Grano de Arena on Wed, 21 Aug 2002 15:02:08 +0200 (CEST)


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[nettime-lat] [ATTAC] INFORMATIVO 153 - FORO SOCIAL MUNDIAL EN ARGENTINA


EL GRANO DE ARENA
Correo de informaci�n ATTAC n�153
Miercoles, 21/08/2002
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En este n�mero

1.�D�nde est�n los manifestantes?: "En la misma medida que ten�amos
una din�mica efectiva antes del 11 de septiembre, la hemos seguido
teniendo. Esto no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que somos menos
visibles en los medios y ello nos ha llevado a que reflexionemos sobre
nuestras t�cticas y nuestra estrategia"

2.Una crisis inducida para que el FMI pudiera resolverla: En los d�as
pasados Uruguay vivi� un golpe de Estado preventivo, en el que el FMI
ocup� el lugar que otrora  - por estas latitudes - desempe�� la CIA
como brazo operativo.

3.El modelo "fondomonetarista �colapso o contagio?: Es,
lamentablemente, muy conocido que la Argentina se encuentra inmersa en
la m�s prolongada crisis de su historia. Que abarca  desde la
econom�a, a la   grave problem�tica econ�mica, social y  financiera a
la que ha sido deliberada y premeditadamente  conducida.

4. Se inicia el Foro Social Mundial en Argentina: En un contexto de
agravamiento de las secuelas de miseria y hambre resultante de la
globalizaci�n neoliberal, comenzar� el pr�ximo 22 de Agosto -con una
gran movilizaci�n por las calles de Buenos Aires-el Foro Social
Mundial (FSM) en Argentina.

5. El riesgo Lula y la Colombina: "Si no hay un cambio, en breve
seremos una Colombina, mezcla de Colombia con Argentina." Escribe Frei
Beto

6. Vendiendo el futuro: el ALCA y los obispos canadienses:  El
Episcopado canadiense sostiene una larga tradici�n de vigilancia y de
opini�n cr�tica sobre  problemas sociales y econ�micos. Con energ�a
puso en tela de juicio desde 1987 el Acuerdo de Libre Comercio  entre
su  pa�s y Estados Unidos; cuestionaron duramente el Acuerdo
Multilateral de Inversiones, abortado en 1998 y apoyaron la reuni�n de
la sociedad civil celebrada paralelamente a la Cumbre de las Am�ricas
en Qu�bec.

7. Mensaje desde Par�s: Algunas palabras a los organizadores del Foro
Social argentino para compartir y apoyar  el evento.




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1. �D�nde est�n los manifestantes?
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Mike Bygrave

Hace alrededor de un a�o, durante el Sitio de G�nova, 250.000
manifestantes rodearon la reuni�n anual de los l�deres pol�ticos del
G8 y muchos se enfrentaron sin cesar con la polic�a italiana. Fue la
cima del movimiento antiglobalizaci�n. Parec�a imparable, como la
agenda definidora del nuevo siglo y "la m�s amplia rebeli�n desde los
60" �D�nde est� ahora?�Qu� cambi� desde el 11 de septiembre? Hoy el
movimiento casi ha desaparecido de las cr�nicas y de los titulares �Ha
sido arrojado al basurero de la historia? La globalizaci�n todav�a
est� entre nosotros despu�s de todo. Desde la situaci�n de �frica al
abastecimiento de alimentos en el mundo, de los conflictos comerciales
a los refugiados, de la privatizaci�n al medio ambiente, la
globalizaci�n avanza imparable. Pero �qu� ha ocurrido con los
antiglobalizadores?

El escritor y activista George Monbiot se muestra sorprendentemente
encantado con el estado del movimiento: "En la misma medida que
ten�amos una din�mica efectiva antes del 11 de septiembre, la hemos
seguido teniendo. Esto no ha cambiado. Lo que ha cambiado es que somos
menos visibles en los medios y ello nos ha llevado a que reflexionemos
sobre nuestras t�cticas y nuestra estrategia. La escenificaci�n de
grandes protestas fue muy eficaz para atraer la atenci�n sobre las
cuestiones pero no es una buena forma de precipitar el cambio" Hubo un
momento en nuestra conversaci�n en que titubeamos sobre las palabras y
ca�mos en un embarazoso silencio. El mismo momento se reproduc�a con
cada entrevistado y se refer�a al nombre que se deb�a utilizar al
hablar de los antiglobalizadores. "Movimiento antigloba-lizaci�n"
resultaba ser un nombre inventado por los periodistas que ha calado.
Todos los activistas lo rechazan, como m�nimo porque da argumentos a
los oponentes. Pero nadie se pone de acuerdo en un sustituto.

Reflejo de la confusi�n sobre el nombre es la que muchos sienten sobre
la misma protesta. �Cu�l es el n�cleo que vincula al surtido de causas
de moda? La activista radicada en �msterdam, Susan George le llama el
Movimiento por una Justicia Global (decido mojarme y adoptar un nombre
mejor que el de antiglobalizaci�n) "un movimiento de educaci�n popular
dirigido hacia la acci�n" �Educaci�n sobre qu�?. Bueno, pues sobre la
globalizaci�n para empezar. En su sentido cl�sico significa el proceso
hist�rico mediante el cual el mundo se hace cada vez m�s pr�ximo.
Comenz� en el siglo XVI con los viajes de descubrimiento y se ha ido
acelerando desde entonces. Algunos estudiosos entienden que en su fase
m�s reciente, digamos desde principios de los a�os 70, la
globalizaci�n ha avanzado a tal velocidad y a tal escala que semejante
salto cuantitativo ha producido un mundo cualitativamente diferente,
bien sea una aldea global o un imperio global. No tiene sentido
oponerse a la globalizaci�n en este sentido como no lo ten�a oponerse
a grandes tendencias hist�ricas como el desarrollo del estado naci�n o
el crecimiento de la ciencia.

Los activistas no rechazan el proceso subyacente: atacan la forma
actual que tal proceso adopta. Como manifiesta el American Center for
Economic and Policy Research, esta forma "no es un resultado
inevitable del cambio tecnol�gico en las comunicaciones, el transporte
y otras industrias" sino que se debe a "decisiones deliberadas de los
actores pol�ticos" que "han conformado el proceso de globalizaci�n de
un determinado modo".

Este modo es la globalizaci�n econ�mica dirigida por las empresas
multinacionales, coreando su mantra de libre comercio, libertad de
inversi�n y libre movimiento de capital. Todas estas "libertades"
deber�an hacernos sospechar, dicen los manifestantes. Alguien tendr�
que pagar. Mientras las empresas se presentan como heraldos de un
futuro resplandeciente para todos, con una camiseta Nike en cada
cuerpo, un capuchino Starbucks en cada mano y un Nissan Sentra en cada
garaje, para el movimiento son una moderna horda mongola. Gengis Khans
en trajes Armani asolando el mundo en general y el tercer mundo en
particular en b�squeda de poder y beneficios.

