la protesta (pac�fica) fue casi totalmente ignorada por los medios. El debate dentro del movimiento sobre las manis del a�o pasado (�qu� deber�a hacerse con la violencia asociada con ellas?) se ha convertido en un debate sobre qu� "alternativas positivas" al statu quo deber�an plantearse. Muchos se dan cuenta que un mont�n de pol�ticas individualizadas no compensan la falta de una idea dominante. Naomi Klein, autora del best-seller "No Logo" es una estrella del movimiento. En un reciente art�culo en su p�gina web escribe: "nuestra tarea, nunca tan acuciante, es resaltar que hay mas de dos mundos disponibles, exponer todos los mundos invisibles entre el fundamentalismo econ�mico del McMundo y el fundamentalismo religioso de la yihad". Si la cara oscura de la globalizaci�n se mostr� por primera vez en la situaci�n del Sur, a finales de los 90 hab�a destellos de descontento en el Norte rico. Cultivos gen�ticamente modificados, c�rceles privadas, favores pol�ticos para pagar contribuciones de campa�a, leyes urban�sticas destripadas por grandes promotores, privatizaci�n de servicios p�blicos, inmigrantes econ�micos o refugiados, empresas multinacionales abriendo y cerrando f�bricas, creando y destruyendo miles de empleos. Los manifestantes globales hab�an coreado: "el mundo no est� en venta". Ahora era el turno de que la gente en Europa y los Estados Unidos sintiera que las ciudades en que viv�an y todo lo que hab�a en ellas estaba en venta. Mientras que nadie discute que la globalizaci�n econ�mica es la causa directa de todos estos fen�menos, tambi�n proporciona un modo de entenderlos, una estructura que los vincula unos a otros y al drama del tercer mundo y encuentra sus ra�ces en el arrogante poder de las empresas. Hasta este momento he descrito el Movimiento por la Justicia Global desde su lado m�s moderado, pero tambi�n hay un lado radical, como cualquiera que haya seguido Seattle y G�nova sabe bien. La tensi�n central en el movimiento reproduce la tensi�n tradicional en la pol�tica de izquierdas entre reformistas y revolucionarios: �buscamos reformar y regular el capitalismo o abolirlo y reemplazarlo? No obstante, sus seguidores tienen raz�n en sostener que el movimiento es algo nuevo. La ausencia de l�deres u organizaci�n jer�rquica, el �nfasis en las redes inspiradas en Internet, el inter�s en la democracia participativa m�s que en el socialismo de Estado; incluso la voluntad de experimentar puede que no sean ideas nuevas per se, pero en conjunto suponen una oferta genuinamente nueva. Al otro lado, entre los globalistas, los capitalistas o m�s simplemente los americanos, siguiendo la f�rmula Clinton de "comercio y no ayuda" en el exterior y el programa republicano de recortes fiscales y reducci�n del estado de bienestar en casa, los Estados Unidos parecen haber desarrollado un sistema en el que parece que los gobiernos existen principalmente para promover y recompensar los negocios. La gente demuestra su estatura moral trabajando duro y haci�ndose rica y los pa�ses la demuestran por medio del crecimiento econ�mico. Los que fracasan lo hacen porque son perezosos o inmorales. Este Nuevo Orden Americano erige al neoliberalismo econ�mico como una filosof�a moral y pol�tica a modo de darwinismo social redivivo. Aqu� subyacen dos visiones del futuro radicalmente opuestas. Algunos activistas dicen que el capitalismo necesita reformarse. Otros en el movimiento sostienen que el capitalismo est� m�s all� de cualquier reforma. Los radicales tienen una voz fuerte y un buen argumento: hist�ricamente, los cambios siempre se han producido despu�s de una gran crisis. �Est� destinada la globalizaci�n a terminar en una crisis global? Argentina se ha ido. Jap�n parece tambalearse al igual que Brasil y el resto de Latinoam�rica. El �frica subsahariana ha sido descartada como un todo. Las bolsas se hunden. El fundamentalismo isl�mico no desaparecer� de un d�a para otro. Hay miedo a una guerra mayor. Ag�rrense fuerte, el viaje va a ser accidentado. GuardianWeekly del 1 al 7 de agosto de 2002. Tradujo y envi� Angel D�az M�ndez desde Oviedo (Espa�a) ______________________________ 2. Una crisis inducida para que el FMI pudiera resolverla ____________________________________________________________ Claudio Iturra En los d�as pasados, Uruguay vivi� un golpe de Estado preventivo, en el que el FMI ocup� el lugar que otrora - por estas latitudes - desempe�� la CIA como brazo operativo. Una vez culminado, los diarios del lunes 5 de