"Creo que la gran mayor�a de la gente que se ha unido a este
movimiento comenz� con una vaga sensaci�n de que algo iba mal, sin ser
necesariamente capaces de se�alar con el dedo qu�" dice Monbiot.
"Teniendo la sensaci�n de que el poder se les quitaba de las manos,
gradualmente se volvieron mejor informados, a menudo en �reas muy
especializadas porque lo que encuentra en nuestra comunidad de
activismo es alguna gente muy preocupada por la agricultura, los que
est�n muy interesados en el medio ambiente o las regulaciones
laborales, o la privatizaci�n de los servicios p�blicos o la deuda del
tercer mundo. Estos intereses convergen y el punto en que todos se
encuentran es la cuesti�n del poder empresarial"

Para Susan George, el objetivo del capitalismo contempor�neo es "todo
el poder a los grandes negocios", una "agenda t�picamente
decimon�nica, un intento de atrasar el reloj cien a�os"�. "Cuando me
preguntan porque la gente se une a nuestro grupo" dijo en un reciente
foro en la London School of Economics "digo que es por el sentimiento
de que los hijos de perra han ido demasiado lejos".

Las estad�sticas sobre la globalizaci�n son incre�bles. El comercio
mundial creci� el 50 % durante los �ltimos seis a�os y ahora supone
m�s de 17.000 millones de d�lares diarios. De las 100 entidades
econ�micas m�s grandes del mundo, 51 son empresas. Mientras tanto, el
precio de productos primarios distintos del petr�leo (alimentos
b�sicos y materias primas producidos por el tercer mundo) cay� en m�s
del 50 % en t�rminos reales durante los �ltimos 20 a�os. La deuda
externa total de los pa�ses en desarrollo creci� de 90.000 millones de
d�lares en 1970 hasta casi dos billones de d�lares en 1998, de los
6.000 millones de habitantes del mundo, 2.800 millones viven con menos
de dos d�lares al d�a y 1.200 millones con menos de un d�lar. Hasta
35.000 ni�os de menos de cinco a�os mueren cada d�a por enfermedades
evitables. La distancia del 20 % m�s rico del mundo respecto al 20 %
m�s pobre se ha duplicado en los �ltimos cuarenta a�os, mientras que
el patrimonio de las tres personas m�s ricas del mundo excede al PIB
de los 48 pa�ses m�s pobres (que suman una poblaci�n de 600 millones).

La interacci�n entre la globalizaci�n empresarial y la mayor�a de la
poblaci�n del mundo (la del tercer mundo) esta mediatizada por tres
instituciones internaciones: el Fondo Monetario Internacional (FMI),
el Banco Mundial y la Organizaci�n Mundial de Comercio (OMC). El FMI y
el Banco Mundial est�n dominados por los Estados Unidos, la OMC por
los Estados Unidos y el resto de los pa�ses del G8, principalmente
europeos m�s Jap�n.

En los 80 estas organizaciones comenzaron a perseguir las tres
"libertades" (de comercio, de inversi�n y de movimiento de capitales)
aunque no la cuarta, libre circulaci�n de trabajadores o de migraci�n.
Este programa se conoce como el "consenso de Washington" o
neoliberalismo en su forma internacional. Como consecuencia de ello,
dicen los cr�ticos, cuando las desventajas de la globalizaci�n
comenzaron a hacerse visibles en los 90, el primer lugar en que
aparecieron fue en los pa�ses pobres del tercer mundo, obligados a
seguir las pol�ticas del FMI, el Banco Mundial y la OMC.

En 1994, la OMC ampli� enormemente su influencia a trav�s de la Ronda
Uruguay de negociaciones comerciales, transformando la organizaci�n,
en palabras de Naomi Klein, "de una c�mara de comercio internacional
en un gobierno cuasimundial". En 1999, los ministros de comercio se re
unieron en Seattle para intentar lanzar una nueva ronda negociadora.
En su lugar, se encontraron con las masivas protestas que lanzaron el
Movimiento por la Justicia Global a la escena mundial. La coalici�n
incluye un importante componente del tercer mundo o del "Sur" El drama
del Sur es el coraz�n moral del movimiento y el centro de mucha de su
energ�a en las campa�as.

Tony Juniper es el director de la rama brit�nica de Amigos de la
Tierra. Antes de la aparici�n del Movimiento por la Justicia Global,
los ecologistas eran el mejor conocido y m�s ampliamente popular de
sus componentes. Juniper explica la evoluci�n de sus planteamientos:
"durante los �ltimos diez a�os nos hemos colocado m�s en el gran
debate econ�mico y menos en el del tipo "salvad las ballenas". Hablar
de la selva tropical nos llev� a hablar de la deuda del tercer mundo.
Hablar del cambio clim�tico nos llevo a hablar de las empresas
multinacionales.

Cuanto m�s hablas sobre estas cuestiones, m�s te das cuenta que la
cuesti�n ya no es el medio ambiente sino la econom�a y las presiones
sobre los pa�ses para que hagan cosas que socavan cualquier esfuerzo
para afrontar las cuestiones medioambientales. En la �poca en que
llegamos a Seattle, est�bamos todos en una campa�a sobre la misma
tendencia b�sica que estaba minando los esfuerzos de todos para
alcanzar cualquier objetivo progresista. Esta tendencia es el libre
mercado y los privilegios de los ricos y las grandes empresas a
expensas de todo lo dem�s".

La presencia de los grandes grupos ecologistas y otras reputadas ONGs,
como Oxfam o Christian Aid, en las filas de los activistas hace
imposible a los gobiernos occidentales y a los l�deres de negocios
despreciar el movimiento como un pu�ado de j�venes desafectos y
anarquistas rompedores de cristales. Para la �lite occidental, la
globalizaci�n es buena para usted. Para los antiglobalizadores es el
malo de la pel�cula. �Hay alguna posibilidad de juzgar entre estas dos
posiciones? Una v�a es fijarse en una cuesti�n ligeramente diferente:
�crece la desigualdad global? o �el avance de la globalizaci�n ha
reducido la desigualdad global en los �ltimos veinte a�os, tal y como
propugnan sus defensores?

Peque�os ej�rcitos de economistas estudian estas cuestiones. En
b�squeda de respuestas, acud� a una conferencia del profesor Robert
Wade en la London School of Economics. Comenz� con las habituales
cifras deprimentes: el 80 % de los ingresos mundiales va al 20% de los
m�s ricos mientras el 60 % de la poblaci�n mundial tiene que
arregl�rselas con el 6 % de los ingresos. Entonces se centro en "el
meollo de la cuesti�n": si la situaci�n ha mejorado o empeorado en los
�ltimos veinte a�os. Su respuesta fue doble: no lo sabemos con
seguridad  pero un an�lisis equilibrado de las pruebas indica que se
va a peor y que la desigualdad est� creciendo.

Resulta que las estad�sticas en que conf�an los proglobalizaci�n,
encabezados por el Banco Mundial son sospechosas. Hay diferentes
m�todos para determinar la pobreza y la desigualdad globales y las
respuestas que se obtienen dependen de las t�cnicas que se usen. El
Banco Mundial, sugiri� Wade, puede haber elegido las que apoyan su
propia agenda  neoliberal. "El Banco es una instituci�n muy pol�tica"
declar�.