agosto no mostraron la foto del presidente Jorge Batlle, sino la del embajador estadounidense en Montevideo, exultante vencedor en esta batalla del R�o de la Plata del siglo XXI Este golpe tuvo diversas fases, desde su preparaci�n hasta su culminaci�n, con la crisis de la semana pasada, cuando los acontecimientos se precipitaron de forma tal que el an�lisis hecho anteayer hoy ya es obsoleto. En una crisis todo se precipita, se da un acelerado entrecruzamiento de los nudos conflictivos que forman la trama hist�rica de los uruguayos de hoy. Como acabamos de observar "en vivo y en directo", el planteo y resoluci�n de la crisis expres� la correlaci�n de fuerzas en presencia, en el "momento actual". No es un hecho de laboratorio, qu�micamente puro - esa pureza no se da nunca en la historia- : hay actores que apelaron a recursos del poder incluso espurios, lo que los hizo pesar m�s en cuanto a su capacidad de decidir el camino y contenido de la salida. No se trata, pues, de cu�ntos hay de cada lado de la ecuaci�n, sino de la capacidad que tienen para tallar y resolver el juego. No estamos ante la "correlaci�n de fuerzas" que miden las empresas de opini�n p�blica, sino de un verdadero juego de fuerzas, en el sentido que la F�sica le da a ese concepto. Este camino empez� a dise�arse cuando qued� en evidencia el total agotamiento del modo de gobernar el Uruguay que llevan a cabo los partidos tradicionales, incapaz de asegurar las necesidades b�sicas de la sociedad y de generar un curso productivo que permita que el pa�s viva de su trabajo. Esta necesidad social cataliz� la formaci�n de un abanico de fuerzas sociales surgido desde los actores productivos - empresariales y sindicales- que resultaba funcional a la fuerza pol�tica opositora que se avizoraba como potencial vencedora en las elecciones del 2004. Desde lo social se empez� a colmar as� la brecha que exist�a con lo pol�tico, d�ndole real contenido y alcance social a la estrategia del FA/EP, absorta como hab�a estado en una visi�n que confiaba la capacidad del sistema pol�tico de garantizar una alternancia de esa envergadura, a condici�n de no perturbar su "hist�rico" devenir, pese a que se trata de un cambio sin precedentes.. Esta realidad que "crec�a desde el pie" iba abriendo paso a un "di�logo nacional" que exige crecientes grados de inclusi�n de actores sociales y pol�ticos, lo que significaba un cambio cualitativo inaceptable para los partidos tradicionales. Esto lo han vuelto a demostrar en estos d�as al apelar a recursos nada democr�ticos ni soberanos, para no compartir el poder con otros sectores de la sociedad uruguaya. Ya no bastaba con mantener al FA/EP fuera de los organismos que por mandato constitucional debe integrar en raz�n de su caudal electoral. Tampoco alcanzaba con los recortes a sueldos y pensiones, mientras gigantescos recursos eran chupados por un sistema financiero y un aparato del Estado depredadores e ineficaces, dise�ados y administrados por los mismos partidos tradicionales. El sistema pol�tico as� tensionado, mostraba una peligrosa disfuncionalidad, que estallaba pat�ticamente a la vista de todos con hechos como el cierre de la emergencia del Cl�nicas o ni�os aliment�ndose de pasto, o un presidente declarando en off, y en ingl�s, que iba a privatizar esto y aquello, en contra de la opini�n mayoritaria de los uruguayos Hab�a que buscar el lugar geom�trico que permitiera que toda la sociedad apoyara o al menos aceptara una soluci�n, que siendo minoritaria y perjudicial, se mostrara como inevitable y garantizara la creciente apertura y privatizaciones que exigen los organismos multilaterales de cr�dito. Entonces, como lo han hecho todos los que luchan por el poder por v�as ileg�timas - desde los gangsters hasta los imperios que buscan bajarle el mo�o a orejanos e irredentos -, se desencaden� la emergencia financiera, apoyada por el terrorismo psicol�gico y callejero. La crisis estaba servida. La pistola apuntaba directamente al coraz�n del Uruguay: s�lo se salvar� si privatiza lo que la sociedad se ha negado a hacer . Faltaba solamente darle soluci�n institucional. �Ahora qu�? De este modo y pese a que el accionar del actual gobierno de coalici�n de los partidos tradicionales es rechazado por la mayor�a absoluta de la sociedad, la amenaza le ha permitido resolver la crisis contra esa mayor�a. Los acontecimientos han sido empujados de manera tal que la salida resuelta en la ley votada aceleradamente el s�bado 3 y el domingo 4 de agosto, no s�lo agudiza las causas que, precisamente, condujeron a la crisis, sino que est� en condiciones de prolongar sus efectos m�s all� del t�rmino del per�odo del presidente Batlle, ray�ndole la cancha al que lo suceda, aunque �ste sea encabezado por el FA/EP. Pero este resultado no era fatal. Actuando a tiempo se hubiera podido evitar la amenaza mortal. No estuvo determinado de antemano por una suerte de determinismo institucional -disponer del Poder Ejecutivo y de una mayor�a legislativa. Esos elementos tuvieron la eficacia que han tenido porque no hubo una fuerza que ocupara un lugar determinante en el escenario, capaz de desplegar una propuesta alternativa cre�ble y eficaz, porque articulaba en lo pol�tico e institucional lo que iba madurando desde la sociedad Dicho mal y pronto: el FA/EP no ocup� el lugar de liderazgo y articulador pol�tico social porque hab�a apostado todos los boletos a la "normalidad" del funcionamiento del sistema pol�tico. Tampoco la IMM ha sido la expresi�n institucional pr�ctica de esa funci�n que la situaci�n iba exigiendo. As�, pues, el golpe gatillado por el FMI tiene efectos en el tiempo y en el espacio: busca prolongarse m�s all� de la duraci�n de los mandatos institucionales y m�s all� de las fronteras uruguayas. A los argentinos les mostr� que est�n solos, que Washington no une sino que divide, por lo que s�lo les queda someterse de una buena vez al FMI para que "la gente" deje de sufrir. Esta salida de la crisis no resolvi� los problemas de fondo del Uruguay, sino que los agudiza. Sin embargo, ha servido para hacer emerger, para que floten, los compromisos, m�todos y medidas que los partidos tradicionales hab�an mantenido celosamente silenciados. Los partidos tradicionales han quedado desnudos mostrando que no son la mejor garant�a para la vigencia de la institucionalidad democr�tica, la independencia nacional y el desarrollo que asegure pan y trabajo a los uruguayos. Est�n en un callej�n sin salida, sin poder aplicar la receta de Landr�, de salir por donde entraron, pues es mucho lo que resignaron. Las cosas se han hecho, a la vez, m�s duras, pero m�s claras. No hay salida digna posible sino a condici�n de que los actores que han ido construyendo una alternativa de vida desde la sociedad se encuentren de una buena vez con actores pol�ticos capaces de articular un camino democr�tico, soberano y de desarrollo. O sea, lleg� la hora de los uruguayos: ellos decidir�n si el golpe vino para quedarse o ser� el est�mulo que hac�a falta para empezar a construir un pa�s que no devore o expulse a sus hijos *Asesor de la UNTMRA., (sindicato de los metal�rgicos) ______________________________ 3 .El modelo "fondomonetarista" ____________________________________________________________ �COLAPSO O CONTAGIO? Na�m Minsburg* Es, lamentablemente, muy conocido que la Argentina se encuentra inmersa en la m�s prolongada crisis de su historia. Que abarca desde la econom�a, a la grave problem�tica econ�mica, social y financiera a la que ha sido deliberada y premeditadamente conducida. Por su parte, los gur�es los sabihondos de siempre se�alan que estar�amos proyectando un "contagio" sobre los dem�s pa�ses latinoamericanos. Conviene se�alar al respecto que la aplicaci�n de las envejecidas y desgastadas directrices del F.M.I. y del Banco Mundial, aparentemente renovadas a partir del Consenso de Washington realizado en el a�o 1989, cuando Am�rica latina hab�a pasado por la grave crisis que se denominara como la "d�cada perdida", se consider� imprescindible barnizar y maquillar las recetas del FMI y de los pa�ses del G-7. Es decir se traz� un esquema de "cambiar algo para que no cambie nada". Para ello se pretendi� instaurar en el imaginario colectivo, lo que dio en llamarse la "d�cada de la esperanza" que ser�a la de los 90, cuyos resultados lamentables est�n a la vista Aunque aparentemente resulte innecesario, merece la pena preguntarse en que consisten esas directrices o imposiciones que realiza el FMI, y "su brazo derecho" el Banco Mundial. Ambos organismos sostienen distintas facetas, en esencial consisten en lo que hemos denominado como "los diez mandamientos del Consenso de Washington" que son: imponer el ajuste fiscal permanente, una amplia apertura econ�mica financiera, la pol�tica de "privatizar todo lo privatizable" y el pago estricto de la deuda externa, constituyen los objetivos principales que se imponen a toda costa a los diferentes gobiernos de Am�rica Latina. Tales directrices - imposiciones, han sido las causales principales de la profunda crisis que se ha establecido desde hace bastante tiempo e impiadosamente en nuestro pa�s y en toda la regi�n latinoamericana. Donde el incremento de la pobreza, el desempleo y la miseria ha marcado su impronta con brutal ensa�amiento. Analizando algunos datos macroecon�micos aportados por la CEPAL tenemos que: "La crisis por la que atraviesa Am�rica latina y el Caribe es el tercer episodio en menos de una d�cada en el que el ritmo del crecimiento del PBI sufre una brusca ca�da haciendo disminuir el producto por habitante". Que para 2002 con la ca�da de m�s del 15% para la Argentina, las consecuencias para la regi�n ser�n a�n m�s dram�ticas. Se debe mencionar que la Argentina durante el menemismo - delarru�smo - duhaldismo ha aplicado y aplica dichos "mandamientos" de forma escrupulosa e incondicionalmente y por ello fue presentada hasta hace muy poco tiempo como la "la mejor alumna del F.M.I." Examinemos algunos elementos determinantes de la crisis producto de la aplicaci�n de los mencionados mandamientos. La deuda externa de Am�rica latina que en 1990 era de 450.000 millones de d�lares, pese a los cuantiosos pagos por intereses y amortizaciones, en 2000 alcanzaba los 740.000 millones. En el caso de nuestro pa�s nos encontramos que en el mismo lapso, la deuda eterna pas� de 62.333 millones de d�lares a 147.000 millones. Y ello se ha producido pese a que en el mismo per�odo se pagaron por intereses y amortizaciones la sideral suma de 113.000 millones de d�lares. El presupuesto "equilibrado" nunca alcanzado (ni a�n en los pa�ses desarrollados) que ha consistido en una fuerte baja del gasto p�blico, fundamentalmente en los aspectos sociales (sistema de salud, jubilaciones, educaci�n, seguridad etc�tera) deteriorando a�n m�s la p�sima calidad de vida de la mayor parte de nuestra poblaci�n. Se debe destacar adem�s que los pagos del servicio de la deuda en todo el per�odo han sido los que m�s han incidido en el incremento del gasto p�blico. La pol�tica privatizadora realizada en toda Am�rica latina pero que en nuestro pa�s se ha realizado con una velocidad que no ha tenido precedentes en ning�n otro lugar del mundo y a precios viles. La estrategia privatizadora fue establecida presuntamente para disminuir la deuda externa pero, como se ha visto, ello no ha sucedido as�. En rigor, ha sido utilizada para sustituir monopolios p�blicos por monopolios privados extranjeros y para el enriquecimiento de un sector vinculado a las esferas gubernamentales. Con tarifas y precios inusitadamente elevados. La apertura econ�mica y financiera ha tra�do un incremento sustancial de las importaciones (muchas de ellas absolutamente innecesarias y a precios subvaluados) que han crecido muy por encima de las exportaciones. Como de costumbre nuestras ventas externas est�n sujetas a las restricciones y precios deprimidos establecidos por los mercados de los pa�ses desarrollados. Las importaciones irrestrictas e indiscriminadas, el contrabando y las maniobras evasoras existentes en nuestro comercio exterior, contribuyeron en gran medida a la destrucci�n de gran parte del aparato productivo nacional y al incremento del desempleo y del subempleo. La irrupci�n de importantes corrientes de capitales especulativos, facilit� el proceso de vaciamiento financiero existente. Proceso que se diera comienzo con la desnacionalizaci�n de la banca y continuar�a con una especulaci�n desenfrenada, con un tipo de cambio garantizado por la ley de Convertiblidad (el famoso 1 X 1 ) y que particip� en la privatizaci�n de empresas estatales as� como tambi�n de compa��as privadas. La convertiblidad que si bien en un primer momento tuvo utilidad para combatir la inflaci�n dejada por el gobierno de Alfons�n, el mantenimiento a toda costa de un tipo de cambio fijo se convirti� en el eje de la pol�tica econ�mica y financiera. La dram�tica y estrepitosa ca�da del binomio De la R�a - Cavallo producida en medio de la grave crisis que, como estamos se�alando ha sido producto de la aplicaci�n incondicional de los dictados del Consenso de Washington, que se agudizar�a con la asunci�n de Duhalde y de su inepto ministro de econom�a Jorge remes Lenicov. En nuestro pa�s la fuga de capitales con la imposici�n del "corralito" , devaluaci�n brutal e insensata del peso, con el argumento de incrementar las exportaciones, que no se han efectivizado sino que por el contrario han diminuido. La devaluaci�n exigida