Wade trat� de un modo igualmente en�rgico con la otra parte del
problema, yendo de la pobreza y la desigualdad a si la globalizaci�n
econ�mica es la mejor v�a para afrontarlas. La cuesti�n, aqu�  es
cu�ndo y en qu� t�rminos, los pa�ses pobres deber�an abrir sus
mercados. Las actuales estrellas del Banco Mundial son India y China,
lo que supone que los pa�ses globalizantes, es decir, con reg�menes
liberalizados de comercio, se ha hecho m�s ricos mientras que los no
globalizantes han quedado atr�s. Pero "la secuencia causal en India y
China ha sido la contraria"dice Wade "estos pa�ses comenzaron su
fuerte crecimiento antes de liberalizarse. Y todav�a tiene reg�menes
comerciales muy proteccionistas igual que Taiwan y Corea del Sur
hicieron antes que ellos. La liberalizaci�n comercial no es el motor
del crecimiento".

La mayor�a de los activistas ir�an m�s all� que Wade. Aducen que el
"libre comercio" y la deuda del tercer mundo son una estafa.
Presentada como el producto de benignas leyes econ�micas naturales que
finalmente sacaran a todos de la pobreza, en realidad son herramientas
de un sistema dise�ado por el Norte para mantener a los pa�ses del Sur
en su lugar, como fuentes en las que adquirir materias primas y mano
de obra poco cualificada y barata y a las que pueden vender bienes
manufacturados, productos agr�colas subsidiados, cr�ditos a alto
inter�s y muy rentables paquetes privatizadores. Los acuerdos
comerciales obligan al Sur a abrir sus mercados, eliminar sus
aranceles y suprimir los subsidios internos. Pero los pa�ses ricos
subsidian a gran escala su propia agricultura y mantienen barreras
arancelarias contra productos como los textiles. Cualquier pa�s que
amenace con resistirse recibe un tir�n en la correa. La correa es la
deuda del tercer mundo y el rechazo del Norte a "perdonarla". La deuda
es el mecanismo para mantener a los pobres en vereda.
Un pa�s en desarrollo tras otro se ha desplomado bajo el impacto de la
especulaci�n creciente y/o las "pol�ticas de ajuste estructural" del
FMI (acabar con el gasto p�blico, recortar y privatizar servicios
p�blicos, atender el servicio de la deuda): M�xico  en 1994-1995, el
sudeste asi�tico en 1997-1998, Rusia en 1998-1999. Argentina,
receptora de no menos de nueve "estabilizaciones" del FMI, es la
�ltima. Mientras el abismo entre pobres y ricos se ensancha, el
espacio entre las crisis se acorta. Lejos de ser un modelo permanente
de eficiencia econ�mica, el orden econ�mico mundial se ve por los
activistas como una forma de chantaje pol�tico.

Oyendo a Wade escuchaba a un moderado, una voz aceptada, lejos de las
m�s salvajes fronteras de la antiglobalizaci�n. El mismo FMI ha
confesado que "en d�cadas recientes casi un quinto de la poblaci�n
mundial ha retrocedido, sin duda uno de los m�s grandes fracasos
econ�micos del siglo XX". Un economista del Banco Mundial, Branco
Milanovic, recientemente reflexion� sobre "durante cu�nto tiempo tales
desigualdades (de ingresos) pueden persistir ante contactos cada vez
m�s pr�ximos... finalmente puede que los ricos tengan que vivir en
enclaves cerrados mientras los pobres merodean en el mundo exterior".

Este tema fue parte de la respuesta liberal al 11 de septiembre, la
conexi�n entre pobreza y terrorismo y la necesidad de afrontarlos
juntos. Pero hab�a tambi�n una respuesta conservadora, encabezada por
los Estados Unidos, cuyo representante de comercio Robert Zoellick
habl� de "arrancar la mancha de Seattle" y del libre comercio como
"promotor de los valores que son el coraz�n de esta inesperadamente
larga lucha", refiri�ndose a la guerra contra el terror. La agenda
conservadora era: m�s neoliberalismo, m�s globalizaci�n empresarial,
m�s "ajuste estructural".
El Movimiento por la Justicia Global sufri� ataques de los dos lados.
De hecho, el Movimiento tiene demasiadas pol�ticas, a menudo
desarrolladas por los diversos grupos de presi�n y ONGs. En lo que
estaban de acuerdo todos con los que habl� era que la �poca de las
grandes protestas en la calle se hab�a terminada. Hasta unos 250.000
manifestantes se congregaron en marzo en Barcelona para la cumbre de
la Uni�n Europea. Tantos como se hab�an concentrado en G�nova el a�o
anterior s�lo que esta vez la protesta (pac�fica) fue casi totalmente
ignorada por los medios. El debate dentro del movimiento sobre las
manis del a�o pasado (�qu� deber�a hacerse con la violencia asociada
con ellas?) se ha convertido en un debate sobre qu� "alternativas
positivas" al statu quo deber�an plantearse. Muchos se dan cuenta que
un mont�n de pol�ticas individualizadas no compensan la falta de una
idea dominante.

Naomi Klein, autora del best-seller "No Logo" es una estrella del
movimiento. En un reciente art�culo en su p�gina web escribe: "nuestra
tarea, nunca tan acuciante, es resaltar que hay mas de dos mundos
disponibles, exponer todos los mundos invisibles entre el
fundamentalismo econ�mico del McMundo y el fundamentalismo religioso
de la yihad".

Si la cara oscura de la globalizaci�n se mostr� por primera vez en la
situaci�n del Sur, a finales de los 90 hab�a destellos de descontento
en el Norte rico. Cultivos gen�ticamente modificados, c�rceles
privadas, favores pol�ticos para pagar contribuciones de campa�a,
leyes urban�sticas destripadas por grandes promotores, privatizaci�n
de servicios p�blicos, inmigrantes econ�micos o refugiados, empresas
multinacionales abriendo y cerrando f�bricas, creando y destruyendo
miles de empleos. Los manifestantes globales hab�an coreado: "el mundo
no est� en venta". Ahora era el turno de que la gente en Europa y los
Estados Unidos sintiera que las ciudades en que viv�an y todo lo que
hab�a en ellas estaba en venta.

Mientras que nadie discute que la globalizaci�n econ�mica es la causa
directa de todos estos fen�menos, tambi�n proporciona un modo de
entenderlos, una estructura que los vincula unos a otros y al drama
del tercer mundo y encuentra sus ra�ces en el arrogante poder de las
empresas.

Hasta este momento he descrito el Movimiento por la Justicia Global
desde su lado m�s moderado, pero tambi�n hay un lado radical, como
cualquiera que haya seguido Seattle y G�nova sabe bien. La tensi�n
central en el movimiento reproduce la tensi�n tradicional en la
pol�tica de izquierdas entre reformistas y revolucionarios: �buscamos
reformar y regular el capitalismo o abolirlo y reemplazarlo? No
obstante, sus seguidores tienen raz�n en sostener que el movimiento es
algo nuevo. La ausencia de l�deres u organizaci�n jer�rquica, el
�nfasis en las redes inspiradas en Internet, el inter�s en la
democracia participativa m�s que en el socialismo de Estado; incluso
la voluntad de experimentar puede que no sean ideas nuevas per se,
pero en conjunto suponen una oferta genuinamente nueva.

Al otro lado, entre los globalistas, los capitalistas o m�s
simplemente los americanos, siguiendo la f�rmula Clinton de "comercio
y no ayuda" en el exterior y el programa republicano de recortes
fiscales y reducci�n del estado de bienestar en casa, los Estados
Unidos parecen haber desarrollado un sistema en el que parece que los
gobiernos existen principalmente para promover y recompensar los
negocios. La gente demuestra su estatura moral trabajando duro y
haci�ndose rica y los pa�ses la demuestran por medio del crecimiento
econ�mico. Los que fracasan lo hacen porque son perezosos o inmorales.
Este Nuevo Orden Americano erige al neoliberalismo econ�mico como una
filosof�a moral y pol�tica a modo de darwinismo social redivivo.

Aqu� subyacen dos visiones del futuro radicalmente opuestas. Algunos
activistas dicen que el capitalismo necesita reformarse. Otros en el
movimiento sostienen que el capitalismo est� m�s all� de cualquier
reforma. Los radicales tienen una voz fuerte y un buen argumento:
hist�ricamente, los cambios siempre se han producido despu�s de una
gran crisis. �Est� destinada la globalizaci�n a terminar en una crisis
global? Argentina se ha ido. Jap�n parece tambalearse al igual que
Brasil y el resto de Latinoam�rica. El �frica subsahariana ha sido
descartada como un todo. Las bolsas se hunden. El fundamentalismo
isl�mico no desaparecer� de un d�a para otro. Hay miedo a una guerra
mayor. Ag�rrense fuerte, el viaje va a ser accidentado.

GuardianWeekly del 1 al 7 de agosto de 2002. Tradujo y envi� Angel
D�az M�ndez desde  Oviedo (Espa�a)


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2. Una crisis inducida para que el FMI pudiera resolverla
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Claudio Iturra

En los d�as pasados, Uruguay vivi� un golpe de Estado preventivo, en
el que el FMI ocup� el lugar que otrora - por estas latitudes -
desempe�� la CIA como brazo operativo. Una vez culminado, los diarios
del lunes 5 de agosto no mostraron la foto del presidente Jorge
Batlle, sino la del embajador estadounidense en Montevideo, exultante
vencedor en esta batalla del R�o de la Plata del siglo XXI

Este golpe tuvo diversas fases, desde su preparaci�n hasta su
culminaci�n, con la crisis de la semana pasada, cuando los
acontecimientos se precipitaron de forma tal que el an�lisis hecho
anteayer hoy ya es obsoleto.
En una crisis todo se precipita,  se da un acelerado entrecruzamiento
de los nudos conflictivos que forman la trama hist�rica de los
uruguayos de hoy.

Como acabamos de observar "en vivo y en directo", el planteo y
resoluci�n de la crisis expres� la correlaci�n de fuerzas en
presencia, en el "momento actual". No es un hecho de laboratorio,
qu�micamente puro - esa pureza no
se da nunca en la historia- : hay actores que apelaron a recursos del
poder incluso espurios, lo que los hizo pesar m�s en cuanto a su
capacidad de decidir el camino y contenido de la salida. No se trata,
pues, de cu�ntos hay de cada lado de la ecuaci�n, sino de la capacidad
que tienen para tallar y resolver el juego. No estamos ante  la
"correlaci�n de fuerzas" que miden las empresas de opini�n p�blica,
sino de un verdadero juego de fuerzas, en el sentido que la F�sica le
da a ese concepto.

Este camino empez� a dise�arse cuando qued� en evidencia el total
agotamiento del modo de gobernar el Uruguay que llevan a cabo los
partidos tradicionales, incapaz de asegurar las necesidades b�sicas de
la sociedad y de generar un curso productivo que permita que el pa�s
viva de su trabajo. Esta necesidad social cataliz� la formaci�n de un
abanico de fuerzas sociales surgido desde los actores productivos -
empresariales y sindicales- que resultaba funcional a la fuerza
pol�tica opositora que  se avizoraba como potencial vencedora en las
elecciones del 2004.

Desde lo social se empez� a colmar as� la brecha que exist�a con lo
pol�tico, d�ndole  real contenido y alcance social a la estrategia del
FA/EP,  absorta como hab�a estado en una visi�n que confiaba la
capacidad  del sistema pol�tico de garantizar una alternancia de esa
envergadura, a condici�n de no perturbar su "hist�rico" devenir, pese
a que se trata de un cambio sin precedentes..

Esta realidad que "crec�a desde el pie" iba abriendo paso a un
"di�logo nacional" que exige crecientes grados de inclusi�n de actores
sociales y pol�ticos, lo que significaba un cambio cualitativo
inaceptable para los partidos tradicionales. Esto lo han vuelto a
demostrar en estos d�as al apelar a recursos nada democr�ticos ni
soberanos, para no compartir el poder con otros sectores de la
sociedad uruguaya.

Ya no bastaba con mantener al FA/EP fuera de los organismos que por
mandato constitucional debe integrar en raz�n de su caudal electoral.
Tampoco alcanzaba con los recortes a sueldos y pensiones, mientras
gigantescos recursos eran chupados por un sistema financiero y un
aparato del Estado depredadores e ineficaces, dise�ados y
administrados por los mismos partidos tradicionales.

El sistema pol�tico as� tensionado, mostraba una peligrosa
disfuncionalidad, que estallaba pat�ticamente a la vista de todos con
hechos como el cierre de la emergencia del Cl�nicas o ni�os
aliment�ndose de pasto, o un presidente declarando en off, y en
ingl�s, que iba a privatizar esto y aquello, en contra de la opini�n
mayoritaria de los uruguayos

Hab�a que buscar el lugar geom�trico que permitiera que toda la
sociedad apoyara o al menos aceptara una soluci�n, que siendo
minoritaria y perjudicial, se mostrara como inevitable y garantizara
la creciente apertura y privatizaciones que exigen los organismos
multilaterales de cr�dito.

Entonces, como lo han hecho todos los que luchan por el poder por v�as
ileg�timas - desde los gangsters hasta los imperios que buscan bajarle
el mo�o a orejanos e irredentos -,  se desencaden� la emergencia
financiera, apoyada por el terrorismo psicol�gico y callejero.

La crisis estaba servida. La pistola apuntaba directamente al coraz�n
del Uruguay: s�lo se salvar� si privatiza lo que la sociedad se ha
negado a hacer . Faltaba solamente darle soluci�n institucional.

�Ahora qu�?

De este modo y pese a que el accionar del actual gobierno de coalici�n
de los partidos tradicionales es rechazado por la mayor�a absoluta de
la sociedad, la amenaza le ha permitido resolver la crisis contra esa
mayor�a. Los acontecimientos han sido empujados de manera tal que la
salida resuelta en la ley votada aceleradamente el s�bado 3 y el
domingo 4 de agosto, no s�lo agudiza las causas que, precisamente,
condujeron a la crisis, sino que est� en condiciones de prolongar sus
efectos m�s all� del t�rmino del per�odo del presidente Batlle,
ray�ndole la cancha al que lo suceda, aunque �ste sea encabezado por
el FA/EP.