por el F.M.I. que ahora quiere imponer la "flotaci�n libre" se est� repitiendo en Uruguay (donde s� se puede hablar de un cierto "contagio" debido a un menor turismo, retiro de capitales etc.). En Brasil que se encuentra atrapado en un ataque especulativo, producto del temor por el resultado de las pr�ximas elecciones. Paraguay desde a�os con inestabilidad y devaluaci�n y ello tambi�n en Ecuador pese a la "dolarizaci�n" existente. El modelo impuesto por el FMI y aplicado por los gobernantes de turno, se encuentra colapsado. Es imprescindible dejar de continuar transitando este sendero de "no vida", de "no pa�s". Frente a la inmensidad de la pobreza, de sectores hambreados irracionalmente, a una desocupaci�n nunca vista, de un sector financiero en quiebra y envilecido, frente a un enriquecimiento que bordea lo irracional, se debe imponer un nuevo modelo que responda eficaz y democr�ticamente a los imprescindibles requerimientos de una sociedad que no puede postergar m�s sus necesidades. El FMI debe dejar ser el "sheriff" del capital financiero y de las transnacionales y volver a los Fines para los que fuera constituido que, en su Art�culo I se�ala entre otras cosas.(El FMI debe)"Fomentar la cooperaci�n monetaria internacional. Facilitar la expansi�n y el crecimiento equilibrado del comercio internacional y contribuir de ese modo al fomento y mantenimiento de altos niveles de ocupaci�n y de ingresos reales y al desarrollo de los recursos productivos de todos los pa�ses miembros como objetivo primordial de pol�tica econ�mica". * Miembro del Consejo Acad�mico de ATTAC-Argentina E mail: [email protected] (8/8/02) ______________________________ 4. Se inicia el Foro social Mundial en Argentina ____________________________________________________________ Ante la crisis.. OTRO MUNDO ES POSIBLE !!! En un contexto de agravamiento de las secuelas de miseria y hambre resultante de la globalizaci�n neoliberal, comenzar� el prox. 22 de Agosto -con una gran movilizaci�n por las calles de Buenos Aires-el Foro Social Mundial (FSM) en Argentina. El mismo se extender� por cuatro d�as, culminando el 25 con una asamblea de todos los movimientos sociales participantes. El Foro tratar� "La crisis del modelo neoliberal en Argentina, y los desaf�os para el movimiento global". Su objeto es el intercambio de experiencias, y la articulaci�n de un espacio de solidaridad con las luchas del movimiento popular en nuestro pa�s, teniendo como premisa fundacional que "Otro mundo es posible". El FSM en Argentina, cuyo epicentro ser� la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, contar� con m�s de doscientas actividades descentralizadas en todo el pa�s. En todas funcionar�n mesas de debate, talleres y diversas actividades autogestionadas, as� como expresiones del arte y la cultura, con la presencia y participaci�n de delegados extranjeros y nacionales. Ya han adherido m�s de 360 organizaciones sociales nacionales, como organismos de derechos humanos, organizaciones de trabajadores ocupados y desocupados, asambleas barriales, agrupaciones universitarias, ONGs, entre otras, e internacionales como la Central �nica de Trabajadores (CUT) y el Movimiento sin Tierra (MST) de Brasil, la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, V�a Campesina, as� como representantes de distintos movimientos de Bolivia, Canad�, Chile, Cuba, Ecuador, Espa�a, Estados Unidos, Francia, Italia, M�xico, Panam�, Per�, Sud�frica, Tailandia, Uruguay, Venezuela,... Muchos ya han participado en las ediciones del Foro Social Mundial de Porto Alegre, que es de donde surgi� la idea y el apoyo para realizar este " Foro tem�tico de Argentina". Son los t�tulos de los paneles centrales del FSM en Argentina (d�as 23 y 24 de Agosto): � La Crisis Argentina en el contexto del capitalismo mundial. � El Estado neoliberal y la crisis de la democracia. � Neoliberalismo y hegemon�a norteamericana en Am�rica Latina. � El Avasallamiento de los derechos sociales por el capitalismo, � Alternativas econ�micas para una salida popular a la crisis. � Poder popular, resistencias, democracia participativa y formas de desobediencia civil. � Formas de autogesti�n social y experiencias alternativas. � Una nueva Am�rica para un nuevo mundo. Resistencias y convergencias desde la Argentina hacia el movimiento global. COMIT� DE MOVILIZACI�N EN ARGENTINA DEL FSM [email protected] http://forosocialargentino.org ______________________________ 5. El riesgo Lula y la Colombina ____________________________________________________________ Frei Betto Brasil es un pa�s de alto riesgo para quien vive en �l. Basta verificar los �ndices de violencia (40 mil asesinatos por a�o); los edificios cerrados como penitenciarias de lujo; el poder paralelo del narcotr�fico; el n�mero de secuestros y matanzas; la pobreza y la miseria que llegan a 53 millones de personas. Quien est� afuera -y solo en los Estados Unidos son cerca de 700 mil brasile�os- �nicamente ve el riesgo cuando piensa en regresar al pa�s. Excepto los especuladores internacionales, que no cambian lo seguro (la sangr�a de d�lares que el Brasil derrama en sus bolsillos) por lo dudoso (la pol�tica econ�mica de un eventual gobierno de Lula). Si Lula fuera electo, los especuladores van a sentirse como los viciosos del juego cuando se cerr� el Casino de Urca, en abril de 1946. Guardada la ruleta, ya no pod�an arriesgar su dinero. En el caso de los especuladores, el verbo correcto es multiplicar. Pues en el Casino de la Especulaci�n, la ruleta es alterada. Quien apuesta mucho nunca pierde. Aunque el propio casino quiebre. Al se�or Geraldo, mi vecino en Belo Horizonte, le gustaba jugar en el casino de Pampulha, hoy transformado en museo de arte. Apostaba algo y casi siempre ganaba. A�os despu�s, cuestionado por Macedo, jugador que siempre perd�a, el Sr. Geraldo le cont� el secreto de su aparente suerte: era amigo del croupier y, en com�n acuerdo con �l, hac�a grandes apuestas para atraer a otros jugadores. Quien apostaba poco, como el Macedo, raramente ganaba. Sin embargo el Sr. Geraldo era recompensado por desinhibir a los afortunados y dar ganancias a la casa. En el casino global, los perdedores blufean. La WorldCom, due�a de Embratel, registraba gastos como facturaci�n. Es lo que hace el gobierno de Fernando Henr�quez Cardoso(FHC): registra como inversiones los empr�stitos que toma de afuera. Eso explica el hecho de que, desde mayo, Brasil deba, por cada R$100 producidos, R$56 a los acreedores internos y externos. Hoy, la deuda l�quida total del sector p�blico es de R$708,4 mil millones, y corresponde a 56% del PIB. Es la relaci�n m�s negativa deuda-PIB de la historia del pa�s (y, d�gase de paso, que esos ocho a�os de gobierno de FHC son el per�odo en el que Brasil creci� menos, desde la proclamaci�n de la Rep�blica). En la huerta de los especuladores, Lula funciona como un espantap�jaros. All� en Arizona el peque�o inversionista escucha decir que la econom�a de Brasil va a empeorar si Lula fuera electo. Trata de vender barato sus papeles a los especuladores quienes, m�s tarde, los vender�n caro en el mercado. Si el juego econ�mico no es suficiente para revertir el �ndice de aprobaci�n a la candidatura de Lula, se recurre a las emboscadas �ticas, ahora inclusive con la participaci�n de la Polic�a Federal: denuncias infundadas, archivos inventados, especulaciones fantasiosas. Durante la campa�a de 1994, tom� un taxi cuyo conductor declar� que no votar�a por un candidato que aparentaba ser defensor de los trabajadores pero que viv�a en una mansi�n en Morumbi, el barrio m�s elegante de San Paulo. Le desafi� a que me llevara hasta all�. En caso de que quedara confirmado lo que �l dec�a, yo pagar�a el valor de la carrera multiplicado por cinco. Caso contrario, �l no me cobrar�a nada. Evidentemente, no apost�. El riesgo no est� en que Lula gane, est� en que Brasil contin�e reh�n de la subida de los intereses, y ahora, del d�lar; m�s endeudado que borracho cu�ado del due�o de cantina; con sus �ndices sociales cada vez m�s deteriorados. No hab�a Lula en Argentina, la mejor alumna del FMI, condenada a la depresi�n. Si la situaci�n del pa�s va mal, la culpa es de quien gobern� en los �ltimos a�os. Si no hay un cambio, en breve seremos una Colombina, mezcla de Colombia con Argentina. Hasta octubre, todav�a hay tiempo para que todos sepan que Lula rob� la Copa Jules Rimet, mat� a Dana de Teff�, escondi� a Elias Maluco, dispar� a la prefectura de R�o y tiene una fortuna en para�sos fiscales. As� quedar�n todos con mucho miedo de ser felices. ______________________________ 6. Vendiendo el futuro: el ALCA y los obispos canadienses ____________________________________________________________ V�ctor Quintana Ya que est� de moda hablar de obispos, hablemos, pero de los canadienses. Porque la Conferencia de Obispos Cat�licos de Canad�, mediante su Oficina de Asuntos Sociales, ha publicado un excelente documento sobre el Area de Libre Comercio de las Am�ricas (ALCA). Su t�tulo entra�a ya una toma de posici�n bien clara: Vendiendo el futuro: una reflexi�n sobre la relaci�n entre inversionistas y Estado en el TLCAN y su expansi�n al resto de Am�rica Latina. El Episcopado canadiense sostiene una larga tradici�n de vigilancia y de opini�n cr�tica sobre problemas sociales y econ�micos. Con energ�a puso en tela de juicio desde 1987 el Acuerdo de Libre Comercio entre su pa�s y Estados Unidos; cuestionaron duramente el Acuerdo Multilateral de Inversiones, abortado en 1998, y apoyaron la reuni�n de la sociedad civil celebrada paralelamente a la Cumbre de las Am�ricas en Qu�bec, en abril del a�o pasado. La preocupaci�n central de los obispos en este documento es "(dentro de los acuerdos de libre comercio) la capacidad de las compa��as privadas de poner demandas a los estados en el contexto de aparentes p�rdidas de ganancias. Estas demandas o reclamaciones afectan en primer lugar la condici�n soberana de los estados; en segundo la capacidad de proteger legalmente el ambiente y, por �ltimo, la participaci�n democr�tica del pueblo en su futuro gobierno". El documento hace una evaluaci�n sumaria de los efectos del TLCAN, considerando que el ALCA s�lo pretende una expansi�n del mismo. A pesar de cierto crecimiento de la econom�a y del comercio en los tres pa�ses socios, se da en ellos un distanciamiento creciente entre los ricos y los pobres, un aumento de las dificultades e incertidumbres para las mayor�as, "mientras que un n�mero cada vez menor de inversionistas, ejecutivos y profesionistas se vuelve cada vez m�s rico". Dan algunas cifras: en los siete a�os del TLCAN, Canad� vio disminuir de 3.8 a 3.1 por ciento los ingresos del 20 por ciento m�s pobre de su poblaci�n, en tanto que el 20 por ciento m�s rico vio incrementarse sus ingresos de 41.9 a 45.2 por ciento. En ese mismo lapso en Estados Unidos se eliminaron 760 mil oportunidades de empleo. Y en M�xico, durante los a�os noventa el poder adquisitivo del salario m�nimo se redujo casi a la mitad. Rese�an las 15 demandas que diversas corporaciones han presentado en el contexto del TLCAN para atacar la capacidad de los gobiernos de producir orientaciones pol�ticas y salvaguardar la soberan�a nacional, en particular en lo referente a la protecci�n ambiental. Un ejemplo, el pleito de la trasnacional Metalclad contra el gobierno de M�xico por casi 17 millones de d�lares por la planta de tratamiento de desechos t�xicos en Guadalc�zar, San Luis Potos�. Para los obispos canadienses, el ALCA es "el tratado de comercio y de inversi�n m�s arrollador de la historia". Las negociaciones del mismo se han hecho excluyendo del debate a la ciudadan�a y a los grupos populares. Se trata de dar libre flujo por todo el hemisferio a los capitales, pero de ninguna manera a la fuerza de trabajo. Y lo m�s preocupante: hay serios indicios de que dentro de �l "lo comercial y la inversi�n podr�an desligarse de cualquier forma de control ciudadano y de la autoridad de los gobiernos", como expresa el cap�tulo 11 del TLCAN. El objetivo de �ste es "limitar la capacidad del gobierno de proteger el ambiente, la salud y otros valores p�blicos frente a los intereses comerciales". Certeramente apunta el documento que los tratados comerciales deben asegurar el respeto a los derechos humanos b�sicos, los derechos laborales, el ambiente y los derechos de los pueblos ind�genas "como han sido definidos por protocolos internacionales (y que) tienen precedencia sobre los derechos de los inversionistas". Insisten en que las negociaciones del ALCA se hagan con transparencia y con la participaci�n de los ciudadanos y sus l�deres para que enfrenten el impacto social y ecol�gico. Terminan diciendo que "en lugar de extender las fallas del TLCAN a todas las Am�ricas, los l�deres deber�an sentarse a dise�ar un modelo de integraci�n econ�mica que trabaje en beneficio del mundo laboral del continente". Los obispos canadienses sacan la cara por la soberan�a nacional, por los derechos civiles y sociales, por un desarrollo "que respete la dignidad delos individuos y comunidades". �Les har�n caso nuestros cat�licos gobernantes? Aunque no les besen el anillo. De "Cristianos nicarag�enses `por los pobres" (14.08.02) ______________________________ 7. Mensaje desde Paris ____________________________________________________________ Algunas palabras a los organizadores del Foro Social argentino para compartir y apoyar el evento. Durante el ultimo FSM de Porto Alegre se escuchaba el grito " todos somos argentinos"; no se trataba de solidaridad piadosa con las victimas del desastre neoliberal sino de una manera de apoyar y compartir las actitudes de resistencia y de lucha del pueblo argentino. Seis meses despu�s, el grito de compa�erismo se ira amplificando si el Foro social de Buenos Aires se transforma en vanguardia pol�tica para llegar a la ruptura del Consenso de Washington. Lleg� la hora de atreverse a romper con el FMI y los dem�s �rganos del Politburo del neoliberalismo. La idea va caminando inclusive en los pa�ses centrales del capitalismo. Tan es as� que el diario Le Monde del 14 de agosto en su titular sobre el fracaso del FMI lo llama " bombero pir�mano para pa�ses en dificultad". Retomando el an�lisis hecho por Joseph Stiglitz en su libro "La gran desilusi�n" y los informes de la CNUCED sobre la duplicaci�n de la pobreza en el mundo durante los �ltimos 20 a�os, Le Monde afirma que el fracaso del FMI afecta no solo a Am�rica Latina sino a todo el Tercer Mundo. Anuncia asimismo que Indonesia tambi�n est� lista para divorciarse del FMI. Esto significa que hay una novedad : hablar de ruptura con el FMI ya no es tab� ,ya no equivale a una maldici�n. Los pueblos est�n curados de espanto... �qu� mas les puede pasar que lo que padecen los argentinos? Todos los pueblos del Sur del planeta miran su futuro al espejo deldesastre neoliberal argentino. Por esta raz�n el Foro Social argentino cobra una importancia enorme que concierne no solo a los argentinos sino a todos los pueblos del Tercer Mundo. Este Foro asume as� una responsabilidad internacional. En este sentido las tesis publicadas por los economistas de izquierda (grupo EDI) me parecen especialmente relevantes y espero que sirvan para dar la pauta a los debates del Foro . El ultimo texto titulado "Apostando al socialismo" que plantea de renacionalizaci�n de las fuentes b�sicas de la econom�a argentina encuentra eco no solo en Am�rica Latina (los peruanos luchando contra la privatizaci�n de la energ�a el�ctrica en Arequipa, los Bolivianos contra la privatizaci�n del agua en Cochabamba, los Ecuatorianos para proteger su petr�leo..) sino en todos los pa�ses v�ctimas del despojo de sus riquezas por las transnacionales . Las propuestas del grupo de economistas EDI coinciden con el movimiento hacia la des-globalizaci�n" lanzado en el FSM de Porto Alegre por el economista filipino Walden Bello director de la organizaci�n "Focus on the Global South". Hemos llegado a una encrucijada : el escandaloso "consenso de Monterrey" que exonera los pa�ses del Norte de responsabilidad por la miseria del Sur (despu�s de 5 siglos de explotaci�n" y que obliga a los pa�ses del tercer mundo a ceder sus prerrogativas estatales en beneficio de las compa��as transnacionales, indica la culminaci�n del dominio de los pa�ses centrales del capitalismo sobre los pa�ses de la periferia. Monterrey confirma la afirmaci�n de Stiglitz hecha en una entrevista a Le Monde en noviembre 2001:"el libre-cambio ha sido promovido por los pa�ses del Norte e impuesto a los pa�ses del Sur, para su propio beneficio". Adem�s la militarizaci�n acelerada de la superpotencia imperialista es prueba de que el mito neoliberal (promesa de bienestar y libertad general), el mito llamado "mundializaci�n" se est� desmoronando frente a la expansi�n de la miseria y de la explotaci�n de los trabajadores. El famoso TINA (there is not alternative) de la se�ora Thatcher cay� endesuso. Ya los pueblos creen que hay alternativas y que el neoliberalismo no es irreversible. El Foro Social de Buenos Aires llega como contra-punto a la gran misa de Johannesburgo. Este Foro va a demostrar que "otro mundo es posible" a condici�n de iniciar el giro hacia la des-globalizaci�n , confirmando la anulaci�n de la deuda por el Tribunal internacional de Porto Alegre, y declarando los pueblos liberados del consenso de Washington. Un saludo cordial y esperanzado de Denise Mendez, Attac-Paris ______________________________ Advertencia: Los documentos publicados no comprometen a la asociaci�n ATTAC salvo menci�n en contrario. Pueden ser la opini�n de grupos tem�ticos, personas u otras organizaciones. Se trata solamente de aprovechar las experiencias y las ideas disponibles para poder construir juntos ese otro mundo posible, para reapropiarnos de nuestro porvenir. _______________________________________________ Nettime-lat mailing list [email protected] http://amsterdam.nettime.org/cgi-bin/mailman/listinfo/nettime-lat