Pero este resultado no era fatal. Actuando a tiempo se hubiera podido
evitar la amenaza mortal. No estuvo determinado de antemano por una
suerte de determinismo institucional -disponer del Poder Ejecutivo y
de una mayor�a legislativa. Esos elementos tuvieron la eficacia que
han tenido porque no hubo una fuerza que ocupara un lugar determinante
en el escenario, capaz de desplegar  una propuesta alternativa cre�ble
y eficaz,  porque articulaba en lo pol�tico e institucional lo que iba
madurando desde la sociedad

Dicho mal y pronto: el FA/EP no ocup� el lugar de liderazgo y
articulador pol�tico social porque hab�a apostado todos los boletos a
la "normalidad" del funcionamiento del sistema pol�tico. Tampoco la
IMM ha sido la expresi�n institucional pr�ctica de esa funci�n que la
situaci�n iba exigiendo.

As�, pues, el golpe gatillado por el FMI tiene efectos en el tiempo y
en el espacio: busca prolongarse m�s all� de la duraci�n de los
mandatos institucionales y m�s all� de las fronteras uruguayas.

A los argentinos les mostr� que est�n solos, que Washington no une
sino que divide, por lo que s�lo les queda someterse de una buena vez
al FMI para que "la gente" deje de sufrir.

Esta salida de la crisis no resolvi� los problemas de fondo del
Uruguay, sino que  los agudiza. Sin embargo, ha servido para hacer
emerger, para que floten, los compromisos, m�todos y medidas que los
partidos tradicionales hab�an mantenido celosamente silenciados. Los
partidos tradicionales han quedado desnudos mostrando que no son la
mejor garant�a para la vigencia de la institucionalidad democr�tica,
la independencia nacional y el desarrollo que asegure pan y trabajo a
los uruguayos. Est�n en un callej�n sin salida, sin poder aplicar la
receta de Landr�, de salir por donde entraron, pues es mucho lo que
resignaron.

Las cosas se han hecho, a la vez, m�s duras, pero m�s claras. No hay
salida digna posible sino a condici�n de que los actores que han ido
construyendo una alternativa de vida desde la sociedad se encuentren
de una buena vez con actores pol�ticos capaces de articular un camino
democr�tico, soberano y de desarrollo.

O sea, lleg� la hora de los uruguayos: ellos decidir�n si el golpe
vino para quedarse o ser� el est�mulo que hac�a falta para empezar a
construir un pa�s que no devore o expulse a sus hijos

*Asesor de la UNTMRA., (sindicato de los metal�rgicos)


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3 .El modelo "fondomonetarista"
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 �COLAPSO O CONTAGIO?

Na�m Minsburg*

Es, lamentablemente, muy conocido que la Argentina se encuentra
inmersa en la m�s prolongada crisis de su historia. Que abarca  desde
la econom�a, a la   grave problem�tica econ�mica, social y  financiera
a la que ha sido deliberada y premeditadamente  conducida. Por su
parte, los gur�es los sabihondos de siempre se�alan que estar�amos
proyectando un "contagio" sobre los dem�s pa�ses latinoamericanos.

Conviene se�alar al respecto que la aplicaci�n de las envejecidas y
desgastadas directrices del F.M.I. y del Banco Mundial, aparentemente
renovadas a partir del Consenso de Washington  realizado en el a�o
1989, cuando  Am�rica latina hab�a pasado por la grave crisis que se
denominara como la "d�cada perdida", se consider� imprescindible
barnizar y maquillar las recetas del FMI y de los pa�ses del G-7. Es
decir se traz� un esquema de "cambiar algo para que no cambie nada".

Para ello  se pretendi� instaurar en el imaginario colectivo, lo que
dio en llamarse la "d�cada de la esperanza"  que ser�a la de los 90,
cuyos resultados lamentables est�n a la vista

Aunque aparentemente resulte innecesario, merece la pena preguntarse
en que consisten esas directrices o imposiciones que realiza el FMI, y
"su brazo derecho" el Banco Mundial.

Ambos organismos sostienen distintas facetas, en esencial consisten en
lo que hemos denominado como "los diez mandamientos del Consenso de
Washington"  que son: imponer el ajuste fiscal permanente, una amplia
apertura econ�mica financiera, la pol�tica de "privatizar todo lo
privatizable"  y el pago estricto de la deuda externa, constituyen los
objetivos principales que se imponen a toda costa a los diferentes
gobiernos de Am�rica Latina.

Tales directrices - imposiciones,  han sido las causales principales
de la profunda crisis que se ha establecido desde hace bastante tiempo
e  impiadosamente en nuestro pa�s y en toda la regi�n latinoamericana.
Donde  el incremento de la pobreza, el desempleo y la miseria ha
marcado su impronta con brutal ensa�amiento.

Analizando algunos datos macroecon�micos aportados por la CEPAL
tenemos que: "La crisis por la que atraviesa Am�rica latina y el
Caribe es el tercer episodio en menos de una d�cada en el que el ritmo
del crecimiento del PBI sufre una brusca ca�da haciendo disminuir el
producto por habitante". Que para 2002 con la ca�da de m�s del 15%
para  la Argentina, las consecuencias para la regi�n ser�n a�n m�s
dram�ticas.

Se debe mencionar que la Argentina durante el menemismo -
delarru�smo - duhaldismo ha aplicado y aplica dichos "mandamientos" de
forma escrupulosa e incondicionalmente y por ello fue presentada hasta
hace muy poco tiempo como la "la mejor alumna del F.M.I."

Examinemos algunos elementos determinantes de la crisis producto de la
aplicaci�n de los mencionados mandamientos.

La deuda externa  de Am�rica latina que en 1990 era de 450.000
millones de d�lares, pese a los cuantiosos pagos por intereses y
amortizaciones, en 2000 alcanzaba los 740.000 millones.

En el caso de nuestro pa�s nos encontramos que en el mismo lapso, la
deuda eterna pas� de 62.333 millones de d�lares a 147.000 millones. Y
ello se ha producido pese a que en el mismo per�odo se pagaron por
intereses y amortizaciones la sideral suma de 113.000 millones de
d�lares.

El presupuesto "equilibrado"  nunca alcanzado (ni a�n en los pa�ses
desarrollados) que ha consistido en una fuerte baja del gasto p�blico,
fundamentalmente en los aspectos sociales (sistema de salud,
jubilaciones, educaci�n, seguridad etc�tera)  deteriorando a�n m�s la
p�sima calidad de vida de la mayor parte de nuestra poblaci�n.

Se debe destacar adem�s que los pagos del servicio de la deuda en todo
el per�odo han sido los que m�s han incidido en el incremento del
gasto p�blico.

La pol�tica privatizadora realizada en toda Am�rica latina  pero que
en nuestro pa�s se ha realizado con una velocidad que no ha tenido
precedentes en ning�n otro lugar del mundo y a precios viles.

La estrategia privatizadora fue establecida presuntamente  para
disminuir la deuda externa pero, como se ha visto, ello no ha sucedido
as�. En rigor, ha sido utilizada para sustituir monopolios p�blicos
por monopolios privados extranjeros y para el enriquecimiento de un
sector vinculado a las esferas gubernamentales. Con tarifas y precios
inusitadamente elevados.
La apertura econ�mica y financiera  ha tra�do un incremento sustancial
de las importaciones (muchas de ellas absolutamente innecesarias y a
precios subvaluados) que han crecido muy por encima de las
exportaciones.

Como de costumbre nuestras ventas externas est�n sujetas a las
restricciones y precios deprimidos establecidos por los mercados de
los pa�ses desarrollados.

Las importaciones irrestrictas e indiscriminadas, el contrabando y las
maniobras evasoras existentes en nuestro comercio exterior,
contribuyeron en gran medida a la destrucci�n de gran parte del
aparato productivo nacional  y al incremento del desempleo y del
subempleo.

La irrupci�n de importantes corrientes de capitales especulativos,
facilit� el proceso de vaciamiento financiero existente. Proceso que
se diera comienzo con la desnacionalizaci�n de la banca y continuar�a
con una especulaci�n desenfrenada, con un tipo de cambio garantizado
por la ley de Convertiblidad (el famoso 1 X 1 ) y que particip� en la
privatizaci�n de empresas estatales as� como tambi�n de compa��as
privadas.

La convertiblidad  que si bien en un primer momento tuvo utilidad para
combatir la inflaci�n dejada por el gobierno de Alfons�n, el
mantenimiento a toda costa de un tipo de cambio fijo se convirti� en
el eje de la pol�tica econ�mica y financiera.

La dram�tica y estrepitosa ca�da del binomio De la R�a - Cavallo
producida en medio de  la grave crisis que, como estamos se�alando ha
sido producto de la aplicaci�n incondicional de los dictados del
Consenso de Washington, que se agudizar�a con la asunci�n de Duhalde y
de su inepto ministro de econom�a Jorge remes Lenicov.

En nuestro pa�s la fuga de capitales con la imposici�n del "corralito"
, devaluaci�n brutal e insensata del peso, con el argumento de
incrementar las exportaciones, que no se han efectivizado sino que por
el contrario han diminuido.

La devaluaci�n  exigida por el F.M.I. que ahora quiere imponer la
"flotaci�n libre" se est� repitiendo en Uruguay (donde s� se puede
hablar de un cierto "contagio" debido a un menor turismo, retiro de
capitales etc.).

En Brasil que se encuentra atrapado en un ataque especulativo,
producto del temor por el resultado de las pr�ximas elecciones.
Paraguay desde a�os con inestabilidad  y devaluaci�n y ello tambi�n en
Ecuador pese a la "dolarizaci�n" existente.

El modelo impuesto por el FMI y aplicado por los gobernantes de turno,
se encuentra colapsado. Es imprescindible dejar de continuar
transitando este  sendero de "no vida", de "no pa�s".

 Frente a la inmensidad de la pobreza, de sectores hambreados
irracionalmente, a una desocupaci�n nunca vista, de un sector
financiero en quiebra y envilecido, frente a un enriquecimiento que
bordea lo irracional, se debe  imponer un nuevo modelo que responda
eficaz y democr�ticamente a los  imprescindibles requerimientos de una
sociedad que no puede postergar m�s sus necesidades.

El FMI debe dejar ser el "sheriff" del capital financiero y de las
transnacionales y  volver a los Fines para los que fuera constituido
que, en su Art�culo I se�ala entre otras cosas.(El FMI debe)"Fomentar
la cooperaci�n monetaria internacional. Facilitar la expansi�n y el
crecimiento equilibrado del comercio internacional y contribuir de ese
modo al fomento y mantenimiento de altos niveles de ocupaci�n y de
ingresos reales y al desarrollo de los recursos productivos de todos
los pa�ses miembros como objetivo primordial de pol�tica econ�mica".

* Miembro del Consejo Acad�mico de ATTAC-Argentina
E mail: [email protected]  (8/8/02)


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4. Se inicia el Foro social Mundial en Argentina
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Ante la crisis.. OTRO MUNDO ES POSIBLE !!!

En un contexto de agravamiento de las secuelas de miseria y hambre
resultante de la globalizaci�n neoliberal, comenzar� el prox. 22 de
Agosto -con una gran movilizaci�n por las calles de Buenos Aires-el
Foro Social Mundial (FSM) en Argentina. El mismo se extender� por
cuatro d�as, culminando el 25 con una asamblea de todos los
movimientos sociales participantes.

El Foro tratar� "La crisis del modelo neoliberal en Argentina, y los
desaf�os para el movimiento global". Su objeto es el intercambio de
experiencias, y la articulaci�n de un espacio de solidaridad con las
luchas del movimiento popular en nuestro pa�s, teniendo como premisa
fundacional que "Otro mundo es posible".

El FSM en Argentina, cuyo epicentro ser� la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Buenos Aires, contar� con m�s de
doscientas actividades descentralizadas en todo el pa�s. En todas
funcionar�n mesas de debate, talleres y diversas actividades
autogestionadas, as� como expresiones del arte y la cultura, con la
presencia y participaci�n de delegados extranjeros y nacionales.

Ya han adherido m�s de 360 organizaciones sociales nacionales, como
organismos de derechos humanos, organizaciones de trabajadores
ocupados y desocupados, asambleas barriales, agrupaciones
universitarias, ONGs, entre otras, e internacionales como la Central
�nica de Trabajadores (CUT) y el Movimiento sin Tierra (MST) de
Brasil, la Coordinadora de Centrales Sindicales del Cono Sur, V�a
Campesina, as� como representantes de distintos movimientos de
Bolivia, Canad�, Chile, Cuba, Ecuador, Espa�a, Estados Unidos,
Francia, Italia, M�xico, Panam�, Per�, Sud�frica, Tailandia, Uruguay,
Venezuela,... Muchos ya han participado en las ediciones del Foro
Social Mundial de Porto Alegre, que es de donde surgi� la idea y el
apoyo para realizar este " Foro tem�tico de Argentina".

Son los t�tulos de los paneles centrales del FSM en Argentina (d�as 23
y 24 de Agosto):

� La Crisis Argentina en el contexto del capitalismo mundial.
� El Estado neoliberal y la crisis de la democracia.
� Neoliberalismo y hegemon�a norteamericana en Am�rica Latina.
� El Avasallamiento de los derechos sociales por el capitalismo,
� Alternativas econ�micas para una salida popular a la crisis.
� Poder popular, resistencias, democracia participativa y formas de
desobediencia civil.
� Formas de autogesti�n social y experiencias alternativas.
� Una nueva Am�rica para un nuevo mundo. Resistencias y convergencias
desde la Argentina hacia el movimiento global.
COMIT� DE MOVILIZACI�N EN ARGENTINA DEL FSM
[email protected] http://forosocialargentino.org


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5. El riesgo Lula y la Colombina
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Frei Betto

Brasil es un pa�s de alto riesgo para quien vive en �l.  Basta
verificar los �ndices de violencia (40 mil asesinatos por a�o); los
edificios cerrados como penitenciarias de lujo; el poder paralelo del
narcotr�fico; el n�mero de secuestros y matanzas; la pobreza y la
miseria que llegan a 53 millones de personas.

Quien est� afuera -y solo en los Estados Unidos son cerca de 700 mil
brasile�os- �nicamente ve el riesgo cuando piensa en regresar al pa�s.
Excepto los especuladores internacionales, que no cambian lo seguro
(la sangr�a de d�lares que el Brasil derrama en sus bolsillos) por lo
dudoso (la pol�tica econ�mica de un eventual gobierno de Lula).

Si Lula fuera electo, los especuladores van a sentirse como los
viciosos del juego cuando se cerr� el Casino de Urca, en abril de
1946.  Guardada la ruleta, ya no pod�an arriesgar su dinero.  En el
caso de los especuladores, el verbo correcto es multiplicar.  Pues en
el Casino de la Especulaci�n, la ruleta es alterada. Quien apuesta
mucho nunca pierde.  Aunque el propio casino quiebre.

Al se�or Geraldo, mi vecino en Belo Horizonte, le gustaba jugar en el
casino de Pampulha, hoy transformado en museo de arte.  Apostaba algo
y casi siempre ganaba.  A�os despu�s, cuestionado por Macedo, jugador
que siempre perd�a, el Sr. Geraldo le cont� el secreto de su aparente
suerte: era amigo del croupier y, en com�n acuerdo con �l, hac�a
grandes apuestas para atraer a otros jugadores.  Quien apostaba poco,
como el Macedo, raramente ganaba.  Sin embargo el Sr. Geraldo era
recompensado por desinhibir a los afortunados y dar ganancias a la
casa.

En el casino global, los perdedores blufean. La WorldCom, due�a de
Embratel, registraba gastos como facturaci�n.  Es lo que hace el
gobierno de Fernando Henr�quez Cardoso(FHC): registra como inversiones
los empr�stitos que toma de afuera.  Eso explica el hecho de que,
desde mayo, Brasil deba, por cada R$100 producidos, R$56 a los
acreedores internos y externos.  Hoy, la deuda l�quida total del
sector p�blico es de R$708,4 mil millones, y corresponde a 56% del
PIB.  Es la relaci�n m�s negativa deuda-PIB de la historia del pa�s
(y, d�gase de paso, que esos ocho a�os de gobierno de FHC son el
per�odo en el que Brasil creci� menos, desde la proclamaci�n de la
Rep�blica).

En la huerta de los especuladores, Lula funciona como un
espantap�jaros.  All� en Arizona el peque�o inversionista escucha
decir que la econom�a de Brasil va a empeorar si Lula fuera electo.
Trata de vender barato sus papeles a los especuladores quienes, m�s
tarde, los vender�n caro en el mercado.

Si el juego econ�mico no es suficiente para revertir el �ndice de
aprobaci�n a la candidatura de Lula, se recurre a las emboscadas
�ticas, ahora inclusive con la participaci�n de la Polic�a Federal:
denuncias infundadas, archivos inventados, especulaciones fantasiosas.
Durante la campa�a de 1994, tom� un taxi cuyo conductor declar� que no
votar�a por un candidato que aparentaba ser defensor de los
trabajadores pero que viv�a en una mansi�n en Morumbi, el barrio m�s
elegante de San Paulo.  Le desafi� a que me llevara hasta all�.  En
caso de que quedara confirmado lo que �l dec�a, yo pagar�a el valor de
la carrera multiplicado por cinco.  Caso contrario, �l no me cobrar�a
nada.  Evidentemente, no apost�.

El riesgo no est� en que Lula gane, est� en que Brasil contin�e reh�n
de la subida de los intereses, y ahora, del d�lar; m�s endeudado que
borracho cu�ado del due�o de cantina; con sus �ndices sociales cada
vez m�s deteriorados.  No hab�a Lula en Argentina, la mejor alumna del
FMI, condenada a la depresi�n.  Si la situaci�n del pa�s va mal, la
culpa es de quien gobern� en los �ltimos a�os.  Si no hay un cambio,
en breve seremos una Colombina, mezcla de Colombia con Argentina.

Hasta octubre, todav�a hay tiempo para que todos sepan que Lula rob�
la Copa Jules Rimet, mat� a Dana de Teff�, escondi� a Elias Maluco,
dispar� a la prefectura de R�o y tiene una fortuna en para�sos
fiscales.  As� quedar�n todos con mucho miedo de ser felices.


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6. Vendiendo el futuro: el ALCA y los obispos canadienses
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V�ctor Quintana

Ya que est� de moda hablar de obispos, hablemos, pero de los
canadienses. Porque la Conferencia de Obispos Cat�licos de Canad�,
mediante su Oficina de Asuntos Sociales, ha publicado un excelente
documento sobre el Area de Libre Comercio de las Am�ricas (ALCA). Su
t�tulo entra�a ya una toma de posici�n bien clara: Vendiendo el
futuro: una reflexi�n sobre la relaci�n entre inversionistas y Estado
en el TLCAN y su expansi�n al resto de Am�rica Latina.

El Episcopado canadiense sostiene una larga tradici�n de vigilancia y
de opini�n cr�tica sobre problemas sociales y econ�micos. Con energ�a
puso en tela de juicio desde 1987 el Acuerdo de Libre Comercio entre
su pa�s y Estados Unidos; cuestionaron duramente el Acuerdo
Multilateral de Inversiones, abortado en 1998, y apoyaron la reuni�n
de la sociedad civil celebrada paralelamente a la Cumbre de las
Am�ricas en Qu�bec, en abril del a�o pasado.

La preocupaci�n central de los obispos en este documento es "(dentro
de los acuerdos de libre comercio) la capacidad de las compa��as
privadas de poner demandas a los estados en el contexto de aparentes
p�rdidas de ganancias. Estas demandas o reclamaciones afectan en
primer lugar la condici�n soberana de los estados; en segundo la
capacidad de proteger legalmente el ambiente y, por �ltimo, la
participaci�n democr�tica del pueblo en su futuro gobierno".

El documento hace una evaluaci�n sumaria de los efectos del TLCAN,
considerando que el ALCA s�lo pretende una expansi�n del mismo. A
pesar de cierto crecimiento de la econom�a y del comercio en los tres
pa�ses socios, se da en ellos un distanciamiento creciente entre los
ricos y los pobres, un aumento de las dificultades e incertidumbres
para las mayor�as, "mientras que un n�mero cada vez menor de
inversionistas, ejecutivos y profesionistas se vuelve cada vez m�s
rico".

Dan algunas cifras: en los siete a�os del TLCAN, Canad� vio disminuir
de 3.8 a 3.1 por ciento los ingresos del 20 por ciento m�s pobre de su
poblaci�n, en tanto que el 20 por ciento m�s rico vio incrementarse
sus ingresos de 41.9 a 45.2 por ciento. En ese mismo lapso en Estados
Unidos se eliminaron 760 mil oportunidades de empleo. Y en M�xico,
durante los a�os noventa el poder adquisitivo del salario m�nimo se
redujo casi a la mitad.

Rese�an las 15 demandas que diversas corporaciones han presentado en
el contexto del TLCAN para atacar la capacidad de los gobiernos de
producir orientaciones pol�ticas y salvaguardar la soberan�a nacional,
en particular en lo referente a la protecci�n ambiental. Un ejemplo,
el pleito de la trasnacional Metalclad contra el gobierno de M�xico
por casi 17 millones de d�lares por la planta de tratamiento de
desechos t�xicos en Guadalc�zar, San Luis Potos�.

Para los obispos canadienses, el ALCA es "el tratado de comercio y de
inversi�n m�s arrollador de la historia". Las negociaciones del mismo
se han hecho excluyendo del debate a la ciudadan�a y a los grupos
populares. Se trata de dar libre flujo por todo el hemisferio a los
capitales, pero de ninguna manera a la fuerza de trabajo.

Y lo m�s preocupante: hay serios indicios de que dentro de �l "lo
comercial y la inversi�n podr�an desligarse de cualquier forma de
control ciudadano y de la autoridad de los gobiernos", como expresa el
cap�tulo 11 del TLCAN. El objetivo de �ste es "limitar la capacidad
del gobierno de proteger el ambiente, la salud y otros valores
p�blicos frente a los intereses comerciales".

Certeramente apunta el documento que los tratados comerciales deben
asegurar el respeto a los derechos humanos b�sicos, los derechos
laborales, el ambiente y los derechos de los pueblos ind�genas "como
han sido definidos por protocolos internacionales (y que) tienen
precedencia sobre los derechos de los inversionistas". Insisten en que
las negociaciones del ALCA se hagan con transparencia y con la
participaci�n de los ciudadanos y sus l�deres para que enfrenten el
impacto social y ecol�gico.

Terminan diciendo que "en lugar de extender las fallas del TLCAN a
todas las Am�ricas, los l�deres deber�an sentarse a dise�ar un modelo
de integraci�n econ�mica que trabaje en beneficio del mundo laboral
del continente".

Los obispos canadienses sacan la cara por la soberan�a nacional, por
los derechos civiles y sociales, por un desarrollo "que respete la
dignidad delos individuos y comunidades". �Les har�n caso nuestros
cat�licos gobernantes? Aunque no les besen el anillo.

De "Cristianos nicarag�enses `por los pobres" (14.08.02)


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7. Mensaje desde Paris
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Algunas palabras a los organizadores del Foro Social argentino para
compartir y apoyar  el evento.

Durante el ultimo FSM de Porto Alegre se escuchaba el grito " todos
somos argentinos"; no se trataba de solidaridad piadosa con las
victimas del desastre  neoliberal sino de una manera de apoyar y
compartir las actitudes de resistencia y de lucha del pueblo
argentino.

Seis meses despu�s, el grito de compa�erismo se ira amplificando  si
el Foro social de Buenos Aires se transforma en vanguardia pol�tica
para llegar a la ruptura del Consenso de Washington.

Lleg� la hora de atreverse a romper con el FMI y los dem�s �rganos
del Politburo del neoliberalismo.  La idea va caminando  inclusive en
los pa�ses centrales del capitalismo.

Tan es as� que el diario Le Monde del 14 de agosto  en su titular
sobre el fracaso del FMI lo llama " bombero pir�mano para pa�ses en
dificultad".

Retomando el an�lisis  hecho por Joseph Stiglitz en su libro "La gran
desilusi�n" y los informes de  la CNUCED sobre la duplicaci�n de la
pobreza en el mundo durante los �ltimos 20 a�os, Le Monde  afirma que
el  fracaso del FMI afecta no solo a Am�rica Latina sino  a todo  el
Tercer Mundo.  Anuncia asimismo que Indonesia  tambi�n  est� lista
para divorciarse del FMI.

Esto significa que hay una novedad : hablar de ruptura  con el FMI ya
no es tab� ,ya  no equivale a una maldici�n.  Los pueblos est�n
curados de  espanto... �qu� mas les puede pasar que lo que padecen los
argentinos?

Todos los pueblos del Sur del planeta miran su futuro al espejo
deldesastre neoliberal argentino. Por esta raz�n el Foro Social
argentino cobra una  importancia enorme que concierne no solo a los
argentinos sino a todos los pueblos del Tercer Mundo. Este Foro asume
as� una responsabilidad internacional.

En este sentido las tesis publicadas por los economistas de izquierda
(grupo EDI) me parecen  especialmente relevantes y espero que sirvan
para dar la pauta a los debates del Foro .

El ultimo texto titulado "Apostando al socialismo" que plantea de
renacionalizaci�n de  las fuentes b�sicas de la econom�a argentina
encuentra eco  no solo en Am�rica Latina   (los peruanos luchando
contra la privatizaci�n de la energ�a el�ctrica en Arequipa, los
Bolivianos contra la privatizaci�n del agua en Cochabamba, los
Ecuatorianos para proteger su petr�leo..) sino en todos los pa�ses
v�ctimas del despojo de sus riquezas por las transnacionales .

Las propuestas del grupo de economistas  EDI coinciden con el
movimiento hacia la des-globalizaci�n" lanzado en el FSM de Porto
Alegre por el economista filipino  Walden Bello director de la
organizaci�n "Focus on the Global South".

Hemos llegado a una encrucijada : el escandaloso "consenso de
Monterrey" que exonera los pa�ses del Norte de responsabilidad por la
miseria del Sur (despu�s de 5 siglos de explotaci�n" y que  obliga a
los pa�ses del tercer mundo a ceder sus prerrogativas estatales en
beneficio de las compa��as transnacionales,  indica la culminaci�n
del dominio  de los pa�ses
centrales del capitalismo sobre los pa�ses de la periferia. Monterrey
confirma  la afirmaci�n de Stiglitz hecha en una entrevista a Le Monde
en noviembre 2001:"el libre-cambio ha sido promovido por los pa�ses
del Norte e impuesto a los pa�ses del Sur, para su propio beneficio".

Adem�s la militarizaci�n acelerada de la superpotencia imperialista es
prueba de que el mito neoliberal (promesa de bienestar y libertad
general), el mito llamado "mundializaci�n" se est� desmoronando frente
a la expansi�n de la miseria y de la explotaci�n de los trabajadores.


El famoso TINA (there is not alternative) de la se�ora Thatcher  cay�
endesuso. Ya los pueblos creen que hay alternativas  y que el
neoliberalismo no es irreversible.

El Foro Social de Buenos Aires  llega  como contra-punto a la gran
misa de Johannesburgo. Este Foro va a demostrar que "otro mundo es
posible" a condici�n de iniciar el giro hacia la des-globalizaci�n ,
confirmando la anulaci�n de la deuda por el Tribunal internacional de
Porto Alegre,  y declarando  los pueblos liberados del consenso de
Washington.

Un saludo cordial y esperanzado de

Denise Mendez, Attac-Paris



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Advertencia: Los documentos publicados no comprometen a la asociaci�n
ATTAC salvo menci�n en contrario. Pueden ser la opini�n de grupos
tem�ticos, personas u otras organizaciones. Se trata solamente de
aprovechar las experiencias y las ideas disponibles para poder
construir  juntos ese otro mundo posible, para reapropiarnos de
nuestro porvenir